“Los 7 de Georgia”, hacen historia
Por: Rafael Navarro- ENG
El oficial trató de hacerla desistir de su protesta y la joven se negó, contó hasta tres y sin pensarlo dos veces de una manera ruda agarró su par de esposas, levantó a la estudiante de un brazo en señal de dominio y procedió a esposarla de manera ruda. El mensaje era claro. Los otros que observaban y por quienes vendrían más tarde quizá serían presas del miedo.
Pero no fue así. Por quién sabe cuántas veces ya habían gritado a voz en cuello que eran estudiantes indocumentados y que no tenían miedo. Eso les dio fuerza. Eso no los hizo claudicar.
El arresto de Gyna Pérez de 21 años fue apenas el inicio de una organizada manifestación llevada a cabo por los jóvenes “Soñadores” que no se resisten a quedarse sentados frente a una serie de propuestas y legislaciones que los quieren obligar a no estudiar bajo ninguna circunstancia.
Los siguientes fueron, Viridiana Martínez, José Rico, Dayanna Rebolledo, Andrés Rosales, David Ramírez y María Marroquín.
Ya habían rodado lágrimas por las mejillas de muchos de sus compañeros, ya se había gritado todas las consignas, ya se habían agotado los plazos de negociación, ya se había agotado el tiempo.
Uno a uno fueron levantados y llevados amarrados de manos a una patrulla especialmente traída para que cupieran todos, ya todo estaba cumplido, ya no había discursos, ya no había vuelta atrás, de nuevo y por pocas horas su sueño iba otra vez a la cárcel, de ahí saldrían un día después, porque sus sueños nunca estuvieron encarcelados, quizá fueron más libres que nunca!
Leyes en todos los estados quieren prohibir que los hijos de los inmigrantes indocumentados no reciban educación superior.
“Este no es el país del cual hablaba Martin Luther King”, dijo el senador Vincent Fort, pero lo repitió más de una vez… “lo importante es que ya ustedes no tienen miedo…ahora si podemos seguir la lucha juntos”
El reverendo Timothy McDonalds, quien estuviera al lado del reverendo King en la lucha por los derechos civiles, arengó a los jóvenes a seguir.
“En esta nación dicen que todos somos iguales, entonces porque hacen diferencia con estos jóvenes porque no tienen documentos”, dijo el reverendo.
“Hemos señalado que nunca ha habido un movimiento exitoso de cualquier tipo sin los jóvenes, y que fue especialmente cierto en el movimiento de derechos civiles, que los estudiantes llenaron las cárceles, no los predicadores.” Enfatizó.
El grupo protestó en un esfuerzo por llamar la atención nacional a la cuestión de la igualdad de acceso a la educación. También están molestos con lo que ven como legislaciones anti-inmigrantes en Georgia y en otros lugares en todo el país.
Es la primera vez que estudiantes hispanos hacen esto en Georgia, y ello los convierte en pioneros a nivel nacional de acciones similares coordinadas y planeadas para seguir ejerciendo presión sobre los políticos que les mienten a diario a cerca de su futuro en el país hasta donde sus padres los trajeron para que cumplieran sus sueños.