Amplían la reserva marina de islas Galápago
Por: María Isabel Pérez
Para quienes luchan por preservar el medio ambiente es una meta cumplida. La firma del decreto que extiende a 198 mil kilómetros la reserva marina del Parque Nacional Galápago es uno de los resultados que muchos estaban esperando a fin de preservar especies migratorias vulnerables como tiburones y tortugas que hacen de este lugar un sitio único y vital para el planeta.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, firmó la iniciativa denominada de la “Hermandad”, en un acto que contó con la asistencia del presidente colombiano Iván Duque y del expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el pasado 14 de enero.
Durante el acto protocolario, Lasso dijo que “este paraíso está aquí por una razón, que sea para hacer de nosotros mejores habitantes en la tierra. Hacemos un llamado a todas las naciones del mundo a unirse a este esfuerzo colectivo y a preservar los irremplazables tesoros del océano. Todos estamos conectados … lo que hagamos aquí repercutirá en otras partes del mundo”.
La firma del decreto se ejecutó en la isla Santa Cruz, del archipiélago ecuatoriano, en medio del océano Pacifico, a 1.000 kilómetros del continente y fue producto de la cumbre climática COP26, llevada a cabo en noviembre en Glasgow, Escocia, en donde los mandatarios de Panamá, Costa Rica y Colombia acordaron la protección de un corredor marítimo que comprende espacio marítimo de las Isla del Cocos, en Costa Rica; Coiba, en Panamá; Malpelo, en Colombia, y Galápagos en Ecuador.
Esta área es calificada extraordinaria por su biodiversidad y se convierte en la más protegida del hemisferio occidental.
El proyecto
Para sacar adelante este proyecto ecológico, el gobierno del presidente Lasso presentó en Glasgow su plan de financiamiento en el cual buscará canjear la deuda externa de su país para la preservación del ecosistema del archipiélago.
Esto consistiría en los llamados bonos azules, mediante el cual una o varias organizaciones pagarían la deuda del Ecuador a cambio de que este cuide la reserva marina.
Aunque este corredor ecológico ya existía, la ampliación se hacía necesario luego que estudios mostraron una disminución de poblaciones marinas altamente migratorias. En ese sentido el abuso de la pesca industrial sería uno de los factores principales que llevaron a extender la reserva.
Embajadora expone el tema
La embajadora de Ecuador en los Estados Unidos, Ivonne Baki, en dialogo con El Nuevo Georgia explicó desde Washington los alcances de esta iniciativa que crea una especie de autopista biológica encima de la cordillera Cocos, por donde podrán transitar las especies como tortugas y tiburones martillo sin temor a los depredadores.
“Un corredor de 30 mil kilómetros que mantiene esta zona libre de pesca, va a ser fundamental para las especies marinas migratorias”, dijo la funcionaria.
“También se suman otros 30 mil kilómetros en donde no se podrá utilizar palangre o pesca de arrastre con cordel largo de anzuelos”.
Al estar protegido el corredor marítimo, se limitará la pesca de especies que están en peligro o son vulnerables como tiburones, rayas, tortugas, delfines, que caían en las redes pesqueras. Respecto a cómo afectaría a la comunidad pesquera, la funcionaria destacó el trabajo integral logrado con esta iniciativa.
“El liderazgo de presidente Lasso logró un acuerdo entre la industria pesquera, los sectores de medio ambiente y turismo con la sociedad civil para proteger la biodiversidad y sostener la actividad económica de las zonas pesqueras” anotó Baki.
Con la extensión de la reserva, la tortuga marina verde, la tortuga laúd, la manta gigante, el tiburón martillo, el tiburón Galápagos, el tiburón sedoso, el tiburón tigre, el tiburón ballena y la ballena jorobada, serán algunas de las especies cuya ruta migratoria estará más protegidas.
Entre el Parque Nacional Isla Cocos y la Reserva Marina Galápagos existen alrededor de 7 mil 700 especies vertebrados, invertebrados y flora marina, de las cuales el 20% son endémicas, es decir, no existen en otro lugar del mundo.
Islas Galápagos
El archipiélago de Galápagos es un destino interesante para los amantes del ecoturismo o del turismo exótico. Las islas se encuentran frente a las costas del Ecuador a la cual pertenecen.
Fueron descubiertas por casualidad en la época de los exploradores, fue luego refugio de piratas y bucaneros, llegó a convertirse en un ingenio azucarero, sirvió de prisiones, base militar americana, pero en el mundo natural se le reconoce como el laboratorio viviente en el cual el científico inglés Charles Darwin basó su teoría de la evolución de las especies.
Solo a partir de la segunda mitad del siglo pasado se le comenzó a dar importancia. El archipiélago fue elevado a Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979, por las especies animales y vegetales, terrestres y marinas que viven allí y que son en únicas en el mundo.
En el archipiélago está la zona con mayor población de tiburones del mundo entre las islas Darwin y Wolf. Precisamente para proteger el archipiélago, la actividad turística es restringida y se deben seguir los protocolos establecidos para mantener el balance ecológico.
Actualmente, la región de las islas tiene el 100% de su población vacunada contra el covid-19 y sólo permite la visita de 200 mil turistas al año. Incluso tiene el único aeropuerto ecológico del mundo que funciona con energía renovable y con un sólo vuelo de ida y regreso diario.