¿Qué Alimento?
Un creyente fue invitado a un restaurante ubicado en una catedral. Como muy poca gente acudía a los oficios, la construcción había tenido que ser vendida. Para llenarla nuevamente, sólo fue necesario darle otro uso.
Los clientes parecían muy contentos comiendo en un lugar tan insólito. Una pregunta atravesó la mente de ese creyente: ¿Hubo una vez tanta gente en ese edificio cuando todavía era un lugar de culto, y en donde se leía la Biblia?
Si es necesario alimentar bien el cuerpo, ¿no es por lo menos igual de importante preocuparse por el alma? La salvación de nuestra alma y nuestro futuro eterno dependen de las decisiones que tomemos durante nuestra vida terrenal.
Dios dice claramente: Os he puesto delante la vida y la muerte escoge, pues, la vida (Deuteronomio 30:19). Pero, ¿Dónde encontrar esta vida? Esta vida está en su Hijo Jesucristo, quien se presenta a sí mismo como el pan de vida (Juan 6:35) que vino a la tierra para comunicar la vida a aquel que lo recibe (Juan 3:36). Pero esta nueva vida, recibida por la fe en su sacrificio en la cruz, también debe ser cuidada mediante un alimento apropiado.
Por ello Jesús nos invita a alimentarnos de él, de su Palabra, y a vivir para él. Jesús dijo: Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre (Juan 6:51).
Leamos la Biblia para hallar a Jesús, el único alimento que puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestra alma.