Latinos de Georgia votaron sin mayores tropiezos
Por: Rafael Navarro-ENG
Josefina Romo, se levantó temprano e hizo algunos quehaceres en su casa y se dispuso a salir a depositar su voto en la primera jornada de voto anticipado que se abrió un día sábado en el estado de Georgia, a las 8:30 de la mañana ya estaba haciendo fila, pero delante de ella ya había un número indeterminado de personas.
“Quería adelantarme porque no trabajo los sábados y quería adelantar mi voto, para asegurar mi participación”, dijo la mujer 3 horas después habiendo ya depositado su voto por el candidato de su elección.
“El proceso fue fácil, lo más difícil es la espera…no venía preparada para esperar tres horas…”, dijo Romo, pero reafirmó que todo lo hizo porque quería estar segura que ella iba a votar por la persona que quiere que sea su nuevo presidente.
“Es su deber y un derecho como ciudadano de este país…”, dijo la mujer nacida en Estados Unidos y cuyo esposo es la primera vez que vota también para presidente luego de haberse naturalizado hace tres años.
“Yo creo que es muy importante porque uno como latino debe saber lo que está pasando en el país y en la comunidad y lo que a uno le importa más…”
Dijo que como latina, pensaba que lo más importante en este momento era el desempleo y que se imaginaba que para el resto de su comunidad, no creía que el tema de la inmigración fuera tan importante como el trabajo.
Jovita Nolasco, votó por segunda vez en unas elecciones presidenciales desde que se hizo ciudadana, ahora en su casa ya son dos votos, porque su hija que acaba de hacer mayor de edad.
“Me preocupa especialmente por la educación de mi hijos…”, dijo la mujer.
Para Lorena, está muy claro que el voto de los ciudadanos y de quienes lo pueden ejercer no solo es su derecho sino su voz.
“Voto, porque quiero tener parte en lo que pasa en los Estados Unidos…si las personas no votan no cuentan, si votas tienes voz y decisión y puedes elegir…”, dijo la chica, a quien le preocupan las leyes migratorias a pesar de que ella es nacida en Estados Unidos.
Algunos tropiezos
Paola Díaz, fue el símbolo de la voz de alerta entre los latinos cuando se presentó a depositar su voto anticipado y se encontró con que tenía una alerta en su registro lo que le implicó tener que hacerlo 7 horas después y tras haber hecho una serie de llamadas y diligencias para no perder su primer voto, después de varios años de ser ciudadana.
Sora Macfarlane, quien trabajó en los primeros registros de votantes en los años noventas en Georgia, se quejó de que varias personas la habían llamado para dejarle saber que tenía problemas para votar.
“Yo fui hasta los lugares de votación, movimos cielo y tierra, hablé con quien tuve que hacerlo y finalmente esas personas pudieron votar”, dijo Macfarlane, quien prometió reunirse con los directores de la oficina de registro de votantes del estado para dejarles conocer su molestia.
A parte de esos incidentes, algunas veces comunes, la jornada estuvo enmarcada por la tranquilidad.
FOTO:
Josefina Romo votó temprano en Gwinnett.