Aumenta la participación y éxito de los estudiantes de

 Aumenta la participación y éxito de los estudiantes de

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Asegurarse que todos los estudiantes de secundaria académicamente preparados tengan acceso a cursos rigurosos de nivel universitario que les preparen para continuar sus estudios y graduarse de la universidad es fundamental para que Estados Unidos mantenga su competitividad en la economía global; especialmente en disciplinas fundamentales relacionadas con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (lo que se conoce, por sus siglas en inglés, como STEM). Los educadores cada vez adoptan más los rigurosos estándares que se encuentran en el programa Advanced Placement Program® (AP®) de cursos y exámenes AP de nivel universitario con el fin de ayudar a los estudiantes de secundaria de la nación, incluyendo a un número creciente de estudiantes hispanos, a desarrollar el pensamiento crítico, razonamiento y habilidades de comunicación que son fundamentales para el éxito en la universidad.

Los datos publicados hoy por el College Board como parte del IX Informe Anual del Programa AP a la Nación revelan que más graduados de secundarias públicas que nunca están participando —y teniendo éxito— en los exámenes AP de nivel universitario. Tener éxito en los exámenes AP se define como alcanzar una calificación de tres o superior en la escala de cinco puntos del Examen AP, calificación que es necesaria para conseguir créditos, cursos avanzados o ambas cosas en la mayoría de las facultades y universidades.

Los estudiantes hispanos que experimentan los beneficios del programa AP van en aumento: 169.521 tomaron un Examen AP en la clase de 2012 frente a los 153.535 en 2011. Sin embargo, únicamente tres de cada 10 graduados hispanos de secundaria en la clase de 2012 con potencial para el programa AP en matemáticas tomaron un examen AP de matemáticas. Los cursos de ciencias y matemáticas tampoco suelen aparecer entre los cinco Exámenes AP más populares tomados por los estudiantes hispanos.

“Al exponer a los estudiantes a trabajo de nivel universitario mientras aún cursan la secundaria, el programa Advanced Placement mejora drásticamente los porcentajes de finalización de la universidad”, manifestó David Coleman, presidente del College Board. “Hoy aplaudimos a esos educadores que han trabajado incansablemente para llevar los beneficios del programa AP a más comunidades y más estudiantes que en el pasado. Pero no debemos olvidar a los cientos de miles de estudiantes con el potencial para tener éxito en el programa Advanced Placement que ni siquiera tienen acceso a sus cursos. Si esperamos alcanzar nuestras metas de finalización de estudios universitarios a largo plazo, debemos asegurarnos que todos los estudiantes tengan acceso a una educación rigurosa”.

De acuerdo al centro hispano de investigación Pew Research Hispanic Center, en 2011 los estudiantes hispanos representaban el 21 por ciento de todas las matrículas en las secundarias públicas. Este crecimiento, sin embargo, está muy por encima de los porcentajes de finalización de estudios universitarios. En 2010, únicamente el nueve por ciento de todos los títulos de licenciatura otorgados fueron para estudiantes hispanos, de acuerdo al centro.

Más del 90 por ciento de las facultades y universidades del país ofrecen créditos universitarios, colocación avanzada o ambas cosas en base a unas calificaciones exitosas en el Examen AP; lo cual tiene el potencial para ahorrar a los estudiantes y sus familias miles de dólares en colegiaturas universitarias. “La posibilidad de que las familias hispanas participen en el programa AP les expande no sólo las oportunidades académicas y de acceso a la universidad, sino que también, y esto es igual de fundamental, los beneficios financieros que se pueden derivar de conseguir créditos del programa AP”, explicó James Montoya, vicepresidente de educación superior en el College Board.

Michelle Penyy, maestra hispana del programa AP que tuvo un papel fundamental a la hora de ampliar el programa AP en la secundaria Copiague High School de New York, sabe que, para las familias hispanas, los costos de la universidad son un obstáculo muy importante. “Un beneficio de tomar estas clases es que los estudiantes pueden conseguir créditos universitarios, lo cual significa que ayudará a las familias de los estudiantes porque los padres no tendrán que pagar los créditos universitarios obtenidos por medio de estos cursos y estos ahorros son muy importantes en la comunidad hispana”. Los estudiantes hispanos representan el 41 por ciento de todos los estudiantes de bajos recursos que tomaron un Examen AP en la clase que se graduó en 2012.

Durante la última década:

El número de todos los graduados de secundarias públicas que tomaron los Exámenes AP aumentó a 954,070, (32.4%), frente a los 904,794 (30.2%) en la clase de 2011 y los 471,404 (18%) en 2002 en la clase de 2002.

El número de todos los graduados de secundarias públicas que obtuvieron una calificación de tres o superior aumentó a 573,472, (19.5%), frente a los 541,000 (18.1%) en la clase de 2011 y los 305,098 (11.6%) en la clase de 2002.

Las investigaciones actuales sobre los cursos AP confirman que éstos se pueden comparar con los cursos universitarios introductorios en cuanto a contenido, habilidades y aprendizajes generados. Las investigaciones muestran, de manera consistente, que los estudiantes universitarios que consiguen matricularse en cursos avanzados en base a los puntajes del Examen AP se desempeñan tan bien —o mejor que— los estudiantes que han completado el curso introductorio en una facultad o universidad. De hecho, los estudiantes que tienen éxito en un Examen AP suelen experimentar un mayor éxito académico global en la universidad y tienen mayores probabilidades de graduarse de la universidad y graduarse a tiempo que sus compañeros que no cuentan con los cursos y exámenes AP, experimentando así menores costos universitarios que la mayoría de los estudiantes universitarios estadounidenses.

Sin embargo, la historia no acaba ahí. Los datos del IX Informe Anual del Programa AP a la Nación también indican que cientos de miles de estudiantes académicamente preparados con el potencial para tener éxito en el programa AP —incluyendo un porcentaje desproporcionadamente grande de estudiantes desfavorecidos de minorías— se están graduando de la secundaria sin haber participado en el programa AP.

Derecho al rigor: Cumplir con el potencial de los estudiantes

Todos los estudiantes que están académicamente preparados para las exigencias intelectuales de los cursos AP de nivel universitario durante la secundaria —sin importar su ubicación, antecedentes o estatus socioeconómico— tienen el derecho a hacer realidad ese potencial.

Entre la clase de 2012, más de 300,000 estudiantes que se identificaron con una alta probabilidad de éxito en el programa AP no tomaron ningún Examen AP recomendado. Tal “potencial AP” se define como una probabilidad del 60 por ciento o mayor de obtener una calificación de tres o superior en un Examen AP en base al desempeño del estudiante en secciones específicas del examen preliminar Preliminary SAT/National Merit Scholarship Qualifying Test (PSAT/NMSQT®) de la comisión nacional que reconoce altas puntuaciones en el PSAT/NMSQT y otorga becas en casos de mérito escolar. Estos datos revelaron importantes desigualdades en la participación en el programa AP siguiendo líneas raciales/étnicas, puesto que los estudiantes de minorías desfavorecidas que demostraron estar listos para el programa AP tenían muchas menos probabilidades de experimentar los cursos AP que sus compañeros igualmente preparados de raza blanca y asiáticos/asiático estadounidenses/nativos de las islas del Pacífico.

Entre los factores que contribuyen a esta disparidad se encuentran la más baja disponibilidad de una variedad de cursos AP en escuelas con una alta concentración de estudiantes de bajos recursos y de minorías tradicionalmente desfavorecidas.

“Varios estados han implementado políticas para asegurar la disponibilidad de los cursos AP en todas las secundarias públicas”, explicó Trevor Packer, vicepresidente sénior responsable del programa de cursos y exámenes de nivel universitario para el Advanced Placement Program. “Fomentamos un esfuerzo continuado en toda la nación para asegurarse que los estudiantes tengan un acceso equitativo a los cursos AP, independientemente de sus circunstancias socioeconómicas, geográficas, raciales o étnicas”.

Colaboración para promover la educación STEM

Aunque el reto de mejorar la equidad y acceso se aplica a todos los cursos AP, su importancia se amplifica entre las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Las investigaciones muestran que los estudiantes que durante la secundaria tomaron exámenes AP de matemáticas o ciencias de nivel universitario, tenían más probabilidades que los estudiantes que no participaron en el programa AP de obtener títulos en disciplinas de ciencias de la física, ingeniería y ciencias biológicas: los campos que conducen a algunas de las carreras esenciales para la prosperidad futura de la nación.

En la última década, el número de estudiantes que se graduaron de secundaria y tomaron un examen AP de matemáticas o ciencias se ha multiplicado casi por dos, desde los 250,465 en la clase de 2002 hasta los 497,924 en la clase de 2012 (Véase la Figura 8). Sin embargo, entre los estudiantes con niveles comparables de preparación para los cursos STEM del programa AP, los porcentajes de participación varían significativamente dependiendo de la raza o etnia y del género. Tomaron el examen seis de cada 10 estudiantes asiáticos/asiático estadounidenses/nativos de las islas del Pacífico con una probabilidad del 60 por ciento o superior de pasar con éxito un examen AP de matemáticas, en comparación con cuatro de cada 10 estudiantes blancos, tres de cada 10 estudiantes negros/afroamericanos, tres de cada 10 estudiantes hispanos/latinos y dos de cada 10 estudiantes indios americanos/nativos de Alaska. En la mayoría de las materias STEM del programa AP, las estudiantes de sexo femenino participan en porcentajes más bajos que los estudiantes de sexo masculino.

Con el fin de promover la participación en los exámenes AP de matemáticas y ciencias, el College Board colabora con la Iniciativa Nacional de Matemáticas y Ciencias (NMSI, por sus siglas en inglés) que ha implementado con éxito un programa de capacitación e incentivos en nueve estados (Alabama, Arkansas, Colorado, Connecticut, Indiana, Kentucky, Massachusetts, Texas y Virginia) con el fin de aumentar la eficacia de los maestros y los logros de los estudiantes en los cursos AP de matemáticas y ciencias.

Cuando el programa AP de la NMSI se implementa en las secundarias de EE.UU., aumenta drásticamente el porcentaje de mejora del desempeño en el programa AP; incluso después de únicamente un año. Desde el inicio del programa, NMSI ha capacitado a más de 11,000 maestros en 464 escuelas.

En diciembre de 2012, el College Board anunció la creación del programa AP de Acceso a STEM —que fue posible gracias a los $5 millones de dólares del Premio al Impacto Global que Google concedió a DonorsChoose.org— con el fin de aumentar el número de estudiantes de minorías tradicionalmente subrepresentadas y jovencitas de secundaria que participan en los cursos STEM del programa AP. Por medio de este programa, se está invitando a 800 secundarias públicas de todo el país a poner en marcha cursos nuevos de AP en matemáticas y ciencias, con un énfasis en animar a estudiantes de minorías tradicionalmente subrepresentadas y jovencitas que demuestren un potencial académico para matricularse y explorar estas áreas de estudio y las carreras relacionadas.

Apoyo a tres metas fundamentales para que los estudiantes estén preparados para la universidad

En esencia, el programa AP es una colaboración entre los administradores y docentes universitarios, los estados, los distritos, las escuelas y los maestros que trabajan juntos para proporcionar a los estudiantes académicamente preparados el acceso al rigor que merecen. El IX Informe Anual del Programa AP a la Nación muestra que sí existen las historias de éxito y que se pueden reproducir. Tres áreas fundamentales para abordar los retos al acceso son un mayor rigor, promoción de la equidad y desarrollo de conocimiento crítico y habilidades.

1. Mayor rigor

Con el fin de que más estudiantes tengan éxito en la universidad, necesitan preparación para y acceso a un trabajo exigente de nivel universitario mientras aún están en la secundaria. Desde 2002 se ha dado un aumento de 7.9 puntos en el porcentaje de graduados en las secundarias públicas de EE.UU. con una calificación de tres o superior en un Examen AP. Entre la clase de 2012, el 19.5 por ciento de los graduados de las secundarias públicas de EE.UU. alcanzaron una calificación de tres o superior en un Examen AP durante la secundaria, superando 17 estados el promedio nacional. Una vez más, Maryland se posicionó por encima de los demás estados en el porcentaje de graduados de sus secundarias públicas con una calificación de tres o superior en un Examen AP.

Primeros 10 estados en el porcentaje de graduados de secundarias públicas en 2012 que tienen éxito en los Exámenes AP

Maryland (29.6%)
New York (28%)
Massachusetts (27.9%)
Florida (27.3%),
Virginia (27.2%)
Connecticut (26.9%)
Maine (24.8%)
California (24.7%)
Colorado (24.2%)
Vermont (22.8%)

2. Promoción de la equidad

El Programa AP tiene el compromiso de aumentar la diversidad de estudiantes en los salones de clase del programa AP al tiempo que se aumenta el éxito en los Exámenes AP con el fin de asegurarse que la demografía, tanto de la participación como del éxito en el programa AP, refleje la demografía de la población estudiantil global. Aunque siguen existiendo retos, se están realizando progresos para cerrar las brechas de equidad en la participación y éxito en el programa AP entre los estudiantes de minorías desfavorecidas y de bajos recursos. Consideren lo siguiente:

Treinta estados hicieron progresos en el último año para cerrar la brecha tanto en participación como en éxito en el programa AP entre los estudiantes negros/afroamericanos (véase la Figura 6a).

Diecisiete estados y el Distrito de Columbia hicieron progresos en el último año para cerrar la brecha tanto en participación como en éxito en el programa AP entre los estudiantes hispanos/latinos (véase la Figura 6b).

Los graduados de bajos recursos representaron el 26.6% de quienes tomaron al menos un Examen AP en la clase de 2012, en comparación con el 11.5% de quienes tomaron un Examen AP en la clase de 2003.

Más de 250,000 graduados de bajos recursos en la clase de 2012 tomaron al menos un Examen AP durante la secundaria, más de cuatro veces el número de graduados de bajos recursos que tomaron un Examen AP en la clase de 2003.

3. Desarrollo de conocimiento crítico y habilidades

Los cursos del programa AP están diseñados por docentes de facultades y universidades en base a metas bien definidas para el aprendizaje de los estudiantes que proporcionan a los maestros con capacitación especial en el programa AP una idea clara de lo que deben saber los estudiantes y también de lo que deben poder hacer para cuando concluye el curso. Los estudiantes del programa AP desarrollan su conocimiento de conceptos y habilidades clave en los fundamentos de cursos universitarios introductorios comparables, incluyendo el análisis crítico y las habilidades en redacción. Las Figuras 8 y 9 del informe (páginas 26–27) muestran la distribución de la participación, éxito y puntajes entre la clase de 2012 en los tres grupos de disciplinas del programa AP: matemáticas y ciencias; inglés, historia y ciencias sociales, y artes e idiomas del mundo.

Rediseño de los cursos y exámenes del programa AP

Los docentes universitarios han tenido un papel fundamental en el rediseño integral de los cursos en el programa AP para asegurarse que cada curso y examen de Advanced Placement profundice en el enfoque sobre el pensamiento crítico y refleje los avances más recientes en cada disciplina. La participación de los profesores universitarios asegura que los cursos y exámenes del programa AP estén directamente alineados con el mismo contenido y habilidades aprendidos en los cursos universitarios introductorios.

Con un consenso entre las facultades y universidades con respecto al conocimiento y habilidades que necesitan cultivar los estudiantes por medio de los cursos AP con el fin de calificar para créditos y cursos avanzados, el rediseño de los cursos AP posibilita que los maestros y estudiantes del programa AP tengan tiempo para explorar los conceptos clave con mayor profundidad al reducir la cantidad de cobertura de contenido que se requiere.

El programa AP y la educación superior

El programa AP fue creado para proporcionar a los estudiantes la oportunidad de entrar a cursos de nivel universitario por los que recibieron una mejor preparación con su experiencia en el programa AP. Con el tiempo, las facultades y universidades empezaron a conceder cada vez más créditos por los cursos de nivel introductorio basados en las calificaciones de los Exámenes AP. El año pasado, 3,308 facultades y universidades estadounidenses recibieron calificaciones del examen AP para la concesión de créditos, cursos avanzados y/o consideración en el proceso de admisión, ofreciendo la inmensa mayoría de esas facultades y universidades créditos en una o más materias en base a calificaciones exitosas en el Examen AP.

Las investigaciones cuantitativas a gran escala siguen apoyando el uso del programa AP como una herramienta tanto en la concesión de créditos como en la asignación de cursos avanzados en una amplia variedad de instituciones, incluyendo las altamente selectivas. Aproximadamente 5,400 docentes universitarios —incluyendo los de las universidades de la Ivy League y los de otras instituciones altamente selectivas— participan en el diseño de los cursos y exámenes del programa AP.

Estos docentes revisan cada plan de estudios de los maestros del programa AP, desarrollan y validan el currículo del programa, escriben y evalúan las preguntas del Examen AP, establecen estándares alineados con el desempeño a nivel universitario y puntúan los Exámenes AP. La participación directa de los docentes universitarios asegura que el currículo del programa AP es comparable en contenido con los cursos introductorios de nivel universitario y que los estándares de examen que se aplican a los estudiantes del programa AP son los que esperan de sus propios estudiantes en sus salones de clase de la universidad.

Reconocimiento de logros en la participación y éxito en los cursos y exámenes AP

Cada año, el College Board honra a tres distritos con un premio AP District of the Year en reconocimiento a su capacidad de ampliar el acceso al programa AP al tiempo que aumenta el porcentaje de estudiantes que obtienen una calificación de tres o superior en los Exámenes AP. Estos distritos pueden y deben servir de modelo para estrategias ampliables dirigidas a aumentar la preparación para la universidad.

Los receptores en 2012-13 de los premios AP District of the Year son el Distrito Escolar Independiente North East, Texas (distrito grande); el Distrito de Secundarias de Glendale Union, Arizona (distrito de tamaño medio), y el Distrito de Escuelas Públicas de Chelsea, Massachusetts (distrito pequeño). Se puede encontrar más información sobre estos distritos, así como sobre los ganadores del curso 2011-12 —Escuelas Públicas del Condado de Polk, Florida (distrito grande); Distrito Escolar Unificado de Val Verde, California (distrito de tamaño medio), y Escuelas Públicas de Copiague, New York (distrito pequeño)— en el IX Informe Anual del Programa AP a la Nación.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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