Sobrevive al COVID-19 y hoy libra otra batalla
Por: Irene Díaz-Bazán
“Siento que he renacido”, dijo Ángel Wilfredo, el patriarca de la familia Rodríguez, al abandonar el hospital donde estuvo internado durante 73 días. El hombre salvadoreño libró la más fuerte de las batallas y finalmente derrotó al COVID-19 que lo mantuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Northeast Georgia Medical Center.
Escoltado por el personal médico, Ángel Wilfredo Rodríguez de 60 años, salió en una silla de ruedas y se fundió en un abrazo con su esposa Felipa y su hija Yamileth, segundos después el resto de su familia se unió a la celebración de vida.
“Esto es un milagro. Gloria a Dios”, dijo Felipa Cruz, su esposa, arrodillándose en las afueras del centro médico.
El padre y abuelo quien solía trabajar en una fábrica procesadora de pollos, en Gainesville, en el condado de Hall, fue diagnosticado con coronavirus a fines de marzo, aunque su familia ignora dónde realmente contrajo el virus.
“Fueron días muy difíciles porque siete miembros de nuestra familia dieron positivo al coronavirus”, dijo su hija Sonia Yamileth, la mayor de sus hijas en su casa en Gainesville a El Nuevo Georgia.
Según las autoridades de salud del estado de Georgia, el condado Hall, ha sido identificado como uno de los puntos críticos donde hasta inicios de julio se habían reportado más de 3,400 casos confirmados de COVID-19.
Muchos de esos casos provienen de trabajadores esenciales, y los latinos como Rodríguez, representan la mitad de los casos positivos en ese condado.
Al borde de la muerte, Ángel permaneció entubado y conectado a un ventilador mecánico.
Pero -afortunadamente- esos días quedaron atrás para el centroamericano.
“En medio de la enfermedad pensaba qué pasaría con mi familia si yo les faltara; especialmente a mi esposa que también está delicada de salud”, expresó, aún con la voz apagada, 60 libras menos y con la herida en el cuello producto del procedimiento de traqueostomía que le hicieron en el hospital.
La batalla por salir adelante
Ángel Wilfredo Rodríguez, es uno de los verdaderos rostros del COVID-19 y representa unas de las cifras de pacientes recuperados.
Y aunque hoy, celebra estar vivo; desde que fue dado de alta del hospital el 7 de junio el hispano lucha por su supervivencia económica.
“Al dejar de trabajar, que ya son más de tres meses, no tenemos ingresos, no tenemos dinero y he dejado de pagar la camioneta y”, dijo mortificado. |
Y sin contar con el único medio de transporte, las necesidades de la familia Rodríguez son enormes.
La pareja de esposos también se mudó a casa de una de sus hijas para ser atendidos y evitar el pago de vivienda.
“Mi hija no trabaja por cuidarnos”, dice Ángel Wilfredo, aún convaleciente, resintiendo los fuertes estragos del coronavirus.
La familia intenta conseguir recursos a través de los beneficios de desempleo otorgados por el Departamento de Trabajo de Georgia.
Incluso intenta obtener la Asistencia de Desempleo por la Pandemia (PUA, por sus siglas en inglés) que es una de las disposiciones de la Ley federal CARES que se decretó en medio de la pandemia, para apoyar a personas desempleados que generalmente no son elegibles para los beneficios regulares del Seguro de Desempleo (UI, por sus siglas en inglés).
“Mi papá es ciudadano, pero le han negado el beneficio, no sabemos por qué”, dice Sonia Yamileth Rodríguez, angustiada por la precaria situación de sus padres.
Ayuda comunitaria:
Si desea colaborar con la familia Rodríguez o puede ponerlo en contacto con alguna organización de asistencia por favor llamar al 678-779-7294.