Condenados por evasión de impuestos y contratar indocumentados
Tres propietarios de una compañía distribuidora de carne fueron condenados la semana pasada en un tribunal federal de Atlanta acusados de evasión de impuestos y contratar personal sin permiso para trabajar legalmente en el país, en lo que las autoridades llamaron como un caso ejemplarizante.
Los condenados fueron Rhett Maughon, de 49 años, de Decatur, Rafael Villarreal, de 42 años de Suwanee, y Marcus Maughon, de 47 años, de Decatur, fueron condenados por el Juez Federal de Distrito Thomas W. Thrash Jr. para servir tiempo en prisión federal por cargos de fraude de impuestos e inmigración.
“Los acusados de un negocio “exitoso” llamando Atlanta Meat Company, tomaron atajos legales mediante la contratación de trabajadores indocumentados y evadieron impuestos federales, asegurándose que parte del dinero que recibieron nunca fue reportado en sus libros de contabilidad”, dijo la Fiscal de los Estados Sally Quillian Yates.
“Al final, su plan fracasó miserablemente. Los beneficios secretos de que disfrutaron en un breve periodo de tiempo no puede compensar los años que ahora pagarán en una prisión federal”, afirmó.
Rhett Maughon fue condenado a 5 años en prisión, seguidos de 3 años de libertad supervisada, y se le ordenó trabajar 100 horas de servicio comunitario.
Rafael Villarreal, fue sentenciado a 5 años en prisión, seguidos de 3 años de libertad supervisada, y se le ordenó someterse a un proceso de deportación, a través de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas—ICE-, una vez cumpla la sentencia en prisión.
Marcus Maughon fue condenado a 3 años en prisión, seguidos de 3 años de libertad supervisada, y 100 horas de servicio comunitario. Los tres acusados se declararon culpables de varios cargos el 13 de octubre de 2011. Cada acusado recibió la pena máxima de prisión autorizada por la ley.
Desde principios de 2001 hasta junio de 2006, los acusados y otras dos personas más, que no son nombrados como acusados en el proceso se dedicaban al suministro de productos cárnicos a los restaurantes a través del sureste donde algunos de los clientes les pagaban en efectivo, eso les permitió no reportar todo ese dinero recibido en los libros de la compañía, y lo usaron a su vez para pagarle a sus empleados también en efectivo, debido a que usaban mano de obra indocumentada.
“Esta sentencia debe servir como una severa advertencia a los empleadores que perpetúan una economía subterránea mediante la contratación de una mano de obra ilegal”, dijo Brock D. Nicholson, agente especial a cargo de las investigaciones del ICE.