Llevan ante las Naciones Unidas casos de mujeres esterilizadas en Georgia
“Horas después de que hablé con los investigadores, ICE me deportó”. Enna Pérez, testigo clave en la investigación federal que se realiza en contra del centro de detención Irwin y la clínica ginecológica Mahendra Amin.
El Nuevo Georgia News.
Project South y la Clínica Legal Transnacional de la Facultad de Derecho Carey de la Universidad de Pensilvania presentaron una comunicación urgente ante las Naciones Unidas que aborda las violaciones estadounidenses del derecho internacional en los centros de detención de inmigrantes en Georgia y pide una visita coordinada al lugar y una condena internacional, por los abusos contra inmigrantes que se llevan a cabo en estas instalaciones.
La comunicación, que fue presentada ante la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, y el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Discriminación contra las Mujeres y las Niñas, y otros Procedimientos Especiales de la ONU, responde a informes de negligencia médica y maltrato a mujeres bajo la custodia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en el Centro de Detención del Condado de Irwin (ICDC) en Ocilla, Georgia.
Los informes de abuso incluyen relatos de mujeres inmigrantes que fueron sometidas a procedimientos ginecológicos innecesarios, incluidas cirugías no consensuadas que dejaron a las mujeres incapaces de tener hijos.
“Durante años, los inmigrantes han estado pidiendo el reconocimiento de su derecho a la dignidad y a ser tratados con humanidad, pero con poco éxito”, dijo Azadeh Shahshahani, directora legal y de defensa de Project South.
Las querían deportar
Abogados y organizaciones pro inmigrantes denunciaron en los últimos días, que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), estaría acelerando los procesos de deportación de mujeres que han presentado sus testimonios con los agentes que investigan el caso en contra de la clínica ginecológica Mahendra Amin, responsable, de acuerdo con las acusaciones, de realizar extracciones de úteros y otros procedimientos quirúrgicos a reclusas del centro de detención para inmigrantes Irwin, sin su consentimiento.
“Esta semana trataron de deportar a dos mujeres que son claves en las investigaciones que se realizan”, dijo Adelina Nicholls, directora ejecutiva de la Alianza Latina por los Derechos Humanos de Georgia GLAHR.
De acuerdo con abogados que trabajan en el caso, el número de mujeres inmigrantes que alegan haber sido sometidas a procedimientos ginecológicos sin su consentimiento en manos del doctor Amin ha aumentado a 43.
“17 de estas mujeres permanecen detenidas y sabemos que ICE las está intimidando con ser deportadas para que no hablen”, dijo Mike Bannon, de la escuela de Leyes de la Universidad de Columbia en Nueva York, quienes trabajan con las detenidas.
Bannon además dijo que aparte de las amenazas de deportación, las mujeres están siendo víctimas de malos tratos en el centro de detención.
Por meses se ha acusado al médico de la clínica del centro de detención de extirpar los úteros de las mujeres sin su consentimiento.
“Están tratando de evitar que siga saliendo información del centro de detención”, puntualizó Adelina Nicholls.
Bannon citó el caso de Yanira Yesenia Oldaker, una inmigrante de 36 años, recluida en Irwin y quién estuvo a solo minutos de ser deportada luego de hablar con los investigadores.
“Ya estaba en el aeropuerto cuando mis abogados lograron frenar mi deportación”, dijo en una llamada telefónica, en dónde además aseguró que su mayor temor es que la separen de su hija de 11 años y llegar a un país del cual no conoce nada, pues fue traída a Estados Unidos cuando tenía 3 años.
“Por favor ayúdenme, necesito parar mi deportación, ya he sufrido lo suficiente”, dijo en una entrevista telefónica en donde relata haber sido sometida a procedimientos médicos por parte del doctor Amin y por cuál figura ahora, como una víctima y testigo clave en la investigación que se realiza.
Pero hay otras mujeres que no corrieron con la suerte de Yanira y ya han sido deportadas, este es el caso de Enna Pérez, quien fue deportada a El Salvador, el pasado 22 de octubre, tan solo unas horas después de haber hablado con los instigadores que llevan el caso.
“Yo tenía programada una cirugía, pero me deportaron antes” indicó Pérez, quien se ha convertido también en testigo clave en la investigación.
A mí me deportaron para callarme, a mí no me alcanzaron a operar, pero si ayudé a muchas mujeres que fueron operadas y llevadas al centro de detención, las heridas se les infectaron, les salía pus y supuraba sangre y yo en lo que podía las asistía”, relató Pérez.
La salvadoreña además dijo que muchas de las mujeres nunca entendieron lo que les hicieron porque no tuvieron una asistencia adecuada con un traductor certificado.
“El doctor Amin nos atendía de mala manera, y nos traducía una trabajadora de él que no estaba certificada para hacer eso y pues no explicaba bien los procedimientos, incluso solo decía firme ahí y ya” detalló Pérez.
ICE se defiende
Por su parte en un comunicado de prensa, ICE aseguró que estaba cooperando con la investigación que realiza el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, y en donde también aseguró que las alegaciones de amenazas de deportaciones no son ciertas.
“Cualquier sugerencia de que la agencia Federal ha estado tratando de impedir la investigación deportando a las entrevistadas es completamente falsa”, se lee en el comunicado.
Este caso salió a la luz el pasado 14 de septiembre cuando la organización “South Proyecct”, junto a otras organizaciones presentaron una queja, respaldada por Dawn Wooten, una ex enfermera el centro de detención Irwin quién confirmó los procedimientos quirúrgicos y malos tratos que indicó eran víctimas las recluidas en el centro detención.