Ana Fuentes: La mirada humana de su caso migratorio
Por: Rafael Navarro-ENG
Cuando le pregunto por el error más común que la abogada Ana Fuentes, ve en su práctica como abogada de inmigración en Atlanta, no tarda en decir que los notarios, siguen poniendo esa mancha oscura en el futuro migratorio de muchas familias latinas.
Y es que, al ser este un caso de vieja data, pareciera que poco estaba dándose, pero las evidencias de Fuentes son elocuentes.
“El error más grande que yo veo es el uso del notario, lo que pasa es que, en nuestros países, incluso en mi anterior jurisdicción en Louisiana el notario tiene que ser abogado, y después pasa una revalidación notarial, es más tiene un poquito más que un abogado normal, aquí en Georgia ese no es el caso”, dice.
Y así es, solo que algunas veces por desinformación o por quererse ahorrar unos dólares, los resultados resultan más costosos.
“Esas personas [los notarios] están usando ese título y están defraudando (a los clientes). No todos, porque hay unos que son muy honestos y los refieren y los ayudan a llenar formas, pero hay ciertos fraudes incluso de la forma como se están ellos mismos anunciando”
Dice Fuentes que hay notarios llevando casos, y llegan a un punto en que está todo dañado y ya cuando vienen a verla es un caso que está, en mucha peor posición de lo que pudo haber estado en un principio.
“Asegúrense de que están hablando de verdad con un abogado de inmigración”, advierte categórica la abogada.
Dice que entre los errores comunes a los que conducen a las personas es en el mal llenado de los documentos y las personas terminan en proceso de deportación y dice que ha visto casos, en los que, los mandan a entrevistas consulares cuando las personas no eran admisibles otra vez y entonces deben quedarse fuera del país por 10 años…
“Ellos [los notarios] siempre llenan las formas, pero no las firman…” señala y eso le está costando a las personas tanto en resultados como en dinero.
Una abogada que no cobra
En sus 19 años de ejercicio profesional, Fuentes dice que ha tenido varias etapas, porque empezó como defensora de la policía en Luisiana, pero a raíz del huracán Katrina se trasladó con su familia a Atlanta y aquí desde 2006 cambió su práctica al derecho migratorio lo cual le ha traído muchas satisfacciones.
“Inmigración es más personal, más humano cada caso…”, dice esta abogada que estudio en la universidad de Emory y luego derecho en la universidad de Loyola, además madre de 4 hijos varones.
“El poder ver cada vez que uno le está ayudando a alguien, cada cliente que viene por esta oficina tiene una cara una historia, una familia, son muy tristes a veces los resultados, pero en su mayoría, me llena de mucha alegría, poder ayudar de esta manera”, señala.
En lo personal, dice que ha tenido la buena fortuna de haber escogido la carrera del derecho porque, aparte de entrevistas y juicios, le da la oportunidad de programarse con sus clientes…
“Yo he aprendido a trabajar mucho a las 3 de la mañana antes de que mis niños se levantaran cuando eran pequeños, la mayoría de lo que escribió lo hago entre las 3 y las 6 de la mañana, contesto la mayoría de correos electrónicos a esa hora. Una vez que se levantan los niños estoy con ellos y la mayoría de los días, puedo ser yo la que los busca después del colegio también”.
Todo esto, la hace sentirse muy entregada a lo que hace, de ahí que desde hace dos años ella no cobra la primera consulta, entendiendo que es el momento crucial para saber si puede o no ayudar a un individuo o una familia.
“Si no hay un caso yo lo sé en 10 minutos y no le doy larga al asunto por una hora para luego cobrar…que el miedo a pagar 100 o 150 dólares por una consulta no los haga sentirse bien [a los clientes] y creo que es una razón que los lleva hasta los notarios…”, comenta.
Sabe que muchos de sus colegas la critican por la medida de no cobrar esa consulta inicial, pero dice que ella ve todos los días las recompensas en los resultados de sus clientes.
Todavía hay por hacer
“Las cosas de inmigración están un poco difíciles no solo en Atlanta, yo creo que nacionalmente” reconoce Fuentes, pero al mismo tiempo, les recuerda que no es buen momento para que las personas piensen que no hay nada qué hacer.
“Creo que es muy importante asesorarse con un abogado de inmigración y buscar más de una opinión. Importante no dejar pasar el tiempo porque puede que si hubiera podido hacer algo y no se hizo en su momento”.
Recomendaciones
En su experiencia la abogada Ana Fuentes, dice que todo inmigrante debe siempre tener en cuenta aspectos como:
-Preparen los impuestos: y vayan con personas que les digan cómo prepararlos correctamente.
-Asegurarse de cuando llenen aplicaciones: no hacerse pasar por ciudadano porque eso afecta procesos migratorios, porque ese tipo de mentiras no tienen perdón.
-Asesorarse con dos o tres abogados y no esperar a ser arrestado, de pronto hay algo que se puede hacer en su caso y usted no lo sabe.
-Para los que tienen TPS estar pendientes de los procesos en las cortes federales.
-Para los Dreamers, que hagan su GED, desde ahora por si el programa llega a renovarse.
-Tratar de no ser arrestado, cuidarse lo más que uno pueda.
Cómo obtener una consulta gratis con la abogada Ana Fuentes
La abogada Ana T. Fuentes, atiende solo casos de inmigración en la Oficina del Abogado Richard Summers, ubicada en el 3384 Peachtree Rd, NE, suite 275, Atlanta 30326. Puede llamarla a los números: (404) 842.1404 y (404) 609.3266.