Luchan contra el miedo, mientras protegen a sus hijos
Por: Rafael Navarro- ENG
Román Muñoz llegó con su esposa hasta las oficinas de la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos—GLAHR-, por sus siglas en inglés, porque le preocupa la situación que se está viviendo en las calles de Georgia y a nivel nacional, en lo referente a las detenciones policiales que terminan en procesos de deportación.
La familia Muñoz tiene tres hijos, una de 18, y dos niños de 13 y 9 años nacidos en Estados Unidos y lo que sus padres quieren es que, si a alguno de ellos o a ambos los llegan a deportar, los menores tengan una familia de confianza que los acoja y se haga menos traumático el proceso.
“Venimos a hacer una carta notariada. Preparándonos para eso….como están las leyes ahorita…es mejor prepararnos porque a veces la policía constantemente para a personas, a veces sin razón o hay retenes…entonces queremos evitar complicaciones, y prepararnos para que nuestros hijos no queden a la deriva…”, dijo Muñoz hablando para el Nuevo Georgia.
Dice que ya hizo la doble nacionalidad ante el consulado mexicano en Atlanta, porque no quiere dejar cabo suelto en la seguridad de sus menores, sabiendo que la situación no está nada alentadora.
La importancia de las custodias y los poderes
En enero de este año, la niña Angelina José Francisco de 14 años huyó de su hogar sustituto en el que el Departamento de Servicios de Niños y Familia—DFCS, por sus siglas en inglés, la habían remitido luego de la deportación de sus padres a Guatemala, tras un proceso que no acaparó la atención de los medios de comunicación.
Las autoridades dijeron a los medios en su momento, que la menor, proveniente de una familia de indígenas guatemaltecos hablaba poco español y que quizá no se sentía a gusto en el lugar donde estaba.
“Los padres de la niña fueron deportados a Guatemala, y ella fue colocada en un hogar sustituto en Oakwood por el Departamento de Servicios para Niños y Familias. Su único familiar conocido es un hermano mayor, identificado como Domingo José Francisco, pero su paradero, en ese entonces, era desconocido”.
Según un reporte de 2013 del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), de 1998 hasta 2007 se habían deportado a más de 100.000 inmigrantes padres de hijos estadounidenses. Y en 2011, esa cifra llegó a poco más de 46.500 padres deportados, mayormente de México, Guatemala y Honduras.
Eso da una muestra clara de la importancia que se ha vuelto, el que las familias atiendan el llamado de los expertos y las organizaciones para que, siguiendo los procedimientos legales, se preparen firmando cartas poder, solo a familiares o amigos de entera confianza y bajo la asesoría seria y responsable de quienes conocen del tema.
En el caso de Román Muñoz, dice que él y su esposa, comenzaron a prepararse desde hace como cuatro años atrás y lo hicieron porque han visto a muchas personas sufrir en ese aspecto.
“Lo pensamos para no caer en lo mismo y creo que prepararse es algo bueno…lo que hemos hecho es tratar de sobrevivir y hacer lo mejor que se pueda….Me preocupan las nuevas leyes del presidente Donald Trump, pero no debemos frustrarnos, hay que tratar de estar fuertes y unidos…” afirma el hombre, quien vive en Norcross.
No quiero dejar a mis hijos a la deriva
Luciano Villegas, padre de dos hijos, de 14 y 11 años, dijo al ser cuestionado, que había decidido hacer el trámite para dar la autorización legal de sus hijos a una persona porque al igual que Muñoz, tienen miedo de todo lo que está ocurriendo.
“Queremos autorizar a una persona en caso de un percance con la policía…es una persona con la que trabaja mi esposa, mis hijos son Emanuel y Omar”, dijo Villegas.
El hombre quien vive en Georgia desde la década de los noventa, recuerda que en esos tiempos manejaba sin preocupaciones porque tenía una licencia de conducir y eso le enseño a conocer y respetar las leyes.
“Me preocupa que un día me vayan a deportar a mi o a mi esposa, y más vale estar cubiertos en ese percance y mi esposa y yo decidimos hacer ese trámite para que mis hijos no queden a la intemperie”, añadió.
Para Carlos Medina de la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos, lo que ellos impulsan, lo han llamado El plan de emergencia, y consiste en preparar a las familias en caso de cualquier eventualidad, para que, sobre todo, los menores queden amparados y pasen por el penoso proceso de ser entregado al Departamento de Servicios de Niños y Familia—DFCS.
“Parte de ello, son cartas, poderes especiales o tutoría para nuestros hijos para que otras personas puedan atenderlos mientras nosotros estamos detenidos”, dice Medina.
Ellos también apoyan educando a las personas para que vayan recopilando toda la documentación necesaria y la guarden o la dejen en manos de confianza, en ese proceso han visitado distintas poblaciones del estado donde las comunidades han pedido su presencia.
“La documentación necesaria que deben traer es básica: entre ellas, las identificaciones oficiales de los padres y de los niños que van a ser puestos en tutoría especial; los nombres legales y las dirección de a quienes se les deja la custodia temporal de los niños”.
Otro trámite que crece
El trámite de doble nacionalidad o registro de menores en los consulados de México, el Salvador, Honduras y Guatemala, es otro que ha tenido su incremento, dado que las familias quieren estar seguras que sus hijos tendrán el trato de nacionales, si la familia tiene que irse a sus lugares de origen.
Si busca ayuda o asesoría
Si requiere de ayuda o asesoría la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos—GLAHR, puede ofrecerla a grupos que la requieran llamando al: 770.457.5232