Como echar a perder un hijo
Por: Dra. Rommys Beltran, PhD, CHt.
Un padre de familia vino a visitarme en estos días y me trajo una hoja de información que se titulaba: “Como echar a perder un hijo”. El autor es desconocido pero se me hizo tan real que lo voy a compartir con mis lectores.
Si usted quiere aprender a ser un buen padre, por favor haga lo contrario a estos consejos:
Dele a su hijo todo lo que le pide desde su infancia. Así crecerá con la falsa idea que todo le pertenece y que todos le deben servir.
Cuando el niño aprenda a decir malas palabras, celébrele “el chiste”, así creerá que es muy “gracioso” y lo estimulara a aprender más groserías las cuales le sacaran de quicio en cuanto el niño sea más grande.
No lo enseñe ninguna religión. Espere que el niño cumpla 21 años para que escoja su propia religión o ninguna.
No use palabras fuertes como “Eso es malo” o “Eso es pecado” ya que lo puede traumatizar.
Límpiele su habitación, recójale todos sus juguetes, ropa, zapatos y regueros que hace, para que nunca aprenda a tener responsabilidad por lo que hace.
Permítale ver programas de televisión inapropiados para su edad, ver revistas pornográficas, y todo lo que él quiera indagar así que su cerebro lleno de inmoralidad e inmundicia lo conlleve a cometer actos similares.
Ocúpese todo lo que pueda, trabaje tarde, envuélvase en proyectos comunitarios, salga con colegas y en fin, haga toda actividad que lo mantenga ausente de su hogar que su hijo pronto buscará la consejería y ayuda de desconocidos quienes lo educaran a su conveniencia.
Pelee y discuta con su conyugue frente a sus hijos. Insúltelo, péguele, rompa cosas, tire puertas, cachetéelo frente a los niños que ellos se lo harán a usted más adelante.
Defiéndalo y protéjalo de los maestros, familiares y cónyuge aunque no tenga la razón.
Cúbralo y mienta por el ya “que la gente le tiene mala voluntad’ Así aprenderá a justificar todos sus comportamientos erróneos y creerse víctima al final.
Escóndase de la “gente que le cae mal” y dígale a su niño que les diga que usted “no está” para que desde pequeño aprenda a “salir de apuros”.
Luego de seguir estas instrucciones al pie de la letra, prepárese para vivir una vida tranquila confiando en la buena educación que les dio a sus hijos. Y cuando “su niño” sea un delincuente, apresúrese a exclamar: “¿Qué pecado habré cometido Dios mío para merecer esto?”
Gracias a todos mis lectores por seguir mi columna, una vez más espero hayan aprendido un poco más de cómo ser mejores padres. Bendiciones a todos!!
Si tiene preguntas o desea comunicarse conmigo por favor escríbame al siguiente correo electrónico: rommys@cambiesuvida.com, o llamar al: 770.650.000, si tiene hijos rebeldes que han sido expulsados de sus escuelas y requieran de educación especial, visite: www.atlantatrobledteens.com
