“Las leyes contra los inmigrantes no prevalecerán…”
Por: Rafael Navarro- ENG.
Alicia, María, Carmen, Lupita, Efingenia, entre otras, se apoderaron de los andenes del capitolio estatal de Georgia en Atlanta como lo hubieran hecho de cualquier plaza pública en Guerrero, Tlaxcala o Oaxaca; unas hablaban de sus familias, otras revisaban sus bolsos, otras veían el movimiento de niños de las escuelas que llegan a conocer el lugar donde se elaboran las leyes y despacha el gobernador.
Dominga en cambio estaba entretenida en un versículo de la Primera Carta del Apóstol Pablo a los Corintios, que leía en voz baja de un librito azul con letras plateadas en su tapa que decía: Nuevo Testamento. Ella es de Guerrero y tiene 11 y 18 años de no ver a dos de sus hijos que emigraron a Estados Unidos en busca de una mejor vida, la interrumpimos para saber su nombre y siguió escudriñando lo que parecía un nuevo descubrimiento.
“No seré una de las que hable hoy” nos dijo Dominga, refiriéndose a que no la habían escogido para dar su testimonio por el cual ella viene desde México en la Caravana Abriendo las Puertas a la Esperanza que lidera el sacerdote Alejandro Solalinde.
Lupita Muñoz sin embargo, si contó con la suerte de hablar: “Represento a las familias de los inmigrantes, esposas, madres e hijos, y me he dado cuenta que aquí (en Georgia) hay muchas familias que también están separadas”
“Yo solo quiero decirle al gobierno de Estados Unidos que nosotros también existimos y nosotros también tenemos rostros, que con esta reforma tengo fe de que miles de familias nos volvamos a encontrar y que si nuestros familiares tienen que inmigrar no es por gusto sino por necesidad…” afirmó la mujer.
“Ya basta con todas las deportaciones porque tanto del lado de México como de Estados Unidos hay muchas familias destruidas…ningún ser humano es ilegal”, dijo la mujer de rasgos indígenas.
La historia de Anita
Anita Nicklen por su parte es ecuatoriana y su testimonio y denuncia son al mismo tiempo, una queja por el dolor sufrido y un llamado a la reflexión, cinco de sus familiares han sido asesinados en los últimos dos años en su país debido a una violencia desencadenada por los efectos del Plan Colombia, una iniciativa de Estados Unidos para combatir los cultivos de hoja de coca en Suramérica.
“He perdido a dos hermanos, un amigo muy querido y un sobrino que apenas fue asesinado hace 6 meses son 5 las personas que han muerto en mi familia en los últimos 2 años”, cuenta la mujer mientras muestra los retratos de sus seres queridos.
“Esto ha sido culpa de la guerra declarada contra el narcotráfico con el mal llamado Plan Colombia…es el mismo plan que se implementa en México y el mismo que se implementa en Centro América”.
Para más tarde denunciar que “La violencia está desplazando a miles de familias, la gente solo habla de la cuestión migratoria pero no se habla de las causas…las personas están desplazándose de sus comunidades de origen. Este país invierte 50% de nuestro presupuesto nacional en pelear guerras incluyendo la que se hace contra el narcotráfico y solo un 7% lo invierten en educación ya es hora de que el pueblo americano reclame lo que es justo”, dijo la mujer quien es ciudadana naturalizada de este país.
El mensaje es de unidad e inclusión
Por su parte antes de despedirse de Atlanta con su Caravana Abriendo las Puertas de la Esperanza, el sacerdote católico Alejandro Solalinde dijo que quienes habían exterminado a los nativos indígenas de los Estados Unidos, habían pretendido hacer lo mismo con los afroamericanos a través de las leyes, a pesar de que éstos habían venido como esclavos en una migración forzada y ahora a través de leyes querían acabar con la comunidad latina.
“Leyes como las que hacen ahora en contra de los latinos, no van a prevalecer, sino que se acabarán y la comunidad prevalecerá”, dijo Solaliende en un acto en el centro comercial Plaza Fiesta.
Más temprano en la mañana en un acto llevado a cabo frente al capitolio estatal el religioso quien lidera una organización de ayuda, defensa y protección de los inmigrantes, sobre todos los centroamericanos que pasan por México, había dicho que había venido a Estados Unidos esta vez, porque quería contribuir con la reforma migratoria.
“Venimos con un mensaje de unidad y de aceptación e inclusión de unos y otros, en realidad no luchamos por una clase sino por los que necesitan nuestro apoyo. Unidos a mis hermanos bendecimos a Georgia y bendecimos a Atlanta para construir entre todos el reino de Dios”, dijo.
Dios no está siendo tomado en cuenta
“Lo que yo veo de la crisis que vivimos el día de hoy, de verdad lo digo, es que Dios no está siendo tomado en cuenta. El Dios que da la vida, el que fue hecho de todos y para todos se puso a un lado y en su lugar se puso al dinero”, dijo el sacerdote refiriéndose a la crisis actual de valores en Estados Unidos y al rechazo de que son víctimas las familias inmigrantes.
“Ese es el gran problema que tenemos en todos lados, no solamente aquí, donde se ha se ha impuesto el materialismo” reconoció. “Al desplazar a Dios, desplazamos también al hermano, si le quitamos su lugar a Dios, en él esta Dios porque Dios vive en nosotros”
Referente a la reforma migratoria que se discute en el congreso de Estados Unidos, Solalinde dijo que “lo que está en juego no es la reforma migratoria, ese es solo un pasito, nuestra misión es más grande, más profunda, nuestra misión es a largo plazo, se llama reino de Dios”
“Yo sé que no muchas personas no hablan de estas cosas, pero yo si las tengo que hablar porque el reino de Dios es lo más subversivo que hay, lo que hizo Cristo Jesús fue tan peligroso, porque él planteó una reestructuración de la sociedad…” dijo el sacerdote antes de despedirse de Atlanta rumbo a Chicago donde prosigue su caravana con alrededor de 30 personas que lo acompañan.