Cuatro razones por las que la Cámara de Representantes aprobará la Reforma Migratoria
Con la desobstrucción de ayer por parte del Senado de un importante obstáculo de procedimiento sobre la reforma migratoria y buenas perspectivas para un vigoroso voto bipartidista en favor de la aprobación final esta semana, la atención se está moviendo hacia la Cámara de Representantes. Mientras que la creencia popular entre los comentaristas es que la Cámara Baja frustrará la reforma migratoria, asumir eso subestima enormemente factores clave.
Presentamos aquí cuatro razones por las que los enterados en el tema deberían estar preparados para sorprenderse este año:
Paul Ryan y otros conservadores finalmente están alzando la voz. El representante Paul Ryan (R-WI), quien juega un subestimado papel en el debate migratorio en la Cámara Baja, ha elogiado el trabajo bipartidista de esa cámara en el tema migratorio y dijo que la enmienda Corker-Hoeven en el Senado hace más probable la promulgación de un proyecto “similar”. Ryan representa a un grupo de republicanos conservadores en la Cámara Baja que mantienen verdaderas opiniones conservadoras en inmigración –ustedes saben, puntos de vista empresariales y de libre mercado–, como los representantes Sam Johnson (R-TX), John Carter (R-NY) y otros. Con la vasta mayoría de demócratas ya a bordo, este grupo de republicanos y sus líderes en la Cámara Baja determinarán si el sentido común en la reforma migratoria vive o muere este año. Hasta hace poco, estos republicanos han permanecido callados y permitido que restriccionistas antiinmigrantes como el representante Steve King (R-IA) conduzcan y definan a su partido en el tema migratorio. Si este grupo pasa de discursos positivos a acciones positivas, cambia la dinámica completa.
Expertos encuestadores de FiveThirtyEight: los republicanos apoyan la Reforma Migratoria cuando se incluye una descripción completa de la legislación: la creencia popular dice que los votantes republicanos de base son hostiles a la reforma migratoria. Sin embargo, como una serie de encuestas demuestra, cuando se les da una completa y exacta descripción de la legislación sobre la reforma migratoria, los votantes republicanos –como todos los estadounidenses— respaldan fuertemente la reforma como la del Senado. Tal como los expertos del blog FiveThirtyEight, publicado por The New York Times, evaluaron recientemente: “Los republicanos apoyan casi al doble, en promedio, en encuestas que especifican los requisitos para la ciudadanía en comparación con los que no. En sondeos en los que no se especifica más que un requisito, sólo 37 por ciento de los republicanos apoyan la vía a la ciudadanía. (La mayoría de las encuestas ha dado a conocer rupturas partidistas, pero aquellas que no, no han sido incluidas en el promedio.) En contraste, 72 por ciento de los encuestados republicanos está en favor de la ciudadanía en sondeos que trazan los obstáculos que tendrían que pasar los inmigrantes que están en el país ilegalmente. En otras palabras, el apoyo republicano se incrementó en un promedio de 35%. Como resultado, en sondeos que detallan los criterios que los inmigrantes deben cumplir para convertirse en ciudadanos, hay una pequeña diferencia en el apoyo entre los tres mayores grupos partidistas. Están entre los 11 puntos porcentuales uno de otro: 72 por ciento de los republicanos respalda una vía a la ciudadanía con múltiples y específicos requisitos, lo mismo que 77 por ciento de los independientes y 83 por ciento de los demócratas”. Adoptando una postura pro reforma migratoria y explicándola con precisión, los republicanos pueden de hecho conectarse con los votantes latinos y miembros de su base al mismo tiempo.
El legado de John Boehner: El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-OH) dijo inmediatamente después de las elecciones de 2012 que la clave para rehabilitar la imagen del Partido Republicano frente a los latinos es la inmigración. “Este tema ha estado dando vueltas durante mucho tiempo… Un enfoque integral está desde hace mucho tiempo, y confío en que el presidente, yo mismo y otros podamos encontrar el terreno común para hacernos cargo de este tema de una vez y para siempre”. Una serie de observadores están subrayando ahora que Boehner tiene la oportunidad de ayudar a forjar ese terreno común. Como Joshua Green hace notar en su columna de BusinessWeek: “El legado de Boehner dependerá de la reforma migratoria. Es el único logro significativo aún factible que puede resultar de la esclerosis crónica de Washington… a diferencia de la reducción de la deuda, lo cual Boehner no puede alcanzar sin la bendición de su caucus, la reforma migratoria probablemente lo presente con la oportunidad de actuar solo. Él será el pivote… es lógico que las apuestas deben ser tan altas. ¿Sobrevivir o ser olvidado? ¿Salvar a su partido o arriesgarse a ser expulsado? Su decisión determinará su propia suerte, al mismo tiempo que la de millones de otros”. Y Greg Sargent, de Washington Post, hace notar: “Si el Senado aprueba la reforma por un amplio margen, Boehner estará en la posición de tener que decidir si permite a la Cámara Baja republicana ser culpada de matar una oportunidad histórica para reformar nuestro sistema migratorio roto… Como se sugiere que el ruido que se espera por parte del Partido Republicano asegure que la reforma morirá en la Cámara Baja, recuerden: si la base mata la reforma, será porque Boehner permitirá que ocurra”.
Mientras que Boehner ha jugado sus cartas de una forma muy secreta respecto de sus planes específicos, sus comentarios de la semana pasada a POLITICO fueron de interés (y más esperanzadores para los reformadores que los que hizo a principios de la semana). Boehner dijo: “Mi trabajo no es tratar de imponer mi voluntad en los otros 434 miembros [de la Cámara Baja]. Mi trabajo consiste en tratar de facilitar una discusión, y construir apoyo bipartidista para producir algo que arregle este roto sistema migratorio que tenemos”. Tras el probable voto bipartidista en favor de la reforma en el Senado –un voto probable que sea de 2-1 de apoyo para la aprobación— Boehner tendrá la oportunidad de poner sus palabras en acción y avanzar la reforma que la mayoría de la Cámara Baja quiere ver que suceda.
Los votantes latinos están dispuestos a echar un Segundo vistazo hacia el Partido Republicano, pero solamente si éste ayuda a aprobar la reforma migratoria. De acuerdo con una encuesta de Latino Decisions, el 80% de los electores latinos está siguiendo este tema en las noticias, y el 78% dice que es extremadamente o muy importante que el Congreso trabaje en la reforma migratoria este año. El 59% de los latinos desaprueba la forma como los republicanos han manejado el tema en el Congreso, pero 25% está dispuesto a dar una segunda oportunidad si los republicanos respaldan la reforma migratoria.
Según Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “aquí está el cálculo que Boehner está a punto de enfrentar: un fuerte voto bipartidista en el Senado; un vigoroso apoyo público, incluso entre republicanos; y una comunidad latina que sabe que la Cámara Baja es el último obstáculo para convertir una positiva reforma migratoria en ley. Los fundamentos apuntan en una dirección. ¿Son los reformadores republicanos suficientemente fuertes para vencer la resistencia de la extrema derecha y salvar a su partido? Creemos que sí”.