El voluntariado es importante
Por la Dra. Veronikha Salazar.
Mi madre inculcó en nosotros siempre el ayudar a otros, el ser voluntarios. Ella lo hacía mucho. Y cuando estaba muy ocupada, siempre encontró tiempo para ser voluntaria; ya sea en la iglesia cantando en el coro o visitando enfermos o cosiendo los uniformes de niños en nuestro vecindario. Fue lo que Cristo hizo y deseó que hiciéramos. Así que ella lo hizo. Era una voluntaria en mi escuela y con algunas organizaciones de nuestra comunidad.
El ser voluntaria, de alguna forma u otra, ayudo a mejorar la vida de algunas personas y de nuestra comunidad misma; pero, también la ayudo a mejorar a ella misma. El ser voluntaria hizo que se siente mejor. Como verá, ella tenía una enfermedad crónica. Se estaba muriendo. Pero, aún así, ella trató de ser voluntaria en algún lugar. El voluntariado le dio la energía (aunque no física) de seguir luchando cada día.
EL voluntariado de mi madre nos influenció. Así que decidimos ser voluntarios en diferentes lugares; aún cuando ella ya no estaba con nosotros. El ser voluntarios nos ayudó a mantener su memoria viva. Pero, también nos mantuvo fuera de las calles y de malas influencias. Y cuando pensé que ayudaba a otros, eran ellos los me ayudaban a mí.
El voluntariado me ayudó a ser una mejor persona. Me ayudó a ser más sensible a las necesidades y el dolor de otros. Me ayudó a entender que a veces otros pasan por cosas peores que yo. Me ayudó apreciar mas a mi familia, la vida, y el alimento que comía y la ropa que llevaba puesta. El voluntariado me trajo la oportunidad de conocer a otras personas. Me permitió ser un mentor y tener mentores. Pero, lo más importante (y sin saberlo en aquel entonces) me trajo apoyo ayuda financiera.
Yo se que era una buena estudiante. Pero, al solicitar becas, siempre quieren saber de mi servicio a la comunidad, mi experiencia de voluntariado. Eso era fácil para mí. Yo era una voluntaria. Había podido balancear estudio, trabajo y el voluntariado. Con eso yo sé que destaqué más entre los otros solicitantes. Yo había ayudado a otros y no sólo a mí mismo. Tenía experiencia de ser voluntario y esa fue una gran diferencia.
Así que, mientras está en la escuela (colegio secundario, universidad o colegio comunitario) busque por oportunidades de voluntariado. Piense en las cosas que le gusta hacer. Piense en las cosas que lo apasionan mucho. Piense en esas cosas o los lugares que le traen ternura y compasión. Pero, piense también en su horario de clases y en sus habilidades.
Hay muchos lugares donde puedes ser voluntario, como en la escuela y dentro de su comunidad. Y, puede hacerlo después de sus clases o durante los fines de semana. Empiece por hablar con sus maestros o sus amigos que de repente son voluntarios en algún lugar. Mire en los periódicos locales, o llame a organizaciones de su comunidad.
Si está en el colegio secundario, puede comenzar por ser un mentor de algún niño de colegio primario; o dando clases privadas a otro estudiante; puede ser voluntario en hogares de jubilación, en bancos de alimentos, etc. Pero, si está la universidad, busque la oficina/centro de voluntarios.
Visite la oficina de Actividades para Estudiante (Students Activties o Student Life por sus nombres en ingles). Esas oficinas siempre promueven el voluntariado dentro de su mismo campus o en su comunidad. Si Ud. quiere buscar por si mismo oportunidades de voluntariado visite http://www.volunteer.gov/gov/ o http://www.volunteermatch.org/ Estas páginas en internet le ayudarán a encontrar oportunidades de voluntarios por ciudad, estado, organizaciones y por Código postal.
Aunque Ud. quizás no reciba ninguna recompensa monetaria (en este momento) por su voluntariado Ud. podría recibirlo cuando Ud. menos lo espera. Además, el ser voluntario hará que futuros empleadores o comités de becas vean que Ud. es una persona responsable y que se preocupa por otros.
Si el voluntariado no le trae una recompensa monetaria, al menos le traerá una satisfacción. La satisfacción personal de haber hecho algo por alguien en su comunidad.
Si Ud. Tiene preguntas o comentarios escríbame a veronikha.salazar@armstrong.edu o llámeme al 912-344-2512. Me encantaría responder algunas de sus preguntas!