Avanza juicio contra presunto asesino de bebé hispano de 13 meses de edad
Desde el pasado 19 de agosto cuando se inició la escogencia del jurado quien tendrá bajo su responsabilidad, conocer y determinar si el joven De’Marquis Elkins, ahora de 18 años de edad, es el culpable del asesinado del niño Antonio Santiago de solo 13 meses de edad que fue baleado la mañana del pasado 21 de marzo en la sureña localidad de Brunswick en limites con el estado de La Florida, pocos han sido los detalles relevantes que se han conocido sobre el caso.
Por el gran impacto que el asesinato del menor causó en la población de 150 mil habitantes, ajena a este tipo de sucesos, los jueces encargados del caso decidieron mover hasta Marietta en el condado de Cobb la realización del juicio, el cual empezó hace un par de semana.
Una compleja trama por resolver
De acuerdo a las primeras versiones recogidas y difundidas por las autoridades, la madre del menor Sherry West, había salido a la media mañana del pasado jueves 21 de marzo cuando dos adolescentes se le acercaron para pedirle dinero a cambio no hacerle nada a ella o a su bebé, ante lo cual ella habría respondido que no cargaba dinero consigo.
Las versiones de la mujer, única testigo de los hechos, es que, uno de los menores le habría preguntado entonces, ¿Quieres que mate a tu bebé? Ante lo cual ella volvió a responderles que no cargaba dinero y que no le hicieran nada a la criatura.
Uno de los adolescentes, quien responde al nombre de De’Marquis Elkins, en ese tiempo de 17 años, habría disparado entonces hacia el piso, en un primer intento por intimidarla, luego lo hizo contra la mujer hiriéndola levemente en la oreja izquierda y un tercer disparo la alcanzó a herir en la pierna izquierda debajo de la rodilla, finalmente apuntó a la cara del pequeño y le propinó un disparo certero en la frente.
El otro adolescente comprometido en este hecho, es Dominique Lang, ahora de 15 años.
La policía dijo en su momento que en los perfiles de Facebook de los chicos encontraron evidencia de que, este habría sido un incidente planeado con anterioridad, porque habían advertido que la vida del poblado iba a ser sacudida por un hecho trágico.
Cuatro días después del incidente y con los sospechosos bajo custodia, la policía encontró en un pequeño estanque el arma calibre 22 con la que se cometió el crimen, la cual correspondía a las características con la disparada en la comisión del crimen del menor.
Acusan a los padres del menor
A pesar de que, no hubo testigos presenciales del hecho en el que perdió la vida la criatura de origen hispano, todo apuntó desde el comienzo al asalto y posterior tiroteo, pero durante las audiencias preparatorias al juicio, el abogado defensor del principal sospechoso, lanzó una seria acusación contra los progenitores de la víctima, de quienes dijo, son los verdaderos asesinos del niño.
“Kevin Gough, un defensor público, que es el principal abogado de Elkins, ha sugerido fuertemente en mociones previas al juicio que los verdaderos asesinos son los propios padres del niño”, informó la agencia de noticias Prensa Asociada.
“Otra evidencia del expediente sugiere que Sherry West es mentalmente inestable, dio varias versiones inconsistentes de cómo ocurrió el crimen, y tenía un interés financiero en la muerte de su hijo, por una póliza de seguros”, dijo Gough en una moción judicial presentada el pasado 5 de agosto, según la misma agencia de noticias.
Los abogados defensores del presunto asesino del menor, basan sus acusaciones en documentos judiciales y grabaciones de audio donde se muestran que la madre del niño tenía tratos con Gerber Life Insurance Co. Según su sitio web, Gerber Life vende pólizas de seguros de vida para niños que comienzan en la infancia. La cobertura va desde $ 5.000 a $ 50.000.
Según trascendió en las audiencias preliminares, Glassey Ashley, la hija de 21 años de edad, de West, habría dicho a la estación de televisión WTLV de Jacksonville, Florida, poco después del tiroteo, que su madre la llamó después de que Antonio murió y le preguntó:
“¿En cuánto tiempo crees tú que el seguro de vida me va a enviar un cheque?”
Otro argumento de los abogados defensores del menor implicado en el crimen, es que tanto en las manos de la madre como del padre, Luis Santiago, se encontraron pequeñas partículas de pólvora, lo que ha sido refutado bajo la teoría de que, una persona expuesta a un tiroteo puede tener residuos en varias partes de su cuerpo, y en el caso de Santiago, éste dijo que había tocado las heridas de su esposa antes de que el Buró de Investigaciones de Georgia—GBI, tomara muestras de sus manos.
Sin embargo, el Fiscal de Distrito Jackie Johnson argumentó que los abogados defensores de Elkin habían hecho “declaraciones falsas, exageradas y engañosa” sobre el caso.
Si es declarado culpable De’Marquis Elkins se enfrenta a cadena perpetua, ya que, por haber sido un menor de edad cuando se produjeron los hechos, lo salva de una posible sentencia de muerte como lo establecen las leyes de Georgia.
El otro menor implicado, Dominique Lang de 15 años, será juzgado en un juicio separado, pero ha sido uno de los principales testigos contra Elkis, ya que los investigadores han declarado que Lang dijo a la policía que él y Elkins estaban tratando de robar a una mujer que iba empujando un bebé en un cochecito cuando Elkins sacó un arma y le disparó a los dos.
Esta semana Lang dijo ante el jurado que el arma con que se había disparado al menor de origen latino, había sido guardada debajo de un sofá en la casa de la madre del implicado De’Marquis Elkins, quien además está acusada de darle falso testimonio a la policía e interferir con una investigación, la mujer también irá a corte en otra fecha aún no definida.
Más acusaciones
Pero durante las audiencias preparatorias al juicio, salieron a relucir otros hechos que hasta el momento se habían mantenido como inéditos, y es que, otro hombre de origen hispano identificado como Wilfredo Calix Flores, reconoció a De’Marquis Elkins como la persona que lo había herido en otro intento de robo.
De acuerdo a las versiones, 10 días antes del asesinato del niño de 13 meses, Calix Flores fue víctima de un atraco en el que resultó herido con un arma también calibre 22, y cuando se produjo la muerte del menor, el hombre hispano reconoció la cara de quien le había disparado.