Nadie escapará a la Resurrección
Está establecido para los hombres
que mueran una sola vez,
y después de esto el juicio.
Hebreos 9:27.
Dios, que levantó al Señor?
a nosotros nos levantará con su poder.
1 Corintios 6:14.
En un cementerio de Hannóver (Alemania), hasta hace algunos años todavía se veía una tumba muy curiosa. Se trataba de la sepultura de una condesa que se jactaba de no creer en la resurrección de los muertos. Entre sus últimas voluntades había pedido que su tumba fuese recubierta con una gruesa placa de granito, sobre la cual se colocasen enormes bloques de piedra, unidos entre sí por medio de fuertes espigas de acero. Una inscripción grabada decía: «Prohibido abrir esta tumba, comprada como sepultura perpetua».
Pero una semilla de álamo traída por el viento vino a instalarse entre el borde y la placa de la tumba. Esta semilla germinó y se transformó en un árbol que levantó la placa de granito, anulando así la voluntad de la difunta. ¡La tumba estaba abierta!
Sean cuales sean los métodos empleados por los hombres para escapar a Dios, éste siempre tendrá la última palabra. En el día del juicio, los muertos saldrán de las tumbas. Negarse a creerlo no impedirá que esto se produzca.
Habrá una resurrección de juicio en la que serán condenados todos los que, durante su vida, no aceptaron al Señor Jesús como su Salvador personal. También habrá una resurrección de vida para los que hayan creído en él (Juan 5:29). Hoy todavía es tiempo para que usted decida dónde pasará la eternidad después de la resurrección. ?Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo? (Hechos 16:31).