Antes que una reflexión…
Dicen que no hay momento más oscuro, que el que antecede al alba y esa frase la hemos oído una y otra vez que resultaría lapidaria en algunos casos y más optimista en otras, pero útil la mayoría de las veces para ubicarnos en el momento donde estamos ahora. Por lo menos, y nos queda como consuelo, nunca habíamos estado tan cerca de obtener una reforma migratoria para las millones de familias inmigrantes que tanto trabajan y tanto sufren.
Recientemente el arquitecto Teodoro Maus, un líder de la lucha por los derechos civiles de las comunidades inmigrantes en el sureste del país, dijo que el Estados Unidos no estaba regalando nada a los inmigrantes, especialmente a los latinos, si es que se aprobaba una reforma migratoria, por el contrario era el inicio del pago de la deuda que la potencia tenía con los países a los que había subyugado en algún tiempo.
Y compartimos ese sentir porque no puede haber otro, gústele o no a quienes creyéndose mayores a los Peregrinos y de más estirpe que George Washington viniendo de América Latina, todavía creen que no debamos luchar por la reivindicación de los derechos de los hermanos inmigrantes porque no merecemos nada.
Pero volviendo al tema de lo cerca que estuvimos de la reforma, no es menos cierto que también estuvimos con el pescuezo a medio entrar en la horca, ya que, tal como estaba planteada la mal llamada “reforma migratoria” era más perjudicial que ventajosa, en otras palabras, alguien dijo que hubiera sido como tragarse una píldora de Cianuro.
Para bien o para mal, la mula muerta que terminó siendo el partido republicano en todo el camino de la reforma migratoria, sirvió de algo, pues al terminar el 2013 sin nada concreto, se abren las esperanzas para que en el 2014, si a los señores republicanos se les antoja, podrá haber algo menos ambicioso, pero quizá menos dañino, o al menos eso es lo que todos esperamos.
Nuestra primera recomendación. Si usted comienza pensando en positivo, echándole ganas a cada proyecto que inicie y poniendo solo a Dios como el guía de su vida, no tendrá que depender de los hombres, de los gobiernos, de los que pueden, o de los que no pueden, Dios le dará las fuerzas que usted necesita y los medios para seguir hacia adelante.
Si hay otra parálisis del gobierno o no, si los republicanos y los demócratas se ponen de acuerdo o no, si los políticos van o vienen o legislan bien o no hacen nada, a usted y a nosotros nos va a tocar levantarnos todos los días a la misma hora y hacer el trabajo que nos corresponde, nada nos va a detener, nada va a cambiar que usted no esté dispuesto a cambiar en su modo de vivir primero.
“Así de simple son las cosas, así de simple es la vida. Estados Unidos no dará más de lo que hasta ahora dio, porque a las claras está demostrado que es un país en retroceso, un imperio en decadencia, una potencia que se tuerce desde arriba y un estado que vivió de su gloria, pero que la misma ya no le alcanza para sobrevivir a sí misma”, así pensábamos el año pasado y así pensamos ahora.
Antes que con una reflexión, los dejamos con este llamado: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. 2 Crónicas 7:14