Cómo despide Estados Unidos el 2010
Por: Adriana García
Diciembre da principio al fin del 2010, para muchos significa el inicio de la época navideña, época de celebraciones propias de la temporada que se acompañan de la algarabía de un consumidor afectado por una crisis económica.
Pero también anuncia el preámbulo de un período incierto en la vida política, económica y social de los Estados Unidos hacia el 2011, tanto a nivel nacional como internacional.
La expectación, si bien viene acompañada de esperanza, ilusión y confianza sobre un futuro mejor luego de una crisis financiera que hizo crecer la pobreza en este país en un dígito, presenta a su vez las ansiedades propias de los rezagos que dejará el 2010.
Así, Estados Unidos inicia este mes con el escándalo sobre la publicación ilegal de documentos clasificados en el sitio de internet Wikileaks, que ha provocado la indignación del gobierno americano al considerar esta filtración como un ataque directo a la diplomacia de los Estados Unidos y a la comunidad internacional, según declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
De los cables diplomáticos, 11 mil estaban clasificados como secretos, mientras que 9 mil eran noforn, una abreviatura en inglés para indicar material delicado para compartirlo con otros gobiernos, los cuales pusieron al descubierto situaciones como una orden para espiar al secretario de la ONU, vigilar a Hugo Chávez, presionar algunas naciones árabes y de Israel para no descartar la opción de bombardear y frenar las ambiciones nucleares del régimen iraní, así como comentarios sobre varios líderes internacionales, entre algunos otros documentos.
Aun cuando se ha bloqueado ya el sitio, la INTERPOL ha iniciado investigaciones para detener a los responsables de esta acción al considerar que ha puesto en riesgo la política exterior de esta nación.
Por otra parte, la reciente reunión del Barack Obama con líderes republicanos en el Congreso si bien se llevó en un ambiente de cordialidad, continuó exponiendo la persistencia en las diferencias fundamentales entre el Ejecutivo y el Legislativo en temas como el recorte de impuestos y la ratificación del tratado de desarme nuclear START.
Obama sigue siendo partidario de ofrecer recortes permanentes para la clase media, mientras que desea eliminar aquellos para las familias con ingresos de más de 250 mil dólares anuales bajo el razonamiento de que un recorte a los más acomodados contribuirá a elevar el déficit presupuestario.
Por su parte, los republicanos promueven esos recortes para todos sin excepción, incluidos los pudientes al considerar que de otro modo se pondrá en peligro la creación de puestos de trabajo en un momento delicado para la economía del país.
En el tema del START, Obama manifestó su deseo de ver ratificado el tratado antes de que concluya el año, mientras que los republicanos se resisten a hacerlo hasta la nueva legislatura que necesitaría de dos tercios del Senado para su aprobación.
Sin duda, estas discusiones son el reflejo de cómo se hará la política en la casa Blanca y la resistencia que encontrarán las iniciativas gubernamentales ante el control mayoritario de la mayoría republicana.
Finalmente, otro tema candente ha sido la posible derogación de la ley “Don’t Ask, don’t tell” que por 17 años ha impedido a los homosexuales declarados prestar servicio miliar. El secretario de defensa Robert Gates y el jefe del Estado Mayor Conjunto Mike Mullen indicaron en un estudio que tal derogación no tendrá ningún impacto.
De anularse tal restricción, sería la primera vez en la historia de este país que los soldados abiertamente homosexuales podrían prestar servicio sin temor a represalias.
Sin duda, Estados Unidos se mantendrá muy ocupado este último mes del año, pero no con las preparaciones navideñas de esta época sino con una agenda llena de temas prioritarios que demandarán toda su atención.