La crisis que nace de las drogas y las armas
No cabe duda que Los Estados Unidos de América es uno de los principales productores y exportadores de armas del mundo, sino al mismo tiempo uno de los más furtivos consumidores de todo tipo de drogas entre las que se cuentan y se cotizan la cocaína y la heroína, sustancias que en un grueso volumen son importadas de otros países especialmente de América Latina.
Esta demoníaca combinación de armas que van y drogas que vienen, tienen hoy a Centroamérica en una de sus peores encrucijadas porque de sus propias casas están siendo expulsados todos los días miles de menores que ante la certidumbre no tener nada más que perder sino su vida, eso es lo único que arriesgan.
La crisis humanitaria a la que los políticos de Washington le quieren echar tierra y culpar al presidente Obama va más allá de la simple aparición de un puñado de menores pidiendo que los dejen entrar para salvar sus vidas, sino que tiene sus raíces en las mismas políticas que el país ha exportado hacia América Latina, y así se lo dejaron saber los obispos católicos al gobierno.
“Estados Unidos no puede separar la crisis humanitaria de varios miles de menores no acompañados viajando a la frontera estadounidense de las causas fundamentales en América Latina, muchas generadas por políticas estadounidenses, dijo el presidente del Comité sobre Justicia y Paz Internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos durante una carta enviada al Secretario de Estado John Kerry el 24 de Julio.
La carta del Obispo Richard Pates de Des Moines, Iowa, fue enviada tras su reciente viaje a Honduras, Guatemala y El Salvador del 24 de Junio al 2 de Julio.
Luego de haber visto la crisis de primera mano el religioso se lo dejó saber al Secretario de Estado: “La crisis en nuestras fronteras no se resolverá hasta que mínimamente las drogas y el flujo de armas, provisiones comerciales perjudiciales y otras políticas económicas fundamentales que contribuyen a la violencia se aborden y se rectifiquen,” indicó Monseñor Pates en la carta.
El prelado católico abordó temas como los tratados de libre comercio que han dejado sin trabajo a cientos de miles de familias en todos los países expulsadores de migrantes.
“Hemos escuchado con frecuencia durante nuestra visita, de parte de líderes de la Iglesia, así como representantes de la sociedad civil, que la aplicación del Acuerdo de Libre Comercio Centroamericano (CAFTA), y las políticas comerciales similares, en muchos casos ha devastado a los pequeños productores y empresas agrícolas en la región, mientras presionan las condiciones laborales y los salarios”.
Abordando la violencia y drogas, como causas frecuentes de la migración, Pates indicó, “Los Estados Unidos deben reconocer nuestras propias contribuciones a esta crisis, y apoyar los programas más eficaces que reducen el uso de drogas aquí en casa. Del mismo modo, la regulación de las exportaciones de armas, junto con la reforma de la justicia penal para enfocar la rehabilitación en lugar de castigo, deben ponerse en práctica por nuestros estados y el gobierno federal”.
El Obispo Pates también hizo notar el impacto destructivo en el medio ambiente y las consecuencias a la salud pública de compañías mineras en América Latina. Y también dijo que el gobierno estadounidense junto a los canadienses, deben someter a las compañías mineras que operan en esas regiones a los mismos estándares de cuidado de la vida humana y el medio ambiente como las compañías que operan en Estados Unidos.
La esperanza que se guarda es que no solo Kerry, sino la mano de republicanos que han venido utilizando el tema de la crisis de los menores con fines políticos, adviertan que tarde o temprano el daño que han causado en las países latinoamericanos se les está regresando y es tiempo de que actúen por primera vez de manera responsable.