No más aislamientos
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) informó a sus agentes a nivel nacional, varios cambios en su política de aislamiento para detenidos. Esto aumentará la vigilancia de esta práctica y limitará su uso, según un comunicado de la entidad difundido por el diario La Opinión de Los Ángeles.
La agencia pretende fortalecer los mecanismos existentes para determinar y supervisar la política de confinamiento. De acuerdo a una fuente en la Administración, la nueva directriz define el aislamiento como el último recurso.
La guía instruye a los agentes para que pongan particular atención en los detenidos que pueden experimentar riesgos o “vulnerabilidad”, por ejemplo, personas LGBT, en huelga de hambre y con problemas de salud, entre otras circunstancias.
“Poner a un individuo en aislamiento es un paso serio que requiere una consideración cuidadosa de las alternativas. Esto debe ocurrir sólo cuando es necesario y por lo tanto, debe extenderse por el menor tiempo posible y bajo condiciones restrictivas que se puedan practicar”, aseguró el vocero de ICE, Brian Hale.
Para los detenidos que sean puestos en aislamiento debido a vulnerabilidades, los nuevos procedimientos indican que el proceso debe ser usado como el último recurso y cuando no existan otras opciones habitacionales. Esto puede abrir la puerta a que más personas utilicen brazaletes de monitoreo, en lugar de permanecer en los centros de detención.
Según funcionarios de la Administración, la directriz especifica que los directores de las oficinas locales deben ser notificados, durante las primeras 72 horas, cuando se coloca a un inmigrante en aislamiento, si este tiene vulnerabilidades.