Cierran puertas a estudiantes inmigrantes sin papeles
Por: Rafael Navarro y Luis Arias- ENG
Por unanimidad los republicanos le dieron el primer Sí, a una iniciativa de ley que busca cerrar por completo las puertas de la educación superior a todos los estudiantes inmigrantes sin un estatus legal en el país.
Cientos de miles de jóvenes se verán afectados por esta medida que tal como va, será aprobada en pleno y firmada por el gobernador Nathan Deal.
Con el primer voto esta semana en el Comité de Educación Superior, luego de un arduo debate en el que se vieron las dos caras de la moneda y en el que, los estudiantes agrupados en la organización “Georgia Dreamers” Soñadores de Georgia, jugaron un papel importante, queda abonado el terreno para hacer de la HB-59 una ley que no permitirá más a estudiantes indocumentados pisar las puertas de un plantel de educación superior.
En la actualidad y como se ha venido haciendo, los estudiantes pueden matricularse siempre que puedan pagar su matrícula como residentes no estatales, pero el representante Tom Rice, republicano de Norcross, quiere prohibir a estos estudiantes asistir a cualquiera de las 35 instituciones del Sistema Universitario de Georgia incluyendo las 26 sedes de Georgia Tech.
Inciando su intervención Rice dijo a los asistentes: “Garantizaré que los inmigrantes ilegales no tendrán un asiento junto a los que se encuentren legalmente en el país”
Más adelante expresó “Creo que este proyecto de ley es necesario, porque ahora no hay forma de saber hasta qué punto una persona ilegal puede estar aquí, tomando el lugar de una persona legal”, advirtió.
Por ello, dijo que su proyecto busca que los estudiantes antes de entrar al sistema universitario, puedan ser objeto de chequeos por parte del Sistema de Verificación, conocido como SAVE, por sus siglas en inglés, algo similar al E-Verify que usan las compañías para verificar el estatus legal de sus potenciales trabajadores.
Los soñadores dando la lucha
Los estudiantes unidos en el grupo conocido como Soñadores de Georgia, dijeron que la estrategia de Rice no obedecía a factores económicos o de cupos en los centros de estudios superiores, sino más bien a rechazo hacia las comunidades inmigrantes cuyos jóvenes vienen sobresaliendo.
Según cifras que maneja la Junta de Regentes, encargada de administrar y planificar el sistema de educación en estado, de los 310.361 estudiantes inscritos en el sistema universitario de Georgia en el otoño pasado, 501 fueron clasificados como “indocumentados”, aunque pagaban como estudiantes no residentes en Georgia, lo que implica un valor más alto.
La junta que hizo la auditoria los clasificó así porque no encontraron que éstos hubieran proporcionado documentación de su estatus de ciudadanía, eso les valió para ser sospechosos de no tener un estatus legal de inmigrantes en este país, dijeron en ese momento.
Entre los soñadores de Georgia que intervinieron en la audiencia, estaba Roberto Gutiérrez de Georgia State University, quien pidió no aprobar esta pieza de ley porque argumentó, no era cierto que los jóvenes estudiantes sin papeles estuvieran tomando el lugar de otros.
“Déjenme tener la oportunidad de creer en los Estados Unidos, de que es lo mejor para mí y para el país y devolver algunas de las oportunidades que hasta cierto punto aquí he podido tener…No maten mis sueños”, reclamó.
Otras jóvenes hispanas también hicieron su aporte al debate, argumentando el gran daño que esta medida de ser aprobada y firmada le traería al estado debido a que habría menos nivel educativo en las comunidades y menos personas preparadas para el futuro.
Otros debates previstos
Aunque apenas este es el primer debate a que se enfrenta la HB-59, no se espera que las cosas cambien en la plenaria o en los debates del senado, si se sabe que toda la bancada republicana votará a favor de ella.
Por el momento para convertirse en ley, aún debe ser aprobado por el pleno de la Cámara y proceder a través del Senado estatal, se estima que para la primavera todo este procedimiento de haya cumplido.
Los términos de esta iniciativa se fijaron para ser aplicados a partir del próximo otoño, cuando los inmigrantes ‘ilegales’ deban serán excluidas de la Universidad de Georgia, Georgia Tech, Georgia State, Georgia College & State University y el Colegio Médico de Georgia.
Esa medida cobija primordialmente a estos centros universitarios, porque en el pasado han rechazado a solicitantes calificados académicamente por falta de espacio u otros temas y entre todos ellos había 29 estudiantes indocumentados en el otoño pasado, dijo uno de los que están a favor de la ley.
Tal como lo reconoce el diario local Atlanta Journal Constitution, el debate de los estudiantes indocumentados tomó fuerza en la primavera pasada tras la detención de Jessica Colotl, una inmigrante indocumentada que asiste a la Universidad Estatal de Kennesaw y que fue traída a este país desde México cuando era niña.
“La ley federal no prohíbe a los inmigrantes ilegales asistir a los colegios públicos, de acuerdo con la Oficina de Inmigración y Aduanas de EE.UU.—ICE.
En una carta de 2008, su directriz federal más reciente sobre el tema, la agencia escribió, “cada estado debe decidir por sí mismos sí o no admite a los extranjeros ilegales en sus instituciones públicas de educación superior.”, citó el AJC.
Otras leyes antiinmigrantes serán presentadas en las próximas sesiones, cumpliéndose con esto la advertencia de los republicanos en el poder de que, seguirán haciendo al estado de Georgia, un territorio no agradable para los “ilegales”.