Sylvia Sánchez, una mujer que amó a la comunidad como a su vida
Por: Rafael Navarro- ENG
El pasado domingo 6 de marzo falleció en Atlanta Sylvia Sánchez, una de las pioneras de la comunidad latina en el estado de Georgia, quien arribó a Estados Unidos a finales de los años sesenta, junto con las primeras migraciones de cubanos y puertorriqueños, que se dedicaron a abrir campo a posteriores generaciones, por medio de su trabajo, su compromiso con las causas sociales y su amor por sus raíces latinas.
En su juventud, Sánchez participó en Miss Puerto Rico, sirvió 30 años al Departamento de Defensa de Estados Unidos, primero en Aquadilla, Puerto Rico y más tarde en Fort McPherson en Atlanta; fue la presidenta nacional de IMAGE–Incorporated Mexican-American Government Employees—agencia dependiente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos—LULAC, por medio de la cual se impulsa la vinculación de más latinos en el gobierno federal y a las fuerzas militares.
“Fue la inspiración para mucha gente, ayudó a promover la educación y el trabajo para los latinos y fue una mujer muy orgullosa de sus raíces latinas”, dijo Tony Flores, uno de sus amigos allegados.
“No podemos olvidar aquellos primeros años, en los cuales, la principal virtud de Sylvia fue su compromiso con los hispanos en Georgia, para los que fue promotora comunitaria en el reclutamiento de más latinos en cargos estatales y federales, lo mismo que en el rendimiento escolar y la defensa de nuestra herencia hispana…”, dijo Flores.
“Fue una conquistadora…le debemos mucho a ella en aquellos primeros años…”, enfatizó Flores.
Una dama valiente
Mario Artesiano Hernández, uno de sus amigos entrañables, la describe como una dama valiente que durante casi cuatro décadas trabajó sin descanso para ayudar a los hispanos en nuestra ciudad y estado.
“Después de una breve estancia en el hospital, ella falleció tranquilamente mientras dormía en su casa de Buckhead”, dijo Artesiano.
“Fue una mujer con clase, siempre bien vestida, agradable, y con frecuencia abierta y espontánea…Sylvia Sánchez dio a los latinos de Atlanta una voz enérgica durante mucho tiempo…”
Promovió los derechos civiles y las oportunidades de empleo de la entonces emergente comunidad latina de Atlanta. La carrera profesional de la señora Sánchez fue con el Departamento de Defensa (DOD), donde también fue Coordinadora de Programas de Empleo dirigidos a los hispanos.
Sylvia fue también miembro activo del Consejo local de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), otra organización nacional de defensa de los hispanos y sus derechos civiles, actuando como parlamentaria durante muchos años en el Consejo local, ayudando a recaudar cientos de miles de dólares para becas para la juventud hispana.
“A través de los esfuerzos de Sylvia y sus contactos en los sectores gubernamental y privado, un sinnúmero de personas encontraron empleo. Ella organizó ferias de trabajo, lo que permitió que cientos de personas tuvieran contactos directos con sus futuros empleadores, allanando así el camino para muchos de nosotros poder avanzar”.
“Sylvia estaba involucrada en muchas organizaciones, a menudo tras bambalinas, sin buscar reconocimiento. Su misión era buscar siempre el éxito para la comunidad hispana en el empleo, la educación, la influencia política, y los derechos civiles”, recuerda Artesiano.
Con temple de guerrera
“…Quién no conoció a Sylvia Sánchez…Por mi parte puedo decir que Dios me dio la dicha de conocerla…”, dice Teresa Zayas, una de sus tantas amigas.
“Sylvia fue mi amiga, mi hermana, mi consejera, mi abogada, mi maestra y mi segunda madre en Atlanta”
Zayas dice que siempre recordará a esa mujer con un temple de guerrera que nunca titubeó al darle la mano a cualquier persona en un apuro, con su carrera, en situaciones familiares o con el sistema.
“Siempre me acordaré de su inteligencia, su picardía, sus detalles, sus ocurrencias, sus modales, su belleza, su liderazgo y sobre todo su amor a la vida”, anota.
Dice que sabe que ella ha dejado un legado y una huella muy profunda en cada persona que ayudó o hizo parte de su familia.
“Recuerdo en enero 10 del 1993, una señora muy amable me llamó para presentarse y dejarme saber que ella estaba aquí para ayudarme en lo que fuera necesario, a caminar en esta nueva etapa de mi vida en USA….”, dice Patricia Boezio, cónsul honoraria de Ecuador en Atlanta.
“Mi amiga Silvia Sánchez, fue clara como el agua…sin inglés no vas a ningún lado así que hacerle caso a tu esposo y entrar a la Universidad, además me dijo….yo seré tu guía pero no tu bastón…y así fue, una guía sincera, cariñosa y lo más importante honesta en sus palabras…”
Boezio dice que fue testigo como en estos 23 años, Sánchez abrió puertas a la comunidad latina, a través de diferentes organismos con fines y sin fines de lucro, en especial fue solidaria y dura en su postura sobre la superación de la mujer.
“Solo puedo decir que te recordaré toda mi vida y agradeceré el día que Dios te puso en mi camino! Hasta siempre my querida amiga, madre adoptiva y solidaria líder de nuestra comunidad latina en el estado de Georgia!”
Una empleada fiel
“Cuando se retiró, Sylsvia fue nombrada una empleada fiel, devota, siempre dispuesta ayudando y contribuyendo a nuestra nación”, escribió Flavia D Mercado, sobre la vida de Sánchez.
“Conocí a Sylvia Sánchez por más de 35 años. Durante los cuales pude ver su dedicación, integridad y conocimiento, que siempre puso al servicio de la comunidad latinoamericana de Atlanta”, recordó Margarita Madera.
“Su trabajo fue clave y dio frutos, pavimentando el camino a lo que hoy Atlanta le ofrece a nuestra comunidad…”
Para Rudy Beserra, ejecutivo de Coca Cola y su esposa, Sylvia, fue un miembro más de la familia, tal como ellos mismos lo reconocen.
“Estamos seguros que la mayoría de los amigos de Sylvia la consideran también como de sus familias…fue una de nuestras primeras amigos al llegar a Atlanta hace unos 26 años…”, escribieron.
Elena Mola, quien hace parte de esas mujeres quien junto con Sánchez y gracias al trabajo que llevaron a cabo incentivando la educación entre la comunidad, recuerda a su amiga como una pionera en tratar de buscar soluciones a los problemas de los latinos.
“Tendría muchas cosas que decir, de su trabajo y de su persona…lo más importante es que Sylvia amó mucho la vida, y así debemos recordarla…”, concluyó.