Hablando con los niños acerca de la tragedia en Newtown

Por el Dr. Pierluigi Mancini, Director de CETPA*

Tanto las escuelas de Georgia, como los padres de familia, los departamentos de policía y las agencias que tienen que ver de alguna manera con la salud mental de la comunidad han venido tomando medidas preventivas y de choque, frente a la tragedia de Newtown en Connecticut, donde 20 niños menores de 10 años fueron asesinados.

En este artículo especial, el doctor Pierluigi Mancini director y fundador de la Clínica de Atención Tratamiento y Prevención de la Adicción—CETPA- por sus siglas en inglés, hace un esbozo general de cómo manejar este tipo de situaciones desde varios ángulos.

Hablando con los niños

“La reciente tragedia en Newtown ha evocado muchas emociones: tristeza, dolor, desamparo, ansiedad y enojo. Las escuelas están supuestas a ser uno de los lugares seguros, donde los estudiantes van a aprender y a estar con sus amigos”, dice Mancini.

“Los niños que están sufriendo con sus pensamientos y sentimientos sobre las historias y las imágenes del tiroteo pueden recurrir a adultos de confianza buscando ayuda y orientación. Reforzar la seguridad después de esta tragedia es sumamente importante con los niños muy pequeños.

Ellos necesitan saber que sus padres harán todo que lo posible para mantenerlos seguros. Las escuelas estarán trabajando para asegurarse que su escuela es un lugar seguro para aprender y divertirse con amigos y compañeros de clase”, y recomienda:

• Inicie la conversación. Hable acerca del tiroteo con su hijo. El no hablar de ello puede hacer que el evento sea aún más amenazante en la mente de su hijo. El silencio sugiere que lo que ha ocurrido es demasiado horrible incluso para hablar o que no sabe lo que ha sucedido.

Con los medios de comunicación social (por ejemplo, Facebook, Twitter, mensajes de texto, noticias de radio y televisión y otros medios), es altamente improbable que los niños y los adolescentes no han escuchado estas noticias. Es muy probable que su hijo haya oído hablar de esta tragedia.

• ¿Qué ya sabe? Comience preguntándole a su niño o adolescente qué ha escuchado acerca de los eventos por los medios de comunicación y de sus amigos. Escuche cuidadosamente; trate de averiguar lo que él o ella saben o cree. Mientras su hijo le explica, escuche por mala información, ideas falsas y subyacente miedos o preocupaciones. Entienda que esta información cambiará a medida que se conocen más datos sobre el tiroteo.

• Suavemente corríjale información inexacta. Si su niño o adolescente tiene información inexacta o ideas falsas, tome el tiempo para proporcionar la información correcta en un lenguaje simple, claro y adecuado para su edad.

• Anime a su niño a hacer preguntas y respóndale a estas preguntas directamente. Su niño o adolescente puede tener algunas preguntas difíciles sobre el incidente. Por ejemplo, ella puede pedir si es posible que este evento pueda ocurrir en su escuela; probablemente lo que quiere saber es si es “probable”.

La preocupación acerca de re-aparición será un problema para los cuidadores y los niños/adolescentes por igual. Aunque es importante discutir la probabilidad de este riesgo tenga en cuenta que su hijo/a también le está preguntando si él o ella están protegidos.

• Limite la exposición de medios de comunicación. Limite la exposición de su hijo a los medios de comunicación con imágenes y sonidos de los disparos y no permita que sus niños muy jóvenes vean u oigan los mensajes relacionados con la tragedia en TV/radio. Incluso si parecen estar absorto en el juego, los niños a menudo son conscientes de lo que los adultos están viendo en la televisión o escuchando en la radio. Lo que no puede ser desconcertante para un adulto puede ser muy molesto y confuso para un niño.

Limite su propia exposición a los eventos sucedidos. Los adultos pueden quedar más angustiados con la exposición continua a los medios de comunicación reportando sobre el tiroteo. Si su hijo ha visto parte de la cobertura, apague la televisión y pregúnteles a los niños sobre lo que piensan acerca de lo que han visto. Esto también le da una oportunidad para discutir el evento y suavemente corregir las percepciones erróneas.

• Las reacciones comunes. Los niños/adolescentes pueden tener diferentes reacciones a esta tragedia. Inmediatamente después del tiroteo, pueden tener más problemas de atención y concentración. Pueden volverse más irritable o desafiantes. Los niños y adolescentes incluso pueden tener problemas separándose de sus padres o cuidadores, queriendo quedarse en casa o muy cerca de ellos.

• Sea un modelo positivo. Considere la posibilidad de compartir sus sentimientos acerca del tiroteo con su niño o adolescente, pero a un nivel que ellos puedan entender. Puede expresar tristeza y empatía por las víctimas y sus familias.

• Sea paciente. En tiempos de estrés, los niños/adolescentes pueden tener problemas con su comportamiento, concentración y atención. Aunque no le pregunten directamente por su orientación o apoyo, ellos lo quieren. Los niños y los adolescentes necesitan un poco más de paciencia que usualmente, también necesitan cuidado y amor. (Y no se olvide de ser paciente con usted mismo).

• Ayuda adicional. Si las reacciones continúan por varios días o si en cualquier momento interfieran con las habilidades de los niños y adolescentes para funcionar, o si usted se preocupa por ellos, póngase en contacto con profesionales de salud mental con experiencia en trauma.

Póngase en contacto con su médico de familia, pediatra o asociaciones de salud mental del Estado para referencias a dichos expertos.

Lo que los padres deben compartir con los niños:

*Reconozca que ha ocurrido un evento repentino, inesperado y trágico. Quede absolutamente claro que niños y maestros resultaron heridos, no sea vago. Si el niño pregunta si alguien murió, diga la verdad porque sin duda lo escuchará por los medio de comunicación.

*Confírmele que mucha gente está asustada y triste. Confírmele que algunas personas estarán preocupadas por algún tiempo.

*Déjele saber a los niños que las escuelas, las agencias policiacas, y los trabajadores del gobierno han hecho planes de seguridad para todas las escuelas en nuestra área y que su seguridad es lo más importante en su mente.

*Proporcionar apoyo emocional- el impacto emocional de los niños y niñas puede tardar unos minutos u horas (o varios días). Cuando este impacto emocional les llegue, usted debe estar preparado para llenarlos con mucho amor y atención (abrazos, empatía, amabilidad, apoyo calmado) y preparados para preguntarles sobre sus pensamientos y sentimientos. Este preparado para repetir estas acciones debido a que los niños lo pueden necesitar varias veces.

Consejos para los padres

Los niños necesitan consuelo y tranquilidad frecuente de que ellos están seguros- Asegúrese de que cuenten con eso.

• Sea honesto y abierto sobre la tragedia o desastre.

• Anime a los niños a expresar sus sentimientos a través de hablar, dibujar o jugar.

• Intente mantener su rutina diaria en cuanto sea posible.
Los adolescentes pueden recurrir a sus amigos por apoyo. Animen a los amigos y a las familias a reunirse y discutir el evento para vencer los miedos.

El trato con los jóvenes

Las reacciones de los niños y de los adolescentes al tiroteo están fuertemente influenciadas por cómo los padres, miembros de familia, profesores y otros cuidadores responden al evento.
A menudo ellos recurren a estos adultos para información, seguridad y ayuda. Hay muchas reacciones que son comunes después de un acto de violencia masiva. Estos generalmente disminuyen con el tiempo, pero aprendiendo sobre ellos puede ayudarlo a prestar ayuda, tanto a usted como a sus hijos.

Impacto psicológico de la reciente tragedia

“La combinación de experiencias personales traumáticas mortales, pérdida de seres queridos, interrupción de las rutinas diarias y de expectativas de vida y adversidades después de eventos violentos plantean desafíos psicológicos a la recuperación de los niños y las familias en las zonas afectadas”, dice el doctor Mancini. Lo siguiente puede ser útil considerar:

Reacciones al peligro

El peligro se refiere a la sensación de que los eventos o actividades tienen el potencial de causar daño. A raíz de la reciente violencia catastrófica, personas y comunidades tienen mayor reconocimiento por el enorme peligro de violencia y el terrorismo y la necesidad de planes de gestión de emergencia.
Habrá temores generalizados de recurrencia que se multiplican por desinformación y rumores. El peligro siempre aumenta la necesidad y el deseo de estar cerca de otros, haciendo más difícil la separación de familiares y amigos.

Reacciones de estrés postraumático

Reacciones de estrés postraumático son comunes, comprensibles y esperables, pero no obstante son graves. Las tres categorías son:

1) reacciones intrusivas, significa las maneras que la experiencia traumática regresa a la mente. Estos incluyen pensamientos turbulentos o imágenes recurrentes, fuertes reacciones emocionales al recordar el tiroteo y sentimientos que algo terrible va a suceder otra vez;

2) Evadir y aislarse, incluyendo evitar personas, lugares y cosas que nos recuerdan de la tragedia, incluyendo sintiéndose emocionalmente entumecido, separado o alejado de los demás y perdiendo interés en actividades placenteras habituales; y

3) las reacciones físicas de la excitación, incluyendo dificultades para dormir, falta de concentración, irritabilidad, nerviosismo y estar “en alerta” de los peligros.

Reacciones de dolor

Las reacciones de dolor son normales, varían de persona a persona y pueden durar muchos años. No hay solo una manera correcta de sentir dolor. Factores personales, familiares, religiosos y culturales afectan el curso de dolor. Con el tiempo, las reacciones de dolor tienden a incluir más agradable pensamientos y actividades como memorias positivas o encontrando formas edificantes para conmemorar o recordar a un ser querido.

Dolor traumático

Personas que han sufrido la pérdida de un ser querido bajo circunstancias traumáticas a menudo encuentran el sufrimiento aún más difícil de lo que podría ser. La mente se enfoca más en las circunstancias de la muerte, incluyendo preocupaciones de cómo la pérdida podría haber sido evitada, como fueron los últimos momentos y enfoques en la culpabilidad y contabilidad.

El dolor traumático también cambia el curso de luto, pone a las personas en un curso de tiempo diferente a lo que normalmente se esperaba.

Depresión

La depresión está asociada a dolor prolongado y estrechamente relacionada con la acumulación de adversidades después de eventos violentos. Los síntomas pueden incluir el estado de ánimo deprimido o irritable, cambios en sueño o de apetito, disminución del interés en las actividades de la vida, la fatiga y sentimientos de desesperanza y de inutilidad. Algunos jóvenes y adultos pueden experimentar pensamientos suicidas.

El estrés y las adversidades después de actos violentos
Lidiar con las adversidades y las tensiones actuales puede significativamente agotar los recursos emocionales y, a su vez, interfieren con la recuperación del estrés postraumático, el dolor traumático y las reacciones depresivas. Por ejemplo, los niños en edad escolar pueden presentar confusión, síntomas somáticos (por ejemplo, dolores de cabeza, dolores de estómago), comportamiento inusualmente agresivo o inquietos con preocupaciones sobre la seguridad.

El tratamiento médico y la rehabilitación física continua pueden ser una fuente de estrés adicional. Las pérdidas y las experiencias traumáticas nuevas o adicionales son conocidas por exacerbar la angustia e interferir en la recuperación. Asimismo, problemas asociados con experiencias traumáticas o pérdidas anteriores pueden ser renovados por la experiencia.

Los adolescentes pueden ser inconsistentes en su comportamiento, comienzan a aislarse y a evitar situaciones sociales, se ponen demasiado conflictivos o agresivos, o participan en comportamientos de alto riesgo, por ejemplo, conducir imprudentemente, uso de drogas y alcohol.

Las reacciones depresivas pueden ser muy graves, llevando a una disminución importante en el rendimiento escolar, aislamiento social, pérdida de interés en las actividades normales, automedicación, comportamiento agresivo y, más seriamente, intentos de suicidio.

El dolor traumático puede llevar a la incapacidad de llorar, recuerdan y recuerde, que los temores a un destino similar o la pérdida repentina de otros seres queridos y a las dificultades para establecer o mantener relaciones nuevas.

“El restaurar un sentido de seguridad y de oportunidades para el desarrollo normal de manera social y dentro del contexto familiar y comunitario son pasos importantes para la recuperación de los niños, adolescentes y familias”, concluye el doctor Mancini.

Rafael Navarro

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