Buscan acelerar una ley contra crímenes de odio en Georgia
Por: Rafael Navarro- ENG
En abril de 2013, Christopher Cain y Dorian Moragne, ambos de Atlanta, se declararon culpables ante un tribunal federal por golpear a un hombre debido a su orientación sexual, y fueron sentenciados a 10 años en una prisión federal.
Los hechos se registraron el 4 de febrero de 2012, cuando Cain, entonces de 19 años, Moragne, de 21, y un menor, atacaron a un joven de 20 años cuando salía de una tienda en el barrio Pittsburgh de Atlanta.
Caín golpeó al joven en la cabeza y lo empujó al suelo. Caín, Moragne y el menor rodearon a la víctima y lo golpearon y patearon repetidamente mientras el grupo gritaba epítetos anti-gay.
Los acusados, admitieron haber violado la Ley de Prevención de Crímenes de Odio de Matthew Shepard y James Byrd, Jr., que amplió la jurisdicción federal para incluir ciertos asaltos motivados por la orientación sexual de la víctima.
La ley federal de delitos de odio penaliza ciertos actos de violencia motivados por la raza, color, origen nacional, religión, orientación sexual, discapacidad, género o identidad de género real o percibida de la víctima.
Este caso fue el primero en Georgia en hacer alusión a una violación de la sección de orientación sexual de la ley federal de delitos de odio.
El Paso pone el dedo en la llaga
Patrick Crusius, el hombre detenido tras el asesinato de 22 personas en el tiroteo masivo en El Paso Texas el pasado 3 de agosto, confesó a la policía que buscaba disparar contra “mexicanos”.
Investigaciones posteriores advirtieron que el hombre había elaborado un manifiesto a favor de la supremacía blanca y en contra de lo que llamaba la invasión de mexicanos, lo que ha puesto en alerta a los activistas a nivel nacional y en Georgia no ha sido la excepción.
Por esa razón una coalición de varias organizaciones está adelantando desde ya una campaña para que, en la próxima legislatura estatal, el proyecto de ley HB 426, ya aprobado en la Cámara, sea estudiado y aprobado en el senado, para castigar con mayor severidad los crímenes que se comprueben, hayan tenido como motivación el odio.
“Estamos esperando que el estado ponga esta ley, pero no podemos esperar tanto, estamos leyendo que algunas comunidades y municipalidades están avanzando leyes contra los crímenes de odio por sí mismos, el primero que hemos visto es Sandy Springs, y hay muchas otras ciudades que están hablando de hacer eso también”, dijo Allison Padilla-Goodman, de la Liga Anti Difamación- Sureste.
“Una de las cosas por las que queremos esta legislación contra crímenes de odio, es para que quienes están pensando en cometer estos crímenes contra nuestra comunidad lo piensen por segunda vez’, señaló Jovani Serrano, en representación de la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos—GLAHR, por sus siglas en inglés.
“Ya sabemos que cualquier evento que llegue a pasar lo relacionan como un crimen, pero el chiste es que nunca lo catalogan como lo que es, un crimen de odio, por eso, solo queremos que pasen esta ley que ya está en el senado, y apenas que se renueve la sesión, presionar para que personas que están pensando en dañar a nuestra comunidad con todo su odio, pues que lo piensen por segunda vez. Porque ahora vamos a tener una ley que los va a perseguir…”, aseveró.
La HB 426
La Cámara de Representantes de Georgia en marzo pasado, votó 96-64 para aprobar un proyecto de ley que otorgaría pautas de sentencia para cualquier persona condenada por atacar a una víctima por motivos de raza, color, religión, origen nacional, orientación sexual, género, discapacidad mental o discapacidad física.
El proyecto de ley advierte que una persona condenada por un delito que se demuestre que fue motivada por prejuicios, enfrentaría un castigo que oscila entre tres meses y un año y una multa de hasta $ 5,000 por un delito menor, y hasta al menos dos años de prisión por un delito grave.
“Georgia es uno de los cinco estados que no tienen esta legislación contra delitos de odio, y es importante mandar el mensaje de que, crímenes de odio, van a ser penalizados con más fuerza de la ley, para prevenir este tipo de actos en nuestra comunidad”, dijo a El Nuevo Georgia, Jerry González, director ejecutivo de la Asociación de Funcionarios Latinos Electos y Designados—GALEO, por sus siglas en inglés.
González recordó que, en 2004, la Corte Suprema de Georgia anuló una ley de delitos de odio aprobada en el 2000 por ser “inconstitucionalmente vaga”.
Podría ser ley en enero
El representante estatal por el distrito 99 de Gwinnett Pedro Marín, hablando para El Nuevo Georgia, dijo que él fue uno de los que votó a favor de la iniciativa HB 426, la que finalmente no llegó a debatirse en el senado.
“En enero entra en el calendario del senado, porque ya la vimos la discutimos y votamos, si el senado la ve y la vota entonces pasa al escritorio del gobernador para su firma”, dijo Marín.
“Pero si el senado la enmienda entonces debe regresar a la cámara para votarla nuevamente, y si la cámara no está de acuerdo con lo que dice el senado, se va al comité de conferencia hasta llegar a un texto final”.
De todos modos, los proyectos que no se convirtieron en ley este año tendrán otra oportunidad en 2020, ya que esta es la primera de una sesión legislativa de dos años.
“Los crímenes de odio no solo impactan a las víctimas, sino a comunidades enteras”, concluyó Padilla-Goodman.