Pérdida de audición, no compre cualquier amplificador
¿Tiene problemas para escuchar? ¿Le dice la gente que está hablando en voz alta? ¿Está pensando en comprarse un audífono o amplificador de sonido de esos que anuncian en la televisión en las madrugadas?
“El problema puede ser tan simple como un tapón de cera bloqueando el conducto auditivo, que es fácil de tratar, o en el otro extremo del espectro, podría ser algo tan grave como un tumor que presiona el nervio de la audición”, dice el doctor Eric Mann, director clínico adjunto de la División de Dispositivos Oftalmológicos y Otorrinolaringólogos de la Administración de Alimentos y Medicamentos
(FDA por sus silgas en inglés).
Muchos de los casos de pérdida de audición están relacionados con el envejecimiento y la exposición a ruidos fuertes, y un audífono, o con frecuencia uno para cada oído, podría ser la solución.
Pero mientras que una receta médica no es necesaria para la mayoría de los tipos de audífonos, es importante consultar a un profesional de la salud no sólo para descartar otras causas médicas de la pérdida de audición, sino para garantizar que los audífonos estén bien equipados y cuentan con atención de salud de seguimiento.
“A veces hay problemas con la comodidad del dispositivo. Tal vez usted no puede usar un audífono en particular porque rasguñan el canal del oído”, dijo Mann. “Hay veces hay problemas por un silbido del audífono conocido como “retroalimentación”, porque no está bien ajustado en el canal auditivo. Todos estos son temas que un profesional de la salud auditiva puede solucionar por usted”.
Los consumidores no deben confundir los audífonos con los productos de amplificación de sonido personales (PSAPs por sus siglas en inglés) añade Mann. Aunque la tecnología de algunos productos PSAPs es similar a la de un audífono, sólo los audífonos están diseñados para compensar las deficiencias auditivas.
La FDA regula los audífonos como dispositivos médicos con el fin de garantizar su seguridad y eficacia. Los amplificadores PSAP no están sujetos a las regulaciones de los dispositivos médicos, a pesar de que están sujetos a otras regulaciones de seguridad como un producto electrónico que emite vibraciones sonoras. En todo caso consulte a un especialista.