El arresto de los nueve
Por: Kevin Amaya, especial para el Nuevo Georgia News.
Al entrar en el salón 202 del edificio Moore en la Universidad de Georgia en Athens (UGA) nadie se hubiera percatado de lo que ocurría. Todo parecía normal al ver 30 estudiantes diligentemente tomando notas sobre un discurso que exponía los paralelos que existen en el movimiento de los “dreamers” con el pasado movimiento de derechos civiles hace 50 anos.
Sin embargo lo que no se ve en una clase normal son 15 estudiantes cargando en sus espaladas alas de mariposas monarcas pintadas a mano. Lo que simbolizaban las alas es la experiencia natural de migrar como lo hacen las mariposas monarcas desde el norte de los Estados Unidos hasta el estado de Michoacán en México dúrate el invierno.
Diferente a las monarcas que son vistas como extraordinarias, estos 15 estudiantes eran vistos como “ilegales”.
Lo que a primera vista no se percibía era que dentro de este salón en el edifico Moore de UGA ocurría una protesta ingeniosa y pasiva contra la universidad y la junta de regentes que prohíbe el acceso a la educación universitaria para estudiantes “dreamers”.
Además de las alas de mariposas, la fecha, y la acción de desobediencia civil tenían significados transcendentes. La fecha (1/9/2015) concurre con el aniversario 54 desde el fin de la segregación racial en UGA, que impedía el acceso de jóvenes negros a matricularse en la universidad.
La acción de desobediencia civil conocida en inglés como “sit-in” y en español traducida como “participar en” fue inspirada en las acciones icónicas del movimiento civil en los años 50’s y 60’s cuando jóvenes negros se sentaban dentro de restaurantes “solo para blancos” y pedían ser atendidos como un cliente blanco y no excluido por el color de su piel. Igual que hace 50 anos 9 estudiantes fuimos detenidos, no por traspaso criminal, sino por pedir ser atendidos como un estudiante documentado y no por ser migrante.
A pesar de lo hermoso que fue ser parte de esta acción, una triste critica que he notado por departe de algunos en la comunidad latina de Georgia en lo que viene de esta lucha por los jóvenes indocumentados es que, “simplemente no funcionan las protestas”.
Aunque no logro entender esta forma de pensar equivocada, supongo que nace de la idea de que “en este país no podemos exigir porque no somos de aquí”. Hay que recordar que muchas de las acciones de este país directamente en Latinoamérica han causado que muchas personas migren al norte, ya sea por la violencia o la pobreza.
Y por otro lado es la obligación moral que tienen Los Estados Unidos y el estado de Georgia de atender los migrantes que han sostenido el país con su labor.
Las protestas de los dreamers no aspiran ignorar los medios legales, porque saben que por ahí existe la solución más permanente y eficaz. La respuesta más palpable se ha visto por medio de las dos órdenes ejecutivas por el presidente Obama que otorga acción diferida a millones de jóvenes y ahora padres indocumentados con hijos ciudadanos.
Esto no ocurrió gracias al padre tiempo o una alineación estelar, sino por la constante lucha de protestas, marchas y expresiones de disconformidad contra el sistema de migración en nuestro estado y en todo el país.