De nada sirve el conocimiento sin acción

Por: Eduardo Silva

En una ocasión hace unos 20 años, conocí a una persona que era literalmente hablando, una biblioteca andando. Contaba con unos cinco títulos universitarios, y había pasado TODA SU VIDA estudiando muchas cosas diferentes, era contador, abogado, arquitecto, ingeniero y con un sinnúmero de cursos tomados, y libros que devoraba cada día.

Recuerdo que en esa época de su vida él contaba con unos 68 años de edad, y estaba tomando un curso de computación en el cual él era mi alumno. Cabe decir que al principio yo estaba totalmente sorprendido con todos sus logros académicos, y era hasta admirable ver todo lo que sabía; pero conforme lo fui conociendo la cosa se tornó triste.

Resulta que a sus 68 años de edad nunca había logrado PONER EN ACCIÓN todo su cúmulo de conocimientos. Tal parecía que el estudiar era una forma de eludir la responsabilidad de conseguir un trabajo prometedor; y que por el contrario, simplemente conseguía un trabajo mediocre con la excusa de que ese trabajo le permitiría seguir estudiando algo más.

Era muy triste ver que se escondía detrás de los libros, y que vivía una vida solitaria, ya que su esposa le pidió el divorcio muchos años atrás. Era obvio que él mismo se fue aislando del mundo, y nunca pudo enfrentar los retos de la vida al poner en práctica cualquiera de las tantas cosas que conocía.

Es por esa razón, que el conocimiento por sí solo no sirve de nada si no se pone en acción lo aprendido.

No tiene nada de malo aprender varias cosas, siempre y cuando uno ponga en marcha lo que le permita desarrollarse en un trabajo o negocio; ya que hasta entonces es cuando uno comienza a crecer como persona.

Lo mismo pasa con una persona que es súper inteligente, pero que vive en la miseria porque nunca fue capaz de usar su inteligencia en algo de provecho para sí mismo, su familia y la sociedad.

Como lo he dicho en artículos anteriores, hay personas que ni siquiera terminaron sus estudios primarios, y que hoy en día tienen negocios prósperos, ya que pusieron en acción el poco o mucho conocimiento que tenían.

De nada le sirve a una persona haber estudiado largos años en la escuela de medicina, si jamás intenta atender a un paciente. Un gran cirujano no se hace solo por lo que aprendió en la escuela, sino por la experiencia que va adquiriendo después de cada cirugía.

Cualquiera que sea tu conocimiento de aquello que haces o te gustaría hacer, comienza ya mismo a poner en acción lo que sabes, mientras continúas aprendiendo y perfeccionándolo con la práctica; y un buen día podrás mirar atrás, y ver todo lo que has logrado y hasta dónde has llegado.

Deseándote éxito en la vida,
Eduardo Silva
www.EduardoSilva.biz