¿PODRÁN LOS CACHORROS ROMPER SU MALDICION EN ESTA POST-TEMPORADA?

La ciudad de Chicago, conocida popularmente como la Windy City, se prepara para disfrutar viendo a sus Cachorros batallando con todo a su favor para intentar romper la maldición más longeva del béisbol. Los fanáticos del Wrigley Field recuerdan que la última vez en que su equipo ganó una Serie Mundial fue en 1908, es decir, hace 108 años y contando. Es una larga espera y ahora que están nuevamente en la postemporada, la ilusión crece. Pero, ¿Cuál es la famosa maldición de los Cachorros? En el año 1945 nació está leyenda que muchos creen es la razón por la que el popular equipo de béisbol no puede disputar la ansiada serie final. Según cuenta la leyenda, el hechizo fue obra de un aficionado que fue expulsado del estadio por estar acompañado de una cabra. En ese fatídico año, el inmigrante griego William Sianis, dueño de la taberna Billy’s Goal, acudió a un partido de la Serie Mundial, como solía hacerlo, acompañado de su cabra mascota llamada Muprhy, la que consideraba un amuleto de la suerte y que también servía para publicitar el negocio, ubicado a pocas cuadras del estadio. Ambos tenían entradas. En la puerta, a Sianis no le permitieron entrar con la peculiar mascota ya que según Philip K. Wrigley, dueño de Chicago Cubs la cabra apestaba. Pero, el agraviado tuvo la palabra final: “Nunca más ganarán una Serie Mundial”, habría dicho. Y desde entonces no les ha podido ir peor a los Cachorros. Esta es la maldición más aceptada popularmente hasta el punto que los aficionados tienen como grito de guerra el lema “let the goat in” (dejen entrar a la cabra) como invocación para terminar de una vez por todas con el hechizo.

En esta temporada el equipo de los osos viene por lo suyo ya que se impusieron al reverendo galope en la división central de la Liga Nacional. Si esto fuese suficiente los Cachorros ya tendrían asegurado su lugar como finalistas de la Serie Mundial, pero primero habrá que descartar las sorpresas teniendo en cuenta que los wild card son el peligro latente en cada campaña, ganándola muchas veces. Sin embargo, el estupendo staff de picheo de los Cubs tiene la capacidad para barrer cualquier serie. Una rotación soñada conformada por Jon Lester con record de19-4, Jake Arrieta con 18-7, Kyle Kendricks con 15-8, Jason Hammel con 15-10 y John Lackey con10-8, es definitivamente un quinteto que se las trae. Y si hay que preservar alguna ventaja pequeña aparece en el noveno, nada más y nada menos, que la recta trepidante de Aroldis Chapman para asegurar los partidos. En el ataque, la consistencia es una virtud generalizada, ya que a pesar de no contar con bateadores de trescientos, los bates de Kris Bryant, Anthony Rizzo y Addison Russell pasaron alegremente de las noventa carreras remolcadas. Todos los cronistas y aficionados coincidimos sin reservas en que el arma fundamental está en la mente del manager Joe Maddon, quien pareciera tener la llave del cofre que guarda un cetro resbaladizo por 108 años. Visto así, el optimismo arropa a todos sus seguidores quienes están convencidos de que las más de cien victorias obtenidas en la temporada regular valdrán poco si finalmente no logran coronarse con el título en la Serie Mundial del 2016.

Antonio D. Figueroa.
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