Nancy Cal y Mayor: Una madre que lucha sin parar
Nancy no es la típica persona que acepta los “destinos” de la vida, para ella, son retos que cada día debe afrontar y no detenerse hasta lograr lo que busca. Eso la ha enseñado a ser fuerte y persistente, pero ante todo, ha despertado en ella la sensibilidad por el dolor ajeno, a pesar de que las experiencias han dejado en su ser huellas imborrables.
A raíz del nacimiento de su hijo mayor con varias condiciones médicas, Cal y Mayor ha puesto a prueba su fortaleza, ya que el menor, quien ahora tiene 8 años, nació con espina bífida, hidrocefalia y sus extremidades inferiores dislocadas hacia adentro.
“Mi gran preocupación siempre ha sido la salud y el bienestar de mi hijo…desde las dos semanas de nacido ha tenido que ser sometido a varias cirugías”, dijo Nancy, pero eso no la ha menguado y menos cuando ha tenido que enfrentarse al sistema.
Una larga lucha
Cuando aprendió que la condición de su hijo iba a ser para toda la vida, Cal y Mayor empezó a buscar todas las opciones de tratamiento para hacerle una vida más agradable y sobre todo llena de amor y buenas atenciones, y al comienzo eso fue posible, pues a las dos semanas de su nacimiento ya lo habían sometido a la primera cirugía.
Sin embargo, en la medida en que avanza el tiempo, Nancy se vio envuelta en una lucha que le llegó a parecer interminable, porque los tratamientos de su hijo se estaban atrasando por algunos aspectos burocráticos.
“Durante varios años al niño me le han dado la asistencia que necesita, pero en un momento ya no estaba recibiendo los cuidados debidos y una de mis mayores preocupaciones era que sus pies se le siguieran mal formando”, dijo la madre cuando la entrevistamos.
Y es que, en el Seguro Social, de un momento a otro le dejaron saber que el menor se pondría bien en el 2015, y le negaron su solicitud de deshabilitad completa, con lo que obtendría acceso a tratamientos que el niño requiere, pero que son más costosos.
“Los aparatos que él necesita no los cubre Medicare, y algunos de ellos cuestan más de 3 mil dólares…”, relató Nancy en su momento, eso la llevó a que, en junio de 2015 metiera una solicitud para que un juez le pudiera aprobar la deshabilitad, esperando que la audiencia fuera a mediados de este año pero su gran sorpresa fue cuando se enteró que su solicitud no había pasado de los cajones de un funcionario del Seguro Social.
Con trabajo consiguió que el menor tuviera terapia dos veces a la semana por una hora durante varios años, ya que lo conveniente para la condición del menor es que tenga movimiento físico.
“Sus huesitos se le estaban desfigurando…”, contó su madre, a raíz de que uno de los especialistas le recomendó unos zapatos especiales, que finalmente no le sirvieron.
“El requiere de una operación cada 5 años, por la hidrocefalia, ya le han hecho una, estamos esperando la segunda, para que los aparatos introducidos en su cabecita no se le infecten”.
A sus 8 años cumplidos el pasado 8 de diciembre, ya ha sido sometido a varias cirugías entre ellas, en la espalda, en la cabeza y en los pies. Le han enyesado las piernas varias veces y lo han inmovilizado.
Un fallo a su favor y una meta en la vida
Antes de finalizar el año 2015 Nancy recibió la noticia que tanto había esperado por parte del Seguro Social, y es que su petición de deshabilitad para su hijo había sido procesada y aprobada, después de tanta insistencia.
“Yo quiero que la gente de mi comunidad conozca mi historia, porque sé que a muchos les ha tocado pasar por situaciones como la mía, y uno nunca debe darse por vencido”, dice Nancy.
Por eso, ahora su sueño es hacer una fundación dirigida de manera especial a la comunidad latina, para que todos aquellos que tengan miembros en condiciones similares, puedan no solo compartir sus experiencias para no sentirse solos, sino canalizar acompañamiento sicológico, legal y médico.
“En este camino me ha tocado aprender mucho a través de la lucha, de no quedarme quieta, de preguntar, de atreverme a cuestionar y dejarles saber a todos que nuestros derechos también tienen que ser respetados”, añade.
A pesar de que su situación ahora es más tranquila y relajada, Nancy tiene mucho por hacer, su corazón es muy grande y su preocupación ya no es por ella misma, sino por otras mujeres en situaciones similares a la de ella.
Al celebrarse en mayo el mes de las madres, no nos cabe duda que Nancy es el reflejo de lo que son las madres latinas, entregadas a sus hijos, luchadoras, aguerridas, emprendedoras, pero antes que nada, compasivas y amorosas con el prójimo. A todas las mujeres madres en su día y en su mes, nuestro abrazo fraterno y felicitación!