Libres del juicio
Las perspectivas económicas y ecológicas son alarmantes; los conflictos actuales hacen que la gente tenga miedo de otros venideros… ¡Sí, los temores de mucha gente con respecto al futuro son fundados!
La Biblia nos habla de acontecimientos todavía más terribles cuando los juicios de Dios caigan sobre la tierra.
Pero lo más importante para cada uno de nosotros es esta palabra: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). ¿No le parece solemne? Todos los que durante su vida no hayan aceptado a Jesús como Salvador, tendrán que comparecer ante el Dios santo y justo para ser “juzgados cada uno según sus obras” y ser lanzados “al lago de fuego” (Apocalipsis 20:13, 15).
Hoy el deseo de Dios, quien ama a sus criaturas, es que cada uno reflexione sobre el futuro que él le ofrece, un futuro feliz en su presencia durante la eternidad. Mientras estamos en esta tierra, Dios nos apremia a aceptar sin tardar el medio para escapar de la condenación. Este medio es la fe en “Jesús, quien nos libra de la ira venidera”.
Para los que creen en Jesús, Dios hace mucho más que liberarlos de su ira: los adopta y hace de ellos sus hijos. Reciben su paz y su favor desde el momento en que depositan su confianza en su Hijo Jesucristo. Entonces pueden decir: “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1).