Colportor
Por: Rafael Valter
La palabra colportor no aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, porque es en realidad un galicismo, o sea, una palabra derivada del francés, específicamente de la palabra colporteur y se utiliza para designar ya sea a un distribuidor de literatura religiosa o, a alguien que lleva buenas noticias. La palabra es muy utilizada en los libros que hablan de la historia del cristianismo y las misiones evangelísticas.
Al parecer su origen francés se debe a que los primeros en utilizarla fueron los Valdenses del siglo XII, quienes eran cristianos evangélicos seguidores de Pierre de Vaux, también conocido como Pedro Valdo, un hombre rico que se llenó de miedo al morirse un amigo suyo mientras conversaba con él, lo cual lo llevó a indagar acerca de la vida después de la muerte de mano de un sacerdote católico, quien le contó la historia del joven rico que se halla en Mateo 19.
Pero Valdo a diferencia del joven rico, realizó lo que Jesús pidió en la historia y regaló todo su dinero en víveres a los pobres de Lyon, Francia, mandó traducir el Nuevo Testamento del latín al francés, e hizo que mensajeros fueran de puerta en puerta leyendo la biblia a los que no sabían latín; es por lo que a Valdo se le considera un precursor de la Reforma Protestante.
El lema de los Valdenses según su sitio de internet es “La luz en las tinieblas resplandece”, cita bíblica correspondiente a Juan 1:5. Cuya primera referencia podemos hallarla en Isaías 9:2 “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”; podemos decir que Isaías es el primer colportor trayendo esta profecía con las buenas noticias de la llegada de nuestro Señor Jesucristo, que ocurriría unos 700 años más tarde.