La “migra” ha hecho estragos en la comunidad inmigrante
María fue detenida por la policía de Atlanta en julio de 2013. Ella estaba conduciendo en Moreland Avenue en Atlanta cuando una patrulla comenzó a seguirla, a pesar de que ella insiste en que no cometió ninguna violación de tráfico.
La policía hizo una señal para que se detuviera, ella cree que el oficial intentaba tener una razón para arrestarla. Según María, el oficial le dijo que ella estaba siendo detenida porque no tenía licencia y fue arrestada inmediatamente.
El oficial no permitió que María apagara su coche y tampoco le dejó hacer una llamada a su familia para que el vehículo pudiera ser recogido. La mujer rogó al oficial para poder ponerse en contacto con su familia, advirtiéndole que ella sólo vivía a 5 minutos de donde estaba siendo arrestada.
María sintió que el oficial era muy grosero con ella; se rió de ella y en su opinión actuó de una manera muy discriminatoria. Fue acusada de conducir sin una licencia. Ella se pregunta cómo la policía sabía que no tenía licencia. Ella realmente cree que su caso fue un caso de perfil racial.
El caso de María junto al de otros inmigrantes que han vivido situaciones similares, sirve de apoyo testimonial a un informe de 27 páginas titulado: PREJUICIO, POLICÍA Y SEGURIDAD PÚBLICA: El alto impacto de la ejecución de la ley de inmigración en el Estado de Georgia, presentado por la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos y la Unión Americana de Libertades Civiles.
El informe encontró que hay muy pocas relaciones entre las acciones de las agencias policiales en su afán de salvaguardar la seguridad pública y la forma desaforada como han actuado en contra de la comunidad inmigrante, arrestándola, poniéndola en prisión y deportándola basados en perfiles raciales y prejuicios hacia la gente de color.
Los datos revelan que la práctica de ICE de solicitar la encarcelación prolongada de una persona a causa de la sospecha de su situación migratoria conocida como “Ordenes de detención” subieron 17.169% entre 2007 y 2013, de los cuales 66,7% fueron personas de “tez oscura o medio oscura”, detalla el informe.
Detalles reveladores
El informe presentado hace un par de semanas, da cuenta que el número de arrestados por ICE en Georgia se incrementó entre los años fiscales 2007 a 2013 en un 953%, lo cual no solo afectó a los inmigrantes indocumentados sino a esposas o esposos ciudadanos americanos o a sus hijos nacidos en Estados Unidos.
Además de las implicaciones raciales demostradas por el informe, el estudio identifica que más del 54% de las personas bajo custodia del ICE eran residentes de Georgia por largo tiempo que habían llegado desde sus países de origen por lo menos desde 2003 dando lugar a la separación de las familias.
Como resultado de ello 48.135 niños ciudadanos estadounidenses en Georgia tenían un padre en custodia de ICE y 17.497 residentes de Georgia tuvieron uno de sus esposos detenido en estos cuatro años transcurridos entre 2007 y junio de 2013.
Otro dato revelador fue el énfasis exagerado puesto en el estatus migratorio por parte de las policías locales colaborando con ICE bajo el pretexto de la seguridad pública, por lo cual casi la mitad de los arrestados no fueron objetos de una retención por un delito del nivel penal y de aquellos que fueron penalizados, el 40% se identificó como de “nivel tres”, es decir, después de haberse declarado culpable por delitos menores de tráfico u otros similares.
Nacionalidad de los afectados
Lo que no resultó sorpresa para los que hicieron el análisis de las cifras entregadas por las mismas autoridades federales a través del recurso de petición de archivos públicos fueron las nacionalidades que se vieron más afectadas en esta arremetida de las policías locales en Georgia e inmigración.
México con 50,505 arrestos representa el 64.23% de la población afectada, seguido de Guatemala con 7,613 es decir el 9.68% de los arrestados, le sigue Honduras con 4,566 lo cual representa el 5.81%; El Salvador con 2,974, representó el 3.78%; Colombia con 1,258 representó el 1.60%; Cuba con 1,174 arrestados representa el 1.49%; Jamaica con 1,058 arrestados representó el 1.35%, República Dominicana con 743, fue el 0.94%; Brasil con 674, fue el 0.86%, Nigeria con 421 fue el 0.54% y otras nacionalidades con 7,649 fue el 9.73%
Reacciones
Azadeh Shahshahani de la ACLU de Georgia, dijo que “Las cifras reveladas son contundentes y desgarradoras de lo que ha sucedido con la policía en Georgia y el daño que ha hecho a las comunidades.”
“Se puede sentir el efecto de enfriamiento que ha provocado esto con la confianza en la policía y el riesgo en la seguridad, para todos los residentes de Georgia, por tantos que han sido perjudicados, viviendo bajo el miedo a la deportación, debido al aparato policial que ha sido puesto al servicio de inmigración”, dijo Shahshahani.
“Lo primero que muestra el informe es el costo humano, la erosión de los derechos, y el surgimiento de una cultura de la sospecha en nuestro estado que debe ser abordada”.
Por su parte, Adelina Nicholls, directora ejecutiva de la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos, dijo que “Nadie debería tener miedo de llamar al 911″.
“Pero eso es exactamente lo que ha sucedido desde que la policía se involucró en el llenado de las cuotas federales de deportación.”
Nicholls dijo que los sheriffs deben centrarse en su trabajo policial y no en perseguir a los georgianos por el color de su piel, eso debería suceder en las 165 jurisdicciones, y en todo el país pues ICE está cortando los lazos de confianza con la comunidad.