El controversial Subcomandante Marcos dimite como vocero oficial del EZLN
Por: Adriana García
El pasado 25 de mayo, el Subcomandante Marcos hizo su reaparición frente a 2 mil 200 zapatistas, algunos medios de comunicación libres e independientes y unos 800 simpatizantes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) provenientes de distintos lugares de México.
La reunión convocada por el mismo Marcos en la pequeña población de La Realidad, sede del gobierno autónomo zapatista de la Selva Lacandona, tuvo como objetivo anunciar la desaparición del personaje “el Subcomandante Marcos”, quien fuera creado para liderar el movimiento revolucionario en enero de 1994.
Con su típica capucha negra y su pipa, Marcos indicó que su lugar como portavoz del EZLN sería tomado por un colectivo, integrado por indígenas de dicho movimiento, indígenas chiapanecos quienes el 21 de diciembre del 2012 marcharon en San Cristóbal de Las Casas para remarcar su importante papel en la lucha contra el gobierno.
En su discurso, el Subcomandante mencionó que el personaje incógnito de Marcos fue una maniobra de distracción que la sabiduría indígena utilizó para desafiar a la modernidad. Con sus palabras dijo que “quienes amaron y odiaron al SupMarcos ahora saben que han odiado y amado a un holograma. Sus amores y odios han sido, pues, inútiles, estériles, vacíos, huecos”.
Asimismo, habló del racismo de una izquierda, autonombrada revolucionaria, que en los primeros días del levantamiento indígena se fijó en él por ser mestizo. Luego, se creó un culto hacia el individuo y el vanguardismo ladino que, según el líder del EZLN, ya no debe de existir en un movimiento que cree en el poder de abajo y en el “mandar obedeciendo”, y cuya dirigencia pasó de ser mestiza a indígena. Marcos admitió que “No hemos engañado a nadie de abajo. No escondemos que somos un ejército, con su estructura piramidal, su centro de mando, sus decisiones de arriba abajo”.
El líder dijo que ha sido convicción y práctica del EZLN reconocer “que para luchar y rebelarse no son necesarios ni líderes, ni caudillos, ni mesías, ni salvadores, sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización”. También advirtió que no habrá casa-museo o placas de metal donde se indique el lugar en que nació o creció, “ni habrá quien viva de haber sido el subcomandante Marcos.
Ni se heredará su nombre ni su cargo. No habrá viajes todo pagado para dar pláticas al extranjero. No habrá traslado ni atención en hospitales de lujo. No habrá viudas ni herederos. No habrán funerales, ni honores, ni estatuas, ni museos, ni premios, ni nada de lo que el sistema hace para promover el culto al individuo y menospreciar al colectivo”.
De esta manera Marcos, afirma salir del escenario político y social, de la misma manera anónima en la que entró y declaró su intención de transferir toda autoridad y liderazgo a dicha agrupación indígena.
Algunos analistas, han considerado a Marcos un personaje romántico e idealista, que logró una mitificación mediática debido a sus particulares y sorpresivas cartas, comunicados, cuentos, apariciones y desapariciones públicas, por lo que su aparente e inminente desaparición no borrará de facto su presencia e influencia de la escena social en el marco de este conflicto.
Por su parte, críticos de este controversial personaje aseguran que su declaración se trata de una más de sus desapariciones y apariciones públicas en 20 años de historia del EZLN y esperan que de vez en vez emita nuevos escritos o declaraciones, inclusive bajo otros nombres como lo hizo recientemente en un comunicado, en el que firmó como “Subcomandante Galeano”.
El estilo alegórico de comunicación que ha caracterizado al Subcomandante Marcos ha generado incertidumbre en cuanto a la veracidad de esta nueva decisión, por lo que se cree que él seguirá al mando del movimiento de manera encubierta o con un perfil bajo.