El consumo diario de suplementos vitamínicos tiene efectos positivos en los hombres
El consumo diario de suplementos multivitamínicos en el largo plazo podría reducir el riesgo de cataratas entre los hombres, según un estudio de casi 15,000 médicos varones publicado este mes en Ophthalmology, la publicación especializada de la American Academy of Ophthalmology.
Otros estudios de observación han indicado una relación entre el consumo de suplementos nutricionales y la salud visual. Sin embargo, los datos aleatorios de ensayo sobre los efectos del consumo de suplementos multivitamínicos en el largo plazo y el riesgo de contraer enfermedades oculares son limitados y, en algunos casos, no existen.
Para atender esta laguna, los investigadores del Brigham and Women’s Hospital y la Facultad de Medicina de Harvard, dentro del Physicians’ Health Study II (Segundo estudio de salud de los médicos, PHS II), realizaron un estudio aleatorio y de doble ciego de 1997 a 2011 con 14,641 médicos estadounidenses varones de 50 años de edad y mayores.
La mitad tomó un multivitamínico común todos los días, además de suplementos de vitamina C, vitamina E y beta-caroteno. La otra mitad tomó un placebo.
Los investigadores dieron seguimiento a los participantes para identificar cuántos de cada grupo desarrollaban nuevos casos de dos enfermedades oculares comunes: catarata u opacidad del lente ocular, y degeneración macular relacionada con la edad (AMD) o deterioro de la mácula del ojo, responsable de la capacidad de ver con nitidez los detalles finos.
Los investigadores encontraron 945 casos de cataratas en el grupo que tomó el placebo, casos reportados por los propios afectados y confirmados en historiales médicos, mientras que en el grupo que tomó multivitamínicos solo se registraron 872 casos de cataratas, lo que representa 9% menos de riesgo.
El riesgo fue incluso menor (13%) para catarata nuclear, aquella que surge en el centro del lente y es la variedad más común de catarata relacionada con el envejecimiento. Puesto que se calcula que 10 millones de adultos en los Estados Unidos padecen de problemas visuales por catarata, incluso una reducción modesta del riesgo de padecerla podría mejorar la situación de la salud pública.