La historia de los cangrejos en una cubeta…
Por: Juan Camilo Peralta de Emprendedores Latinos USA
Empresarios, hoy les hablo con el corazón en la mano, haciendo un llamado a recapacitar y ojalá re-evaluar el camino en el que vamos. Esta nota es de menos técnica y estrategia de negocios, pero va dirigido a todos aquellos que nos catalogamos e identificamos como emprendedores, empresarios, o pioneros de negocios.
Este articulo nace de una experiencia que me ocurrió no hace mucho, la cual sigue dando vueltas en mi cabeza al punto de formar una zanja y la cual deseo compartir…
Hace dos meses tuve una cirugía en la rodilla, la cual me incapacitó por muchas semanas y no me permitió mantenerme al día con ciertas responsabilidades del hogar. No queriendo que esto se volviera una responsabilidad adicional para mi esposa, decidí contactar una compañía de limpieza para que nos visitaran una vez por semana para limpiar nuestro hogar.
La primera cita fue excelente: Compañía “A” envió a una señora muy profesional y eficiente la cual prometió que su próxima visita sería más breve, pues la mayor parte del trabajo ya lo había hecho al invertir el tiempo en limpiar la casa completamente, ella me dijo que solo tocaba mantener ese estado de limpieza con las citas semanales.
Hablando con la señora, aprendí que ella era la dueña del negocio, el cual ya tenía tres años de operación. La semana siguiente, para la segunda cita, nos visitó otra señora de la misma Compañía “A” quien simplemente hizo un trabajo básico de limpieza y concluyó su visita (Y aquí viene la situación y razón de este articulo) al ofrecernos el mismo servicio de limpieza, pero ¡por un precio más bajo!
Ella explicó que ya tenía su propia compañía de limpieza “B” y que deseaba que nosotros canceláramos el contrato con la Compañía “A” y la contratáramos a ella… ¿Qué haría usted en esta situación? ¿Contactaría a la dueña? ¿Tomaría la oferta del mismo servicio a menor precio?
La verdad es que no hay respuesta correcta en esta situación, pues esa NO es la pregunta importante a mi punto de vista. La verdaderas preguntas son: ¿Por qué consideramos que este tipo de “ROBO” es aceptable entre nuestra comunidad? ¿Hubiese pasado igual si yo fuera un cliente americano? ¿Hay lealtad entre nosotros los hispanos? ¿O somos iguales a los cangrejos en una cubeta?
La Historia de los Cangrejos en una Cubeta…
Un turista visita al mercado de mariscos en un pueblito de pescadores, después de almorzar, decidió comprar unos cangrejos vivos para la cena de esa noche, Pasó al primer puesto y el pescador le enseñó unos cangrejos dentro de una canasta bastante alta, la cual estaba tapada con una tabla, el turista le preguntó: “¿Por qué están tapados con una tabla?”, Ah!, -dijo el vendedor- “Es que son cangrejos Gringos, y si no los tapo, pues empieza uno a escalar hasta que por esfuerzo propio salta de la canasta y se escapa, y si no los tapo, ¡pues me quedo sin cangrejos!.”
“WOW! “-expresó el turista y se fue al siguiente puesto-, ahí estaba una canasta mucho más alta y tapada con una tabla y dos ladrillos de sobre peso. Le hizo la misma pregunta al vendedor quien respondió: “Estos son cangrejos son japoneses y cuando uno se quiere escapar, trabajan en equipo… empieza a apoyarse en los demás, y éstos van empujándolo hacia arriba apoyados en otros y así sucesivamente, de tal manera que se forma una pirámide hasta el borde y entonces el cangrejo se escapa.”
“Interesante, que bien!” -pensó el turista y se fue al último puesto-, ahí estaba una canasta de cangrejos con un pequeño borde y destapada. -¿Y esta por qué está tan desprotegida? ¿No le da miedo que se le vayan a escapar? – Le pregunta el turista- “No, no hay problema” -dice el vendedor– “¡Estos son cangrejos hispanos, cuando uno está tratando de sobresalir, entre todos se encargan de jalarlo pa’bajo…!”
Esta fábula ilustra una realidad muy cierta en nuestra comunidad hispana en Atlanta que si no logramos cambiar y rectificar a tiempo, será un obstáculo más que nos tocará enfrentar y saltar en ruta a nuestro crecimiento y poder económico.
¿Que causa este fenómeno? En mi opinión es parte de nuestro gran deseo de ser independientes sin entender los pasos necesarios ni medir las consecuencias. No nos unimos como comunidad porque francamente, no nos respetamos y a la misma vez no nos apoyamos.
Con nuestras tenazas nos jalamos “pa’abajo”. Ejemplos: el empleador que no respeta a su empleado y no le paga la cantidad correcta, ni a tiempo o el empleado que cree que la mejor forma de entrar a un mercado es ofreciendo el mismo servicio a un precio más bajo, sin respetar los clientes de su empleador y sin darse cuenta como le afectará su reputación en un futuro.
No nos respetamos, y por eso no nos unimos. La realidad es que otras comunidades entienden de nuestra división y se aprovechan de esto. Comienzan tomando control de nuestros verdaderos talentos y habilidades a muy bajo costo, se enfocan en ayudar y crecer juntos con su comunidad y por último ellos crecen su poder económico mientras nosotros nos quedamos cargando literalmente sus cubetas.
Si deseamos un futuro deberíamos cambiar nuestras diferencias, enfocarnos en respetarnos como hispanos y emprendedores, velar por nuestros intereses como comunidad y trabajar en conjunto para lograr todos juntos escalar y escapar esta cubeta de pobreza.
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