Lo que está en juego entre demócratas y republicanos en Georgia
El Nuevo Georgia News
En Georgia nos preparamos para una elección importante de segunda vuelta para el senado de los Estados Unidos, el próximo 5 de enero de 2021.
Los senadores son importantes porque ellos aprueban o desaprueban los proyectos de ley que vienen de la cámara y su poder de decisión afecta o beneficia a temas como la salud la ayuda por comida los negocios la inmigración y la seguridad del país.
Pero no solo eso. Lo que se juega en Georgia más que dos sillas para el senado, el control del poder político en Washington, de tal suerte que, si ganan los dos demócratas, le darán más amplitud de mandato al presidente electo Joe Biden.
Si llegan a ganar los republicanos, el control del senado, muchos proyectos, muchas afirmaciones de funcionarios y nombramientos de jueces pueden verse truncados o dilatados para el nuevo presidente.
¿Qué debe pasar?
Los demócratas deberán imponerse en ambas contiendas, Jon Ossoff y Raphael Warnock, deben ganar para lograr un 50-50 en el Senado. Esto les daría la mayoría con el voto decisivo de la futura vicepresidenta Kamala Harris y el Congreso estaría entonces en manos demócratas.
Para lograr el control del Senado, los demócratas deberán romper con su racha perdedora en las segundas vueltas de Georgia. Desde 1992, los republicanos han salido favorecidos en casi todos los ‘runoffs’ realizados en el estado, en los que la participación baja significativamente.
Georgia no manda a un demócrata al Senado desde el 2000, cuando el exgobernador Zell Miller ganó una elección especial para completar el periodo del republicano Paul Coverdell, quien falleció repentinamente.
Miller no buscó la reelección en 2004, cuando fue ponente destacado en la Convención Nacional Republicana.
Se trata asimismo de un estado que no apoyaba a un candidato presidencial demócrata desde 1992, cuando Bill Clinton salió victorioso por un estrecho margen. El 3 de noviembre, Biden logró arrebatarle Georgia al presidente Donald Trump con una ventaja también por debajo de un punto, o poco más de 12,200 votos.
Ni Trump ni Biden en la boleta
La victoria de Biden en las presidenciales demostró que los demócratas pueden de nuevo ganar en unas elecciones generales en Georgia, ¿podrán repetir la hazaña sin él o Trump en la boleta?, es parte de lo que se preguntan los expertos y los mismos partidos.
A diferencia de otros ‘runoffs’, “los republicanos no pueden asumir que tienen una gran ventaja en la segunda vuelta”, señaló la profesora de ciencias políticas de Emory University, Andra Gillespie, al ser entrevistada por Univision Noticias.
“Ambos partidos tienen que apelar a sus bases y son esos votantes los que participarán en estas elecciones”, acotó Gillespie, quien señaló que los electores activos y de mayor edad suelen participar más en las segundas vueltas.
Esta vez, sin embargo, se espera una inversión sin precedentes para motivar al voto, pues del resultado depende la mayoría en el Senado, destacó.
Si los demócratas logran llevarse ambos puestos al Senado, tendrían la mayoría con el voto de Harris, quien como vicepresidenta también será la presidenta del Senado. Lograrían así presidir los comités, lo que les permitiría controlar la agenda legislativa y confirmar sin retrasos a los nominados de Biden.
“Sería más fácil para los demócratas llevar sus políticas al pleno porque controlarían las presidencias de los comités”, en los que se seleccionan y discuten los proyectos de ley, explicó Andrew Rudalevige, presidente del departamento de estudios gubernamentales de Bowdoin College.
Sin embargo, todavía le sería complicado a Biden avanzar con grandes promesas de campaña, como una ley sobre el cambio climático o que proteja el derecho al voto, debido al obstruccionismo legislativo o filibusterismo, que hace necesarios 60 votos para que un proyecto llegue a ser aprobada.
La última vez que el Senado estuvo dividido 50-50 fue en 2001, cuando el entonces vicepresidente Dick Cheney tuvo el voto decisivo.
En ese entonces, los republicanos presidieron los comités y repartieron la membresía a estos en partes iguales. El acuerdo duró solo unos meses, hasta que un senador republicano se alió con los demócratas.
De mantener al menos uno de los dos puestos al Senado el 5 de enero, los republicanos se quedarían con una mayoría en la Cámara Alta y tendrían más poder para frenar los planes del nuevo gobierno, con el senador Mitch McConnell al mando.
Si los demócratas no alcanzan una victoria por partida doble, Biden sería el primer demócrata en la historia reciente en llegar a la Casa Blanca sin que su partido controle el Senado y el primer mandatario desde George H.W. Bush en arrancar su primer gobierno con esa desventaja legislativa.