El doble drama de José Romero
Por: Rafael Navarro- ENG.
Cuando sólo contaba con 20 años José Luis Romero Lara salió de su natal México hacia el norte como millones lo han hecho en busca del afamado “Sueño americano” y hoy, 15 años más tarde, ciego, sin su familia, sin nadie que lo espere del otro lado de la frontera y con el dolor de haber dejado lo mejor de sí en este país, está a punto de ser deportado.
Romero Lara contaba con 29 años cuando se le presentó la oportunidad de irse a Nueva Orleans luego del paso del huracán Katrina a trabajar en labores de remoción de escombros, limpieza y reconstrucción como lo hicieron cientos de latinos para sacar adelante a la ciudad, y lo lograron, pero cientos como él llevan hoy una marca indeleble que les marcó su vida para siempre.
Romero cuenta que en el lugar de trabajo por las mismas condiciones en que quedó la ciudad, agarró una bacteria que como nunca fue tratada porque no tenía los recursos y tampoco tenía un seguro, terminó por afectarle la visión y a los 32 años quedó completamente ciego, hoy tiene 35.
El triste destino de José
Durante 12 años José estuvo conviviendo con una ciudadana americana en Carolina del Norte con la cual procreó 4 hijos, uno de 12 años, uno de 10, una niña de 6 y otro niño de 4, los que ahora no sabe a ciencia cierta dónde están, ni qué es de la vida de ellos.
Todo empezó porque en el 2012 tuvo diferencias con su pareja y se fue a vivir donde un amigo, lugar hasta donde llegaron algunos oficiales de policía al parecer porque la mujer de éste lo habría acusado de querer agredirla, según cuenta Luz López, quien conoce al hombre desde que ella trabajaba para una oficina de asistencia social de una iglesia.
“Antes de que lo arrestaron tuvo un accidente de auto…la novia del otro muchacho iba borracha y ellos tuvieron un accidente”, dijo López.
Pero lo que pasó en ese encuentro con los oficiales sigue aun siendo confuso. José dice que los policías llegaron de malas maneras, lo golpearon, lo ultrajaron de palabra y lo tiraron contra el suelo tratando de encontrarle un arma, pero este no tenía nada.
“Como yo soy invidente no podía coordinar las órdenes que me daban, les dije que era ciego y ellos se burlaron de mí y me decían que estaba mintiendo” recuerda.
El resultado final: José fue arrestado por “resistirse al arresto” y aparentemente enfrentarse a los oficiales del orden, por ese motivo el juez lo condenó a estar 18 meses en prisión, llegando a completar 16 hasta que fue puesto en manos de Inmigración para ser deportado a México.
“Fui víctima de abuso policial de las autoridades de Carolina del Norte donde viví por 13 años no cometí ese delito por el que me acusaron me dieron de 18 a 24 meses en prisión y cumplí 16 meses en prisión…” narró José desde la celda en la que se encuentra recluido en el Centro de Detención de Atlanta, última estación para ser devuelto a México.
Dice que durante el tiempo que estuvo preso, era el único hispano y nunca le dieron asistencia especial como invidente.
“Con la ayuda de alguien que se compadecía de mí para ayudarme era como hacia mis cosas…el 8 de agosto del 2012 me caí y me golpee mi brazo y mi hombro y ya no puedo levantar el hombro porque siento un dolor muy fuerte en la clavícula, me llevaron a enfermería porque no me pude levantar, y de ahí me llevaron al hospital, me sacaron rayos X y me pusieron una inyección para el dolor” recuerda.
Pero a partir de ahí debido a los fuertes dolores les hizo varias peticiones para que le dieran un medicamento más fuerte y nunca le respondieron.
Tampoco lo pusieron en un cuarto donde estuviera solo, donde había cama y baño, y a pesar de que escribió dos cartas a los Servicios Legales del Estado, y estos le respondieron, el argumento era que como estaba ya por salir no podían hacer más nada por él.
José es huérfano de padre y madre, fue hijo único y es poco lo que sabe de sus familiares, teniendo en cuenta eso, ha hecho varias peticiones humanitarias para que lo dejen irse a despedir de sus hijos, pero todas han sido negadas, a lo máximo que han llegado es a darle salida voluntaria en vez de deportación.
“Yo no quiero hacerme famoso contando esto, ni quiero hacer noticias, lo que quiero es que esto no le vaya a pasar a otro inmigrante como yo…que las leyes de este país sean tan inhumanas con personas discapacitadas como yo… a mí nunca me dieron esa asistencia…fui discriminado y abusaron de mis derechos humanos…”, dice mientras sigue suplicando clemencia.
Le tienden la mano
Adelina Nicholls de la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos—GLARH, por sus siglas en inglés dice que ellos han estado pendientes del caso del inmigrante sobre todo en lo que tiene que ver con su situación de discapacidad y por haber sido una víctima de las secuelas del huracán Katrina como fueron muchos trabajadores latinos que terminaron enfermos y desamparados.
“Estamos trabajando en este caso, nos hemos comunicado con las autoridades de inmigración y también con la abogada que lo representa, pero nos interesa conocer más detalles de su situación”, dijo Nicholls.
En ese sentido dice que han solicitado una orden para parar su deportación y que el juez reconsidere las circunstancias que han rodeado este caso y pueda hacer una decisión más humanitaria.
“Nosotros seguimos trabajando y viendo alternativas, él tiene una acusación que fue por la que se generó su arresto, pero hay más en este caso que vale la pena analizar”, dijo la activista.
“Estamos al tanto del caso del señor Romero Lara”
Por su parte, Edurne Pineda, Cónsul adscrita de México en Atlanta, dijo a El Nuevo Georgia que aunque no podía dar detalles específicos de lo que hacían en los casos que atienden, ellos sí conocían ya un poco la historia de José.
“La forma como trabajamos estos casos se relacionan con la Convención de Viena sobre relaciones consulares”, dice. Es un convenio que se firmó con Los Estados Unidos en los años sesenta entre los dos países.
“Contempla la obligación de los gobiernos extranjeros de notificar sobre la detención de ciudadanos extranjeros a su gobierno de origen…pero eso tiene su complejidad porque a nivel federal es un poco más difícil, en las localidades y en las ciudades y los condados porque ellos desconocen los mecanismos o no saben cómo hacerlo, tiene que haber una labor constante de comunicación y convenios de acuerdo…” admitió.
Dijo también que los consulados no le pueden dar seguimiento puntual a todos los avisos que les llegan y a lo mejor la respuesta no puede ser inmediata ya que se pueden recibir en una semana cientos de notificaciones, llamadas telefónicas y correos electrónicos.
“Desconozco si cuando lo detuvieron a él notificaron al consulado en Raleigh, otra cosa es cuando ya tiene problema de salud, y su problema es complejo y las circunstancias personales también lo son, y nosotros, como él está ahora en nuestra jurisdicción, en la medida de nuestras posibilidades le ayudaremos”, afirmó Pineda.
Las condiciones especiales de José
La cónsul Pineda dijo que sí existe un acuerdo adicional sobre repatriaciones y deportaciones seguras mediante el cual el ICE se coordina con los consulados para que gente en circunstancias tan graves como la del señor Romero Lara, no sea deportada en situaciones de inseguridad.
“En este caso parte del proceso que se seguirá, ya sea conseguir a un familiar que se haga cargo de él, en México o algún centro de salud que le de seguimiento a su tratamiento en caso de que lo necesite”, pero dijo que una cosa era su situación migratoria y otra cosa son los motivos por los cuales fue detenido.
“De todos modos lo que nosotros vigilamos es que a las personas se les respeten sus derechos humanos…Si nosotros llegamos a identificar que sus derechos legales no están siendo respetados entonces sí el consulado podría apoyarle…”
“Pero el señor Romero Lara no ha hecho ninguna solicitud en ese sentido”, recalcó la funcionaria.
Admitió que tenían información de que su situación se generó en las labores de limpieza de Nueva Orleans. “Pero si exigimos que a las personas independientemente de su estatus legal se le respeten sus derechos laborales” y concluyó.
“Estamos al tanto del caso del señor Romero Lara y le estamos dando seguimiento”
Si ninguno de los recursos que se están efectuando en este momento por parte de los abogados “pro-bono” que atienden el caso de José o de GLAHR y el mismo consulado surten efecto, José será deportado tan pronto como el próximo 21 de enero.
Atrás habrá dejado sus mejores años, sus cuatro hijos, su compañera, sus esfuerzos, sus sueños y su vista y muy probablemente lo dejarán en el corredor de un aeropuerto donde nadie lo espera, ni unos brazos consoladores correrán hacia él para darle la bienvenida.
El Top Ten de las deportaciones
Durante el año fiscal 2013, fueron deportadas alrededor de 400 mil personas a sus países de origen la mayoría de ellas sin un historial criminal, los 10 países de origen fueron:
México……………………….241.493
Guatemala……………………..47.769
Honduras………………………37.049
El salvador……………………21.602
República Dominicana…………….2,462
Ecuador………………………..1,616
Brazil…………………………1,500
Colombia……………………….1,429
Nicaragua………………………1,383
Jamaica………………………..1,119
Total………………………..357,422.