Chávez en el poder hasta el 2019

Por: Adriana García

Tras 14 años en el poder y con 7.8 millones de votos, es decir un 54.84% de las 18.9 millones de votaciones, Hugo Chávez obtuvo una vez más la presidencia de Venezuela hasta el 2019. Desgastado por el cáncer, con diversas crisis energéticas, carcelarias y un alto nivel de inseguridad e inflación, Chávez aventajó a su contendiente Henrique Capriles, quien obtuvo 6.3 millones de votos, es decir un 44.55% de las votaciones, lo que significó un alto record para la oposición.

En esta ocasión, Chávez convirtió su campaña en un escenario de corte populista que promovió la imagen de un Chávez un tanto religioso, lleno de fe y de vida, quien a pesar de sus limitaciones por su enfermedad continúa luchando por el país. Esta proyección idealista le ganó la simpatía un gran número del electorado, quienes identificaron al chavismo como un movimiento patriótico.

Por su parte, Capriles presentó una campaña con una política de centro izquierda, respetuosa y de conformación que si bien lo fortaleció como contendiente de la oposición, no logró arrebatarle votos al actual Mandatario. De acuerdo con la opinión pública venezolana, la falta de carácter de Capriles para confrontar públicamente las habladurías de Chávez en su contra, quien en diversas ocasiones lo calificó de “analfabeto político o candidato del imperialismo”; su discurso carente de agresividad y con temas que no incluyeron la unidad y reconciliación; así como la poca enfatización sobre los riesgos nacionales de elegir un presidente enfermo, le ganó la antipatía de cientos de ciudadanos que cuestionaron su estrategia y falta de liderazgo.

Para muchos, la gran maquinaria política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), con 15 gobernadores, 264 alcaldes, 91 parlamentarios y 2 millones de militantes en toda Venezuela, entre éstos empleados oficiales, fábricas nacionalizadas, oficinas estatales donde muchos funcionarios apoyaron al presidente con mítines, donaciones de salario y afiches, garantizó el éxito de Chávez en los presentes comicios.

Los resultados de estas elecciones expusieron sin duda la efectividad que los programas de corte social del gobierno de Chávez han tenido en la población, garantizándole un voto duro proveniente en gran parte de los estratos más pobres, quienes incluso lo han llegado a considerar indispensable para el futuro de Venezuela.

Se calcula que a la fecha 8.5 millones de habitantes dependen de la ayuda estatal, lo que representa un 40 % del padrón electoral. El éxito de estos programas de salud, vivienda y educación le han valido incluso el reconocimiento de organizaciones mundiales tales como la UNESCO, quien recientemente indicó que en Venezuela se ha erradicado el analfabetismo.

Asimismo, fuentes abiertas señalan que entre 1999 y el 2011, el desempleo pasó del 14.5% al 7.6%, mientras que la tasa de mortalidad infantil decreció de 20 niños por mil a 13 niños por mil y que la pobreza extrema pasó de un 23% a un 8.5%.

Pese a estas cifras, críticos acérrimos de Chávez continúan señalándolo por el alto nivel de inflación e inseguridad del país. Al mismo tiempo, cuestionan la falta de regulación y el excesivo uso de poder del presidente cuando se trata de tomar decisiones o establecer las políticas del Estado, así como el uso monopolístico de los medios de comunicación.

También critican la ausencia de control de los recursos públicos en misiones sociales de carácter clientelista y la aplicación de una política de “miedo“, la cual quedó manifiesta cuando el Mandatario mencionó que de no ser reelegido promovería una guerra civil.