Rinden homenaje a madre e hija muertas en Lilburn
Por: Rafael Navarro- ENG.
Al haberse cumplido un año de la muerte de una madre y su hija en la ciudad de Lilburn, un par de placas en su memoria no solo recuerdan el lugar donde perdieron la vida sino que invitan a manejar de manera segura.
En el lugar frente a la Iglesia Bautista El Calvario de Lawrenceville Hwy, habían desaparecido las dos cruces blancas que señalaban el lugar a la orilla de la banqueta hasta donde un vehículo las arrojó luego de atropellarlas varios metros adelante y esparcir sus cuerpos unos 20 metros el uno del otro.
La crónica de la tragedia
El pasado 18 de julio sobre Lawrenceville Highway una mujer caminaba con su hija tomada de la mano a eso de las 6:30 de la tarde, usando el caminador peatonal para dirigirse a su casa luego de haber hecho algunas compras, cuando en la intercepción con la Harbins Road, un carro que venía de frente las impactó causándoles la muerte.
Según relató la propia policía, el responsable del accidente –en que perdieron la vida, María Cecilia Cervantes Maldonado de 36 años de san Luis Potosí, y su hija Melissa Paola Cervantes de solo 6 años, nacido en Huston–, Spencer Todd Prigmore de 43 años conducía su camioneta Ford hacia el Oeste y se salió de su carril hacia el andén por donde transitaban las víctimas, el impacto fue tal que los dos cuerpos quedaron separados a casi 20 metros uno del otro.
Según varios testigos, la camioneta cruzó el andén y siguió saltando el bordillo cerca de Harbins Road, cruzando una pequeña zona de césped, las dos personas atropelladas caminaban con dirección hacia el Este.
Prigmore una vez cometido el accidente siguió manejando al menos un cuarto de milla, parando en el estacionamiento de un negocio de préstamo sobre títulos de vehículos. “Cuando llegó la policía, estaba ‘desesperado llorando’ y tenía manifestaciones físicas de estar bajo la influencia de drogas, dijo el oficial de la policía de Lilburn Andy Blimline, quien atendió el caso.
Prigmore fue acusado de dos cargos de homicidio vehicular, huir de la escena de un accidente y no regresar a la escena, sin embargo le fueron suspendidos los cargos por conducir bajo la influencia del alcohol—DUI, como lo quería la policía de Lilburn. El caso sigue abierto hasta la fecha.