Dice Eduardo Samaniego: “Siento que me falta tanto por vivir”

Por: Rafael Navarro- ENG

Ya recuperada del shock María Estela Samaniego, tiene la mente más lúcida para contar un poco la que ha sido la historia de su hijo Eduardo desde que estaba pequeño. Lo describe como un inquieto siempre por aprender, bueno para obtener buenas calificaciones y sobresalir, lo mismo que muy preocupado por cómo lucía.

“Siempre regresaba impecable del colegio, así como se iba bien vestido así regresaba”, dijo la maestra mexicana, quien estuvo las últimas semanas en Atlanta atendiendo a su hijo tras haber sufrido un accidente, mientras estaba en esta ciudad de vacaciones.

Otro aspecto que recuerda es que Eduardo era un obstinado con las tareas. “Se destacaba en todo, no tanto en cosas como el deporte pero sí en todo lo académico”.

María Estela, dice que por razones de trabajo, Eduardo estuvo la mayor parte de su niñez al lado de sus abuelos, a quienes llama aun como “papá Chui” y “mamá Mela”
Recordó que tuvieron que hacer muchos sacrificios para conseguirle la visa para que viniera a Estados Unidos.

“A veces incluso con privaciones, pero él tenía muchas ganas de salir adelante, él tenía muchos sueños, ganas de aprender inglés, ganas de estudiar, ganas de terminar la high school…nosotros le decíamos te podemos ayudar aquí…pero él no escuchaba él decidió venirse para acá y emprender su camino…”

El accidente

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A eso de las 10:15 de la mañana del pasado 7 de septiembre los bomberos de Cobb recibieron una llamada sobre una gran explosión registrada en el número 500 de la Willams Street en Marietta en los apartamentos Crestmont, lo que ocasionó que parte del complejo se quedara sin fluido eléctrico. “Al menos 10 apartamentos fueron destruidos”, según los bomberos.

Eduardo resultó con graves quemaduras de primer y segundo grado en distintas partes de su cuerpo, se le fracturó la mano izquierda, golpes en su cintura y algunas vértebras se le resintieron como efecto de la caída desde un segundo piso, cuando el joven decidió saltar para salvar su vida.

Samaniego tuvo que ser sometido a varias cirugías, especialmente en su mano debido a las fracturas, lo mismo que a implantes de piel debido a la gravedad de las quemaduras en algunas partes de su cuerpo.

Como consecuencia del accidente, también debió suspender sus estudios en Hampshire College en Massachusetts, donde debía iniciar su segundo año en Ciencias Políticas.
Hasta el momento no se han dado a conocer las causas del accidente, pero todo parece indicar que fueron unas tuberías viejas de gas, las que lo ocasionaron.

Un nuevo reto

“Yo siento que me falta tanto por vivir”, dice Samaniego, varias semanas después del accidente, tanto, que considera esta etapa como otro aprendizaje.

“Me falta tanto por experimentar, tanta gente por apoyar y que ayudar, me siento apoyado por la comunidad hispana, por amigos de la universidad, por personas que he conocido, ellos han estado conmigo en estos momentos”, subraya.

Dice que se recuerda estando en el piso tirado, no se podía levantar por las fracturas en su vértebra y solo pensaba en lo que iba a venir después.

“Aquí no se me acaba la vida pensaba yo…pensaba en que podía quedar inválido porque no tenía fuerza en los pies…” recuerda.

Como consecuencia de las quemaduras y fracturas, estuvo 10 días sin poder hablar con tubos en la nariz y la boca, vendado de pies a cabeza.
“Esta experiencia me dice cuanto hay que valorar la vida”. Samaniego dice que todavía tiene muchas cosas que hacer.

“Siempre he vivido mi vida, siempre he tomado todo obstáculo como un reto desde niño…quise venir a Estados Unidos fue un gran reto; estar aquí solo fue un gran reto; empezar como activista como indocumentado otro reto e ir a la universidad ya era la victoria para mi vida. Pero esto me deja saber que no es así… ¿cuántos retos más me tocará pasar?”

Finalmente es consciente ahora más que nunca, que de todo esto va a salir otra vez.

“Todavía hay muchos más allá que están esperando a alguien que les diga que sí se puede, a pesar de los retos; que sí se puede a pesar de estos obstáculos y es lo que quiero salir a decirles. A pesar de que pasamos por accidentes; sí se puede, todavía hay esperanzas, aunque me duele mi pierna, me duele mi mano, me duele mi espalda, yo sé que esto va a cesar y voy a continuar en mi lucha!”, concluye.