Migajas de amor
La semana pasada fui con mi hija a una gasolinera y vimos a una joven de unos 18 años de edad que estaba parada afuera del edificio; ella tenía bastante maquillaje en su cara, y estaba vestida toda de negro; traía con ella una maleta grande, estaba fumando y estaba ahí como esperando a alguien que pasaría por ella.
Entré a la gasolinera y junto al cajero automático (ATM) había un tarjetero con unas tarjetas muy llamativas que decían “SAFE PLACE, For youth… someplace to go. Someone to help” (LUGAR SEGURO, Para jóvenes… un lugar a donde ir. Alguien que puede ayudar).
Cuando mire en el interior de la tarjeta me di cuenta que se trataba de un lugar de ayuda para jóvenes de 18 años o menos, que se han fugado de su casa, o que quizás estén pensando hacerlo.
Pareciera que la joven que vi en la gasolinera se estaba fugando de la casa, y me puse a pensar ¿qué hace que una jovencita quiera escapar de su casa, qué cosas la han forzado a tomar una decisión tan drástica? quizás es porque están buscando migajas de amor; quizás es porque piensan que en su casa no están recibiendo el amor que necesitan.
Todo ser humano necesita recibir muestras de amor; todos necesitamos cariño, sentirnos apreciados, y muchas veces cometemos el error como padres de pensar que porque proveemos el dinero para que ellos puedan alimentarse, vestirse, tener un techo, ir al escuela, etc. que eso es una prueba suficiente de que amamos a nuestros hijos.
Es posible que si nuestros hijos se van de casa antes de tiempo, es porque no han sentido ese amor, o han sentido rechazo, incomprensión, etc. y esto también va mezclado con todas esas emociones propias de la adolescencia, en donde los niños empiezan a convertirse en adultos; y necesitan mucha ayuda, comprensión y paciencia.
Ellos necesitan ser comprendidos en lugar de ser criticados. Necesitan un abrazo en lugar de ser rechazados. Ya que si eso no lo encuentran en casa con sus padres, lo van a buscar fuera de casa, y van a parar en el primer lugar que les ofrezca esas migajas de amor que tanto necesitan.
Esta situación es muy peligrosa para los jóvenes, especialmente para las jovencitas ya que por lo general terminan en manos de hombres que por un lado le ofrecen ese cariño y amor que buscan, pero que una vez que comienzan a tener relaciones sexuales, por lo general, la relación puede convertirse en algo diferente a una relación sana de pareja, y se corre el riesgo de quedar embarazadas, y en el peor de los casos, el padre del inocente bebé no se quiere hacer responsable y se aleja de la mujer que supuestamente amaba.
Es irónico que al huir de casa buscando encontrar la “felicidad” termina siendo peor, ya que ahora pudiera haber un bebé de por medio, una relación rota, y poco o nada de dinero para salir adelante; y si a eso le agregamos que generalmente en medio de todo esto hay consumo y/o abuso de bebidas alcohólicas, tabaco y en muchos casos hasta drogas; el panorama del futuro de dicha joven se ve bastante desalentador.
Es importante que tanto los padres, como los hijos que estén atravesando por este momento tan delicado, dejen de lado el orgullo y la vergüenza, y se den la oportunidad de dialogar, y buscar consejería para poder sanar las heridas emocionales que se han causado con el tiempo. Nunca es demasiado tarde para la reconciliación.
Si estás atravesando por esta situación, o si conoces a alguien que necesita ayuda; a continuación comparto la información que encontré en esa tarjeta: Puedes llamar al 1-800-786-2929 o 1-800-RUNAWAY o mandar un mensaje de texto con la palabra SAFE y el lugar donde te encuentras al número 69866 para recibir información sobre el refugio para jóvenes más cercano (local youth shelter). Las llamadas son confidenciales y puedes llamar las 24 horas del día, 7 días a la semana.
Que Dios te bendiga,
Eduardo Silva
www.eduardosilva.biz