Cuando las fronteras nos separan
POR LAURA POSADA
Por cualquier motivo, siempre hay personas que están dispuestas a dejar sus propios países, raíces y familiares e irse a otro sitio, muchas veces desconocido, a construirse un futuro.
Dentro de esos motivos, los principales son los económicos; la gente se mueve a donde piensa que le va a ir mejor en términos de dinero, porque va a ganar más, va a gastar menos, va a poder ahorrar, sus hijos tendrán un futuro más estable. Hay otras razones entre las que se encuentran motivos políticos, de seguridad, de estudios, de aspiraciones más altas. En cualquier caso, dejar tu país es muy difícil y llegar a otro con distintas costumbres y valores, a veces con climas e idiomas diferentes, puede ser un shock y algo difícil de asumir.
La inmigración no puede ser un acto impulsivo: es importante planificarla, tener muy claros tus objetivos, tus recursos, los requerimientos en el nuevo país, para que puedas ser exitoso. También es fundamental elegir un sitio donde tus posibilidades de quedarte y vivir dignamente se maximicen, y averiguar todo lo que puedas de ese país antes de llegar.
Es importante evitar el desarraigo: el desarraigo es olvidarse de las raíces y renegar de tu origen. Es importante que te mantengas en contacto con los familiares que dejaste, que te preocupes por ellos, que estés al día con lo que sucede en tu país de origen.
Afortunadamente vivimos en la época del Skype, el Facetime y el correo electrónico, herramientas que facilitan la comunicación. Si tienes los medios, viajar de vez en cuando a tu país de origen es una manera excelente de mantenerte conectado.
Haz lo posible por adaptarte a tu nueva cultura: el viejo dicho “a donde fueres haz lo que vieres” aquí se aplica muy bien. Interésate por aprender todo lo que puedas sobre el nuevo país, trata de adaptarte a sus costumbres; también evita criticar lo que no te parezca, con quedarte callado tienes suficiente o haz críticas constructivas cuidando tus palabras para no ofender a los lugareños.
Después de todo, te están recibiendo en su país, y es como si fueras a casa de un vecino a criticarlo, no lo harías, ¿verdad? Una de las mejores formas para adaptarse es la integración con la gente del nuevo país.
Aunque te sientas tentado a rodearte de paisanos, es importante que busques nuevas amistades dentro de los lugareños. Ellos te podrán dar una excelente perspectiva de lo que es vivir en tu nuevo país.
@PosadaLifeCoach