2021 un año difícil y de contrastes
Por: María Isabel Pérez
Con una nueva administración en la Casa Blanca y la esperanza puesta en las vacunas contra el Covid-19, el 2021 comenzó con mucho optimismo para la mayoría de los estadounidenses.
El proceso masivo de inmunización fue aplaudido durante su lanzamiento, incluso en los 100 primeros días, la administración del presidente Biden superó sus proyecciones. Este resultado motivó a prometer que a 4 de julio, al menos el 60% de los estadounidenses habrían recibido las dosis requeridas, sin embargo, esta meta no pudo ser alcanzada.
El 2021 termina con más de 800 mil muertos por Covid-19 y alrededor de 50 millones infectados, con unos 122 mil casos diarios en una cifra que, aunque menor que la de enero que fue de 250 mil nuevos contagiados, por día, va en aumento debido a la variante Delta.
Al finalizar el año, el número de casos en Georgia se incrementó en un 37%, con un promedio de 1 mil 600 casos nuevos, pero en contraste, el número de muertes disminuyó ostensiblemente.
Hasta el momento han muerto por el Covid-19 unas 26 mil personas y alrededor de 1 millón 300 mil han resultado infectadas, de las cuales 90 mil han terminado hospitalizadas.
En cuanto a la vacunación, el estado de Georgia tiene casi el 52% de su población completamente vacunada, y un 59% ha recibido una dosis, pero la resistencia al proceso se sigue manteniendo pese a las iniciativas de impulso a la vacunación.
Sobre todo, las autoridades de salud advierten que la variante Delta sigue siendo una amenaza, especialmente para las personas que no se han vacunado. Igualmente, la aparición de la nueva cepa, Omicron, ha llevado a las autoridades federales, a establecer nuevas reglas de juego en cuanto a los viajeros y visitantes.
De esta manera ya se han autorizado los refuerzos para las vacunas autorizadas, a fin de lograr mayor protección contra las nuevas variantes.
Crecimiento económico
Si el 2020 se caracterizó a nivel nacional por un año difícil en términos económicos, debido al cierre de muchos sectores como consecuencia de la crisis del covid-19, el 2021 se caracterizó por su rápida recuperación a niveles pro pandémicos.
En ese sentido, el estado de Georgia se alzó a nivel nacional como una de las regiones cuya recuperación económica contrastaba con la realidad sanitaria. De hecho, en algunos sectores productivos, escaseó la mano de obra, en parte porque muchos acudieron al seguro de empleo o cambiaron de trabajo.
Precisamente la incertidumbre económica llevó a algunas empresas a cambiar sus sedes desde regiones más costosas a estados como Georgia, que ofrece incentivos tributarios y que lo han proyectado como un refugio para las empresas que decidan abrir negocios en su territorio.
El problema de las armas
Este es uno de los temas repetitivos al hacer el balance de fin de año. Estados Unidos sigue viviendo la crisis por el incontrolable poder de las armas que ha hecho víctimas a miles de estadounidenses entre niños y adultos.
Con más de 42 mil muertes violentas, el 2021 superó los últimos tres años. De nuevo las masacres ocuparon los titulares de noticias generando, otra vez, el eterno debate de cómo controlar su uso sin renunciar al derecho constitucional del porte de estas.
En Georgia, la masacre de los salones de masajes en el mes de marzo dejó 8 personas muertas; al menos 60 menores de edad perdieron la vida de manera violenta o a consecuencia de accidentes con las armas; y la cifra de asesinatos y homicidios se acerca a los mil.
El área metropolitana de Atlanta ha llevado la peor parte en estas cifras. Por eso, este será un tema prioritario para el recién elegido alcalde Andre Dickens cuando asuma sus funciones.
Lo que viene del 2022
El 2022 se perfila como un año político para el estado de Georgia, en donde se esperan grandes inversiones en las campañas y la maquinaria de recolectar donaciones será decisiva para los aspirantes.
Por su parte, el público electoral se alista para presenciar una de las revanchas más esperadas, cuando Stacey Abrams retorna más fuerte que nunca para aspirar al primer cargo del estado que perdió en el 2018 por frágil margen frente al actual gobernador, Brian Kemp.
Sin embargo, las cosas podrían darse de otra manera. En las últimas semanas se conoció la aspiración del exsenador David Perdue de sacar del paso a Kemp y ganarse la nominación republicana para la contienda a la gobernación respaldado por el expresidente Trump.
Para confirmar que es una ficha del expresidente, Perdue presentó una demanda para inspeccionar las papeletas de voto ausente de las elecciones del 2020 en el condado de Fulton, continuando la retórica de Trump que perdió por 12 mil votos las elecciones en Georgia.
Perdue, por su parte, perdió su puesto a manos del demócrata Jon Ossof.
La idea republicana en todo caso es neutralizar a Abrams, quien en los últimos años ha provocado un movimiento en las bases demócratas, de grupos minoritarios y de color que tradicionalmente no participaban en contiendas electorales.
Tanto así que a nivel nacional se reconoce su liderazgo en el triunfo del presidente Biden en Georgia, lo que fue fundamental para asegurar la Casa Blanca.
Mas aún, su papel decisivo en las elecciones extendidas de enero, en Georgia, dieron el triunfo a los dos senadores demócratas Jon Ossof y Raphael Warnock, este último, siendo elegido el primer senador de color en el estado.
Con lo anterior los demócratas aseguraron al menos una mayoría técnica en el Congreso en Washington, por lo que Abrams es sin duda una figura nacional y en torno al cual su partido ve puestas sus esperanzas en ganar las elecciones de gobernación en Georgia.
Con lo anterior, de ganar las elecciones, Stacey Abrams se convertiría en la primera gobernadora de color del estado.