“Obama, escucha, estamos en la lucha!”
Por: Rafael Navarro –ENG.
“Todos los Mejías de Canton, se vinieron para Atlanta a marchar por la reforma”, dijo la mujer en tono bromista, porque, ella, que es Guatemala, su esposo que es de México y sus tres hijos, ciudadanos americanos de nacimiento llegaron desde primeras horas a participar de la marcha de este 10 de abril a favor de una reforma migratoria y por un alto en las deportaciones.
Ángela dice que ellos viven en Estados Unidos desde 1999 y que los últimos años han sido los peores desde que a nivel estatal se han implementado todas las leyes anti-inmigrantes y a nivel federal no se aprueba una reforma a la ley migratoria.
“Yo ahora soy beneficiaria de la Acción Diferida pero eso no es suficiente, quiero que toda mi familia esté tranquila, esté unida y que no tengamos más miedo”, dijo antes de iniciarse la caminata alrededor del centro de Atlanta.
Para Jenny, una mujer de origen chileno, fue muy práctico llegar a obtener su “green card” y no le costó ni tiempo ni dinero, ella simplemente hizo la forma en un cartón, dejó el espacio para su cara y así marchó por la ciudad junto a otros cientos de manifestantes.
“Esto es único que pedimos”, dijo la mujer, mientras era seguida por la algarabía de un grupo de manifestantes asiáticos que llevaban tambores e instrumentos de percusión.
“Ya no pedimos, ahora exigimos”
El arquitecto Teodoro Maus, artífice de una de las organizaciones hispanas más activas en la lucha a favor de los derechos civiles y humanos de los inmigrantes como es GLAHR, dijo que este ya no era el momento de pedir.
“Antes del 6 de noviembre de 2012, pedíamos y pedíamos y nadie nos oía, desde el 6 de noviembre del año pasado estamos exigiendo una reforma migratoria, es un compromiso del presidente Obama”, dijo Maus a la multitud.
Se refería al apoyo que la comunidad latina le había ofrecido al presidente Obama en su reelección en noviembre 6 de 2012 cuando obtuvo el voto de alrededor del 74% de los latinos que sufragaron en esos comisiones.
Gloria Frazier representante estatal por el distrito 126 dijo que se había desplazado desde Augusta para acompañar a los manifestantes en pro de la reforma migratoria y recordó que no están solos, que hay un grupo de legisladores que los acompañan.
“Yo estoy aquí apoyándolos y apoyando a mis colegas que están de acuerdo con la reforma y apoyándolos a todos ustedes”, dijo la representante, seguidamente expresó que ella no legislaba para un grupo o para ciertos intereses.
“Yo legislo para todo el mundo, quería asegurarme que supieran eso y que haré todo lo que esté a mi alcance para que esa reforma se de lo más pronto posible”, dijo Frazier, antes de retirarse y de firmar una carta de petición al gobernador Nathan Deal para que vete el proyecto de ley SB-160.
Entre tanto que la legisladora dejaba el estrado, la multitud seguía gritando a una sola voz, “Obama, escucha, estamos en la lucha…Obama escucha, estamos en la lucha”
¿Qué se espera que pase?
La manifestación de Atlanta, fue solo una entre decenas que se desarrollaron a nivel nacional y la multitudinaria que tuvo lugar en Washington en la explanada del capitolio para exigir una reforma migratoria justa e integral con camino a la ciudadanía.
Hasta el momento 8 senadores, 4 republicanos y 4 demócratas han sido los encargados de hacer los primeros planteamientos hacia un proyecto de reforma a la ley de inmigración, pero con el paso de los días la presentación de esa iniciativa se ido dilatando a pesar de que el ambiente político este año se ve más favorable en que años anteriores.
En cuanto a los esbozos de lo que contendría esta reforma, uno es el camino a la ciudadanía. El grupo de los ocho dijo que sería abierto si primero se certificaba la seguridad en las fronteras. Y que los indocumentados para calificar primero debían demostrar que carecen de antecedentes penales, pagaran impuestos y cancelaran una multa.
Seguidamente quienes reciban la autorización ingresarán en un estado de no inmigrante por espacio de 13 años, y que al término de ese plazo podrán pedir la residencia.
Por su parte el conocido como plan de Obama, anunciado el pasado 29 de enero tiene un camino similar al del Senado. La iniciativa pide que la frontera se certifique de inmediato y que los indocumentados que califiquen puedan solicitar de una vez la residencia.
El trámite, ha dicho la Administración, no demorará más de ocho años en ser concluida. Cinco años más tarde, los inmigrantes residentes legales permanentes podrán pedir la ciudadanía estadounidense.
Simultáneamente la Cámara de Representante redacta en secreto un plan que darán a conocer una vez el Senado vote el proyecto bipartidista. Algunos legisladores han advertido que la propuesta de la Cámara no incluirá la residencia para todos los indocumentados, sino sólo una vía de legalización.