Carpe Diem
Por: Rafael Valter
Es una expresión de origen en el latín que puede ser traducida al Español como “Aprovecha el momento”. La expresión fue acuñada por el filósofo y poeta Romano Horacio, y la utilizó en el poema número 11 del primer libro de Odas mientras se dirigía a una amiga a la cual le dice “carpe diem quam minimum credula postero”, que significa “Aprovecha el momento y confía lo menos posible en el mañana”.
El consejo es el resultado de su percepción del mundo, es cierto que es imposible saber hasta cuando viviremos, pero Horacio también piensa que no se puede saber lo que nos espera después de la muerte. Se puede decir que el dicho es una respuesta a su miedo a la muerte. Ese miedo es algo que perdemos al comenzar una relación salvífica con Jesucristo, pues ahora que creemos en Su nombre y vivimos para Él, sabemos con certeza lo que nos ocurrirá después de la muerte.
Indiferentemente de la razón por la que Horacio la inmortalizó, “Aprovecha el momento” es una expresión que refleja bien la urgencia del evangelismo, Jesús, Dios en la carne, dijo lo mismo de manera diferente:
Juan 4:35-36 (NTV) “Ustedes conocen el dicho: ‘Hay cuatro meses entre la siembra y la cosecha’, pero yo les digo: despierten y miren a su alrededor, los campos ya están listos para la cosecha. A los segadores se les paga un buen salario, y los frutos que cosechan son personas que pasan a tener la vida eterna. ¡Qué alegría le espera tanto al que siembra como al que cosecha!”
Jesús está diciendo dejen de esperar para hablarle a las personas de la eternidad, comiencen a hablarles inmediatamente para que más personas reciban la salvación. Esperar podría ser catastrófico. Bien dice Eclesiastés 9:4 (NTV) “Hay esperanza solo para los que están vivos. Como se suele decir: ¡Más vale perro vivo que león muerto!”.