Primera enmienda…por debajo de la faja!

Nos la ganamos con este presidente Obama y su fijación por querer ponernos a todos en el mismo tiesto y hacer que pensemos de la misma forma en que no lo hace la mayoría, por ahí, no solo vamos mal, sino que estamos entrando a un nivel en el que, hasta hacer uso de nuestros razonamientos pueden ser castigados en un momento dado por quienes, revestidos del poder que el mandatario les da, hasta nos podrían mandar a la hoguera sin fórmula de juicio.

Estamos entrando a ese oscuro estado que ha mantenido por más de 50 años sumido al pueblo cubano en una alienación de magnitudes descabelladas, donde pensar y expresar lo que se piensa es un delito que muchos han pagado con sus vidas, ese mismo camino que recorre ahora Venezuela, que ha pasado por Ecuador, que se anida en Nicaragua y salta a Bolivia y hace estragos en Argentina y posiblemente incube también en Paraguay.

Lo ocurrido en Atlanta en estos días con el Rev. Louie Giglio de of Passion City Church, no solo es el reflejo de la decadencia de los valores en Estados Unidos, sino de lo peligroso que se pueden volver algunos movimientos, especialmente los que han tenido su caldo de cultivo en el feminismo que campea, no solo en busca de la igualdad que nadie les niega, sino de esa ansia de poder para destruir todo lo que encuentre a su paso.

Para quienes ni se enteran de lo que pasa en su casa, el pastor Louie Giglio, es un hombre de fe, de los millones que habitan en Estados Unidos, y que basan sus creencias en la Biblia como base de su fundamento doctrinal, donde se condena no solo al homosexualismo sino otro tipo de actuaciones, como el robo, la mentira, el adulterio, la idolatría, entre otros. ¿Eso lo dice Giglio? No!, eso lo dicen las Sagradas Escrituras…Punto!

El caso con Giglio, es que estaba invitado para ser quien tomara juramento al presidente Obama este 21 de enero, no solo por lo que representa como hombre de fe, sino por el trabajo que adelanta desde Atlanta a nivel nacional en la lucha contra la trata de blancas, un flagelo que tiene a esta ciudad entra las primeras en todo el país, lo que es verdaderamente una vergüenza.

Pero Giglio ya no va a estar en la juramentación porque quienes deciden quiénes van y quiénes no a la ceremonia, optaron por sacarlo porque desde su postura cristiana ha dicho lo que la Biblia dice y eso a los que ahora mandan en el país y quieren que todos comulguen con sus aberraciones no les ha gustado para nada, es decir, que Giglio, por hacer uso de su libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda y por revelar la Palabra de Dios, ahora es castigado.

Es reprobable, reprochable e inadmisible que todos tengamos que pensar ahora como piensan los gays y decir y hacer todo lo que ellos quieran que pensemos, actuemos y digamos. Esto no solo es pasarse por debajo de la faja la Primera Enmienda –algo que Obama está permitiendo que suceda–, sino que no tardará mucho en que, por sus propias actuaciones el espacio que esta comunidad se haya podido ganar se revierta en odios y contiendas por querer meternos a todos dentro del mismo closet.