Los latinos no quieren seguir poniendo más muertos
Por: Rafael Navarro- ENG
El informe “2018/Muerte en el Trabajo: El Costo de la Negligencia”, recogido por la agencia de noticias Notimex, muestra que las muertes de los mexicanos en Estados Unidos representaron el 61 por ciento de los decesos de latinos inmigrantes en el trabajo, en lo que fue un descenso respecto del 78 por ciento un año antes.
“La mayor parte de los decesos correspondieron a trabajadores migrantes, especialmente en la industria de la construcción, transporte y agricultura.
Aunque el total de muertes de trabajadores migrantes de origen latinos descendió en 2016, el número de muertes de trabajadores inmigrantes en general aumento de 943 en 2015 a 970 el 2016, la cifra más alta desde 2007, por eso todos los esfuerzos son válidos para educar y prevenir la pérdida de vidas”
Jefferson Domínguez, tiene una compañía de construcción en Atlanta, y para él, el tema de la seguridad es algo fundamental.
“Yo pienso que siempre debemos tener como el cuidado del ser humano, y siempre somos responsables por todos nuestros grupos”, dice Domínguez, refiriéndose al compromiso que, como líderes de sus trabajadores, les asiste en el tema de la seguridad.
Con eso en mente, la Asociación Hispana de Contratistas en la Construcción, acaba de terminar uno de sus ciclos anuales sobre seguridad, en el cual no solo tomaron parte sus afiliados, sino representantes de compañías que apoyan a la organización como Georgia Power o la Autoridad del Transporte Metropolitano de Atlanta—MARTA, por sus siglas en inglés.
Una muerte es demasiado
Azael Cárcamo, quien tiene una compañía de seguridad y educación ocupacional, dice que su trabajo es cien por ciento enfocarse en capacitar a las personas para que puedan hacer su trabajo de manera segura.
“Trabajamos en todas las áreas industrial y comercial, pero más en la construcción”, y es que el área de la construcción es uno en donde más se producen accidentes laborales, en muchas ocasiones por falta de prevención.
“En conciencia definitivamente es donde más fallamos”, dice Cárcamo, haciendo alusión a los trabajadores en nuestra comunidad hispana.
Dice que, ninguno está preparado para un funeral, razón por la cual, debemos tener más conciencia al momento de tomar todas las medidas del caso en los sitios donde laboramos, especialmente si son trabajos de riesgo.
“Nadie quiere ver accidentes y los accidentes laborales estadísticamente son muy fuertes.
Dos personas pierden la vida en el lugar del trabajo diariamente, según las estadísticas de la Oficina de Salud y Seguridad Ocupacional—OSHA”, recuerda.
La capacitación es fundamental
El programa de capacitación de la Asociación Hispana de Contratistas en la Construcción consta de varios temas fundamentales, entre los que se encuentran: Cómo cumplir con las regulaciones de OSHA y ser más competitivos; los accidentes más comunes y cómo prevenirlos.
Así mismo, el manejo de químicos y su derecho a entender estas sustancias y cómo protegerse su salud de estos, entre otros.
“Cuando las personas van y toman clases de seguridad, inconscientemente se les implantan esos conocimientos y los empiezan a poner en práctica que ni cuenta se dan…pero funcionan”, dice Cárcamo.
Dice que la cultura de estar educado y estar certificado en esa materia funciona, porque al final de cuenta se transite en que los seres queridos los van a ver al final del día”
“Como líderes y constructores debemos estar seguros de que, todos los de la obra deben tener un plan de seguridad para evitar accidentes” añade Domínguez.
En su experiencia, señala que los accidentes que ha visto son más en los carpinteros como en la forma de manejar el equipo correctamente.
“Cómo amararse en el techo, tener equipo adecuado en el clima exterior y cómo montarse en las escaleras”, afirma.
Para Domínguez, ciclos de seguridad como el que ofrece la Asociación Hispana de Contratistas en la Construcción, son necesarios, porque se aprende siempre algo nuevo.
“Nos educamos y esa educación la trasladamos a nuestra gente, estoy muy agradecido, tenemos mucha gente capacitada que nos dan ejemplos y testimonios de cómo tener un plan de seguridad efectivo”.
Pero las cifras siguen altas
Las estadísticas muestran que, en total, 879 trabajadores latinos murieron en accidentes laborales en 2016, una reducción en relación con el número de 903 en 2015, lo que refleja en parte la caída en los accidentes fatales de los trabajadores migrantes.
La tasa de mortalidad laboral de los latinos se colocó en 3.7 por cada 100 mil trabajadores en 2016, comparado con 4.0 en 2015 y 3.7 en 2014. La tasa actual de mortalidad entre trabajadores latinos es sólo una décima de punto porcentual más alta que el promedio nacional.
Por comparación histórica, el más alto porcentaje de muertes de trabajadores latinos tuvo lugar en 2001, con una tasa de 6.0 de cada 100 mil trabajadores. Desde entonces se ha registrado un descenso de 38 por ciento de la mortalidad.
Por sectores, la industria de la construcción fue responsable por el mayor número de muertes laborales de latinos en 2016 con 283 del total, la misma cifra que en 2015, seguida por la de transportación con 108, y manejo de desperdicios con un total de 112.
Se estima que el costo de los accidentes laborales asciende a entre 250 mil millones a 360 mil millones al año.
