Más preguntas que respuestas en el caso de Beatriz Espinoza
El Nuevo Georgia News
La noche del 25 de marzo de 2017 un grupo de familiares, amigos, vecinos y miembros de la prensa se dieron cita en los apartamentos Hickory Grove sobre la South Norcross Tucker en Norcross para iniciar la búsqueda en los alrededores, de pistas sobre el paradero de Beatriz Noemí Espinoza, entonces de 25 años, y quien había desaparecido la tarde anterior.
Sus familiares dijeron entonces, estar disgustados con la policía de Gwinnet porque, a criterio de éstos no les habían prestado la atención debida en un caso, que hora tras hora fue teniendo desarrollo con visos de tragedia.
Los hechos
El 24 de marzo de 2017, Beatriz Noemí Espinoza de nacionalidad mexicana y madre de dos menores no respondió las llamadas de su tía Mónica Hernández, con quien había hablado en la mañana y ésta le había comentado que, temprano en la tarde, iría hasta el Interactive College, donde al parecer cursaba inglés, y después de recoger a su niño de seis años en la escuela saldrían juntas.
“Le estuve llamando, pero ya no me respondió, el teléfono me mandaba a buzón y después sonada apagado”, dijo Hernández, en ese entonces.
Preocupada por no saber de su sobrina alrededor de las siete de la noche decidió salir de su casa en Roswell hasta el apartamento que ocupaba Beatriz con sus dos hijos, llevándose la sorpresa que no había recogido a su niño mayor de la escuela y en esos momentos quien lo cuidaba era una vecina.
“Eso me preocupó más, además porque ella había salido con su niño más pequeño de tres años”, contó la mujer.
Una buena y una mala noticia
La mañana del sábado 25, la familia recibió la noticia de que, el hijo de Beatriz con el que ella había salido la tarde anterior había sido encontrado deambulando cerca a los apartamentos donde su madre vivía, y fue así como sus peores presentimientos comenzaron a tomar forma.
“Me preguntaron que, si era mío el niño, y yo les dije que no, que qué pasaba, y entonces me dijeron que el niño estaba solo que no sabían quién era la mamá”, dijo la mujer que se identificó como Rosa y que habría sido una de las primeras personas en tener contacto con el menor una vez fue abandonado cerca de una tienda del área.
De acuerdo con la versión de la mujer, el menor estaba confundido y nervioso y apegado al hombre que lo había encontrado.
La policía no se apersonó del caso
Habían pasado 24 horas desde la inminente desaparición de Beatriz y con todo y el hallazgo de su hijo y la llamada de quienes encontraron al menor tuvieron que hacerle a la policía de Gwinnett, el de la hispana todavía no era un caso que estuviera bajo investigación, a pesar de que todo indicaba que algo no estaba bien.
Más de medio centenar de personas se reunieron para ayudar en la búsqueda de la mujer y alrededor de 2 horas después y tras varias llamadas a la policía del condado por parte de periodistas y otras autoridades, el jefe del cuartel Este, capitán Adams, se hizo presente a tomar las primeras declaraciones de los familiares y los conocidos.
Hasta la media noche del sábado los voluntarios, sin el acompañamiento de la policía, barrieron los alrededores de los apartamentos donde vivía la mujer, sin hallar rastros de ella.
El domingo 26 en las horas de la mañana la familia fue informada de la asignación de un investigador en el caso de la desaparición de Beatriz y se les prohibió que siguieran dando entrevistas a la prensa.
El lunes 27 algunos familiares encuentran metanfetaminas en el apartamento de Beatriz, al parecer escondidas entre la ropa y un bolso de sus niños, dando aviso a las autoridades, la policía de Gwinnett con una orden de cateo inspecciona el lugar y corrobora la existencia del alcaloide.
Mientras tanto en Clayton…
Pocos días después de la desaparición de Beatriz, la policía del condado de Clayton encontró dos cuerpos sin vida, correspondientes a un hombre y una mujer, al parecer en estado de descomposición y al menos uno de ellos con señales de tortura, lo que origina la investigación respectiva.
Por casi 2 años, las “pesquisas” no dieron resultado hasta hace poco cuando pudo comprobarse a través de muestras de ADN que en efecto el cuerpo de la mujer era el de la madre desaparecida en Norcross, días antes declarada desaparecida por sus familiares.
“Debido a las circunstancias que rodean este caso, este caso está siendo investigado como un posible secuestro en el condado de Gwinnett”, dijo la vocera de la policía de Gwinnett Michelle Pihera.
Interrogada por El Nuevo Georgia, sobre el hecho de que, se hubiera demorado tanto el proceso de identificación de la mujer, habiendo una investigación abierta y a escasas 50 millas apareciera un cuerpo sin vida, Pihera se limitó a decir que “Esas preguntas eran para la policía de Clayton. Están manejando la investigación del homicidio”.
-¿Por qué, si había una mujer recientemente desaparecida en Gwinnett, y en Clayton encuentran un cuerpo femenino, los dos departamentos no son proactivos en compartir información sobre sus huellas dactilares o el ADN?
Al cierre de esta edición el jefe de policía del condado de Clayton Kevin Roberts, no había respondido nuestros correos electrónicos, mientras fuentes extraoficiales, nos confirmaban que el día en que la policía de Gwinnett dio a conocer los resultados del ADN de Beatriz Espinoza a la prensa, hacía un mes que sus familiares habían sepultado sus restos entregados por las autoridades.