Llegaron los timadores…
Parece increíble, pero es cierto!, ya hay inescrupulosos a lo largo del país engañando a los más incautos con el cuento de la reforma migratoria y eso no es lo peor: los primeros existen porque hay otros lo suficientemente tontos como para caer en fraudes que en la mayoría de los casos no tienen ningún sentido.
Hace dos años aproximadamente, Blamir un hombre de origen brasilero quien junto con su familia había entrado al país por la frontera sur, buscaba de manera desesperada una forma de poder arreglar su situación migratoria, pero nunca encontraba en la boca de quienes le eran honestos las palabras que él quería oír, hasta el día que un “connotado” abogado de los medios de comunicación le dijo lo que el fulano estaba esperando escuchar… “Sí, yo si puedo hacer algo por usted y su familia, haga una cita con mi secretaria, venga a mi oficina y yo le digo qué puede hacer…tiene usted un magnifico caso!”
Y ahí fue Blamir a poner el cuello sobre la guillotina un sábado bien temprano. Llevaba bajo el brazo un folder lleno de papeles y 800 dólares para empezar los “trámites”, por fortuna, la oficina del jurista estaba tan llena desde las 7 de la mañana que el cliente temiendo perder el día de trabajo tuvo que irse sin poder ver al “salvador” que le hacía renovar sus esperanzas en el sueño americano.
El de este hombre hubiera podido ser uno de esos casos en los que a uno no le queda más que repetir, “te lo dijimos”. Lo que el abogado le iba a hacer a la familia del inmigrante era “abrirle un expediente y mantenérselo”, para cuando llegara una reforma migratoria, “estar adelantados” en el proceso, pero eso no era gratis, a Blamir le iba a costar 800 dólares del alma.
No sabemos, ni nunca llegaremos a saber es, cuántos expedientes de esos estará custodiando el abogado en mención y la suma que cobró a cada uno de sus desesperados clientes, lo que sí sabemos es que, casos como ese, se cuentan por montones en todo el país y han comenzado a reaparecer en la medida en que el tema de la reforma migratoria ha empezado a ocupar los titulares de los noticieros y medios de comunicación grandes y pequeños.
En lo que a El Nuevo Georgia concierne, podemos decir que tenemos la conciencia tranquila porque hasta la saciedad y a veces hasta el fastidio, hemos advertido sobre todos estos casos y buena tinta y papel que hemos tenido que pagar esperanzados en que la gente pueda llegar a entender que no se trata de lo que ellos quieren escuchar, sino a lo que verdaderamente deben atenerse en situaciones como la migratoria.
Con las alarmas encendidas en estos momentos, se le crispa a cualquiera la piel de saber que ya los fraudulentos han comenzado a timar a sus víctimas haciéndoles creer que la reforma migratoria ya es un hecho y que solo con algunos cientos de dólares todo puede arreglarse, incluso hasta lo que no tiene arreglo.
Si bien es cierto que muchas personas llaman con frecuencia a los medios de comunicación esperanzados en que se les oriente a cerca de ayuda profesional, lo único que podemos recomendarles es que acudan a las organizaciones legal y plenamente establecidas como Las Caridades Católicas o que visiten el sitio de la Asociación Nacional de Abogados de Inmigración—Aila, por sus siglas en inglés, que provee información confiable sobre profesionales en la materia.