Quieren combatir el miedo
Rafael Navarro- ENG
El tema no es poca monta, entre las comunidades de fe que atiendes especialmente a inmigrantes latinos, se viene generando una crisis entre sus miembros que muchas han sido las iglesias que han debido cancelar horarios de servicios, fusionarse con otras similares o simplemente cerrar sus puertas por la merma en su personal.
Muchos han emigrado a otros estados más amigables con los inmigrantes, otros han sido detenidos por manejar sin licencia y otros han sido deportados a sus países de origen por no contar con la documentación requerida, lo que ha generado desconfianza y malestar hacia las autoridades, especialmente las locales.
Las autoridades lo saben
Los jefes de los tres departamentos de policía que abarcan la mayor cantidad de latinos en Metro Atlanta lo saben y lo han expresado, Gwinnett, Cobb y DeKalb tratan por todos los medios de generar sin éxito, campañas de acercamiento con la comunidad latina en general, pero la gente no responde por temor.
Un ejemplo de ello fue la reunión que trataron de propiciar el año pasado los departamentos de policía de Brookhaven, Atlanta, Duluth y Norcross mediante el programa “Café con un Policía”, al que no llegaron sino 4 personas de la comunidad, otros foros abiertos en Cobb, por ejemplo, motivados incluso por organizaciones latinas corren con la misma suerte.
Pastores y policías
Pascual Juárez, de la Iglesia Pentecostés Cristo Vive ubicada en Norcross, dice ha visto como entre sus miembros el miedo a la policía local, los obliga muchas veces a no ir a los servicios y a vivir en una constante zozobra, motivo por el cual quiso expresarle esa inquietud a las autoridades.
“Hemos visto que nuestra comunidad está bastante asustada y uno como ministro, estoy viendo todo ese temor en nuestra comunidad, y al ver todo ese temor vemos que la gente se está paralizando…”, dijo Juárez hablando para El Nuevo Georgia, minutos después de reunirse con un grupo de jefes de policía.
En efecto, a la reunión fueron convocados los jefes de policía de Doraville, Norcross y Gwinnett, quienes aceptaron estar en la mesa con varios líderes de fe, todos con inquietudes y críticas en algunos casos al accionar de las autoridades locales.
“Lo que me da mucho orgullo es que la invitación que hemos tenido de las personas de las iglesias, es porque quieren hacer la conversación con los agentes de policía porque hay tanta información que no está correcta…” dijo John King, jefe de policía de la ciudad de Doraville.
King, quien defendió el accionar de los agentes de su departamento, negó categóricamente que sus agentes estuvieran sobreactuando o pasando por encima de las leyes y los reglamentos cuando se trata de las comunidades inmigrantes.
“Es importante empezar el diálogo para ver cómo podemos reunirnos nosotros, y comunicarnos con la comunidad, a través de las iglesias y las comunidades religiosas, un lugar neutral, un lugar muy bueno para la gente, donde tuvieran la oportunidad de preguntarles a los policías cualquier cosa, porque hay cualquier cantidad de desinformación que no está correcta…” reafirmó King.
“La gallina de los huevos de oro”
Eli Chávez, pastor de la iglesia Monte Sinaí, también en Norcross, se quejó de que la comunidad inmigrante en general, especialmente quienes no tienen documentos se veían en aprietos con más frecuencia en sus encuentros con las policías locales.
“La comunidad se ha convertido en la gallina de los jueves de oro, porque les sacan miles de dólares a una persona que no es un criminal”, dijo Chávez,
Seguidamente hizo referencia al programa 287 (g) que convierte a algunas cárceles en colaboradoras de inmigración y eso asusta más a personas quienes se cohíben incluso de reportar crimines de los que son víctimas.
“287 (g) es para criminales. Perfecto. Entonces, separemos entre el criminal y entre una persona que no tiene licencia”, recalcó Chávez.
El miedo a la denuncia
“Tenemos muchos problemas con las victimas que tienen miedo de llamar al 911, y el único que está tomando ventaja de es el crimen y quienes están tratando de abusar de nuestra comunidad” dijo el jefe de policía de Doraville.
“Nosotros tenemos el deber de proteger a toda la comunidad, no solamente una parte de la comunidad sino la comunidad entera, y tratamos de hablar con la comunidad para que ellos tengan la confianza de que cuando llamen a la policía la policía va a venir a hacer su deber”, afirmó.
Esto, porque entre los asistentes casi todos estuvieron de acuerdo en que muchas de las víctimas de crímenes dejan de denunciar por temor a ser deportados.
“Mis oficiales van a proteger la comunidad, van a tratar de investigar los casos, van a tratar de sacar la realidad, la verdad, y tratar de poner a los responsables frente a la corte”, aseveró King.
Por su parte, el mayor Everett Spellman, comandante del precinto oeste de la policía de Gwinnett, dijo que lo más importante de este tipo de reuniones es que ellos como departamento de policía podían conocer, cuáles eran las inquietudes que tiene la comunidad.
“…Y como nosotros somos parte de ellos y estamos en medio de ellos, podemos ayudarlos a sentirse mejor y a hacer que esa comunidad sea más fuerte”, dijo Spellman.
¿Información equivocada?
El pasado 14 de junio, el jefe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas –conocido como ICE–, Thomas D. Homan afirmó que los inmigrantes indocumentados deben vivir con miedo de ser deportados.
“Si usted está ilegalmente en este país cometió un crimen al estar en este país, debería sentirse incómodo, debe mirar por encima del hombro. Usted debe estar preocupado”.
El pasado 15 de mayo, agentes encubiertos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmaron que habían comenzado a detener indocumentados en las cortes, sitios inusuales para los operativos de dicha agencia en administraciones pasadas.
“El temor es que la presencia habitual de ICE en las cortes genere miedo y desconfianza entre los indocumentados que tengan que acudir como testigos a una vista o que tienen causas pendientes, como puede ser una orden judicial, algún asunto relacionado con su estatus migratorio, o trámites menores como pagar una infracción de tránsito”.
Si bien es cierto, lo anterior no es un asunto de las policías locales, muchas de las comparecencias a corte se generan a partir del encuentro entre los individuos y la policía, de ahí este miedo general que como dijo el pastor Juárez, paralizaba a la gente, y como reconoce el oficial John King, daba ventaja a los criminales para seguir abusando de sus victimas.